Ten cuidado, ya que en la penumbra, donde apenas ilumina el camino con unas pocas luces, podría estar el diablo con cara de Ángel observándote y preparado para llevarte a sus dominios.
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Capítulo 21 La cena 2/2
Almass Vannecelli
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Quedó muy sorprendida al enterarme de que él era el líder de la mafia asiática. Tengo entendido que es una de las organizaciones más grandes y poderosas. Así que él era el Dragón de Dojima. Esto es lo que sé porque una vez escuché hablar a mis tíos.
—Entonces, tú y tu familia fueron quienes intentaron acabar con la organización inglesa.
Recuerdo que hace años la mafia asiática había declarado la guerra a la mafia inglesa. Como Kira, mi prima, era la novia y estaba embarazada del inglés, ella también estaba en peligro de muerte, ya que toda la familia la respaldaba. Nosotros estábamos en riesgo también. Recuerdo la tensión que se vivió en aquel momento; aunque mis padres intentaron disimularlo, fue muy evidente.
—Así es, pero fue un malentendido. La evidencias apuntaban a que uno de ellos había asesinado a mi hermana menor, por lo que decidimos hacer la justicia que correspondía: acabar con esa organización. Sin embargo, se descubrió que no habían sido ellos, sino alguien cercano a nosotros.
Sus últimas palabras resonaron con tristeza mientras colocaba mi mano sobre la suya.
—Lo siento mucho, Juwon —le respondí. Él tomó mi mano suavemente y me dio un beso.
—Minsuk, tengo algo para ti —dijo, mientras sacaba una pequeña caja de su bolsillo y la abría. Era una hermosa cadena que colocó en mi cuello.
—Gracias, Juwon, es hermosa —exclamé, dándole un beso en los labios.
Él sonrió y acarició suavemente mi mejilla, observándome con sus ojos brillantes, quedando en silencio por unos segundos. Esa mirada me puso nerviosa y sentí que mis mejillas se sonrojaban.
—Nada será más hermoso que tú, mi amada.
—Si sigues diciéndome esas palabras, vas a lograr que me enamore, Juwon.
—Eso es lo que quiero, Minsuk, que te enamores de mí tanto como yo lo estoy de ti.
Lo miré sorprendida ante su declaración. Sentí cómo mi corazón se aceleraba, y quedé en silencio. ¿Cómo podía estar enamorado de mí si apenas nos conocíamos?
—No bromees con eso.
Me levanté del sofá, pero él me tomó de la cadera, haciéndome sentar en sus piernas, recargándome contra su brazo. Lo miré.
—No estoy bromeando, Almass Vannecelli. Estoy enamorado de ti desde hace años. No hay un segundo en el que no piense en ti. Mis deseos y mis sueños son contigo. Te has convertido en la dueña de todo mi ser. Vivo por ti, y lo que tú pidas, eso te daré. Si debo morir, estoy más que listo para hacerlo por ti.
Quedé perpleja; nunca había escuchado palabras tan hermosas. Este hombre me ama de una manera que parece irreal. Pero, ¿por qué amarme así? No he hecho nada para merecer ese sentimiento.
—Juwon, ¿hace cuánto me conoces? No creo que sea desde aquella cafetería, ¿o sí?
—Hace seis años, cuando se investigó a toda la familia de la novia del inglés. Te vi en una foto; aún eras una niña de 12 años, pero tu belleza era singular. Tus ojos grises y verdes me cautivaron. Aunque suene un poco extraño, no pude olvidarte. He estado pendiente de ti desde la distancia hasta que ahora, por fin, estamos juntos.
Quedé sin palabras. No sabía si asustarme y alejarme de él por ser un pervertido que me había vigilado desde que tenía 12 años, o sentirme halagada porque había estado enamorado de mí desde tanto tiempo. Era una línea muy delgada.
—Juwon, no sé qué decirte; estoy sin palabras. Solo sé que me gustas, y mucho. Quiero seguir así como estamos y ver qué pasa más adelante.
—Lo haremos a tu manera, pero, Almass, como te lo dije antes, contigo quiero una relación seria. No quiero ser solo un amigo con beneficios, ya que me estoy sintiendo utilizado; no soy solo un objeto sexual.
—No, yo no te veo como algo sexual, no pienses así. Solo nos estamos conociendo, y luego veremos acerca de tener una relación más formal.
Le respondí entre besos, mientras él sonreía y pasaba su mano suavemente por mi cadera.
—La cena ya está lista y sé que debes regresar a la casa de tus padres; aunque desearía que pasases esta noche a mi lado.
—¿Quién dice que no puedo hacerlo? Mis padres viajaron y estoy en casa de una amiga, así que puedo quedarme esta noche contigo.
Vi cómo sonrió, me dio un beso en la punta de la nariz y luego en los labios. Se levantó y me cargó en sus brazos, caminando hacia el comedor, donde las empleadas ya estaban sirviendo. Al vernos, ellas, de rostros asiáticos, se inclinaron ante nosotros. Yo las saludé y una de ellas respondió diciéndome Hwanghu, inclinándose nuevamente antes de retirarse.
Él me bajó al suelo, movió una silla para que me sentara, y luego se sentó también junto a mí.
—¿Por qué ella me llamó Hwanghu? No soy emperatriz —pregunté confusa—. Además, ¿por qué se inclina ante nosotros?
—Ellas lo hacen por respeto y porque tú, mi amada Minsuk, eres mi emperatriz. Lo saben, al igual que lo dicen en la organización de tu familia: la dama y tu almass eres la dama y la emperatriz de mi organización.
—¿De verdad deseas que yo sea tu emperatriz? Dime, ¿estás seguro de que yo soy la indicada? Aún soy muy joven y no tengo conocimientos sobre tu organización.
—Voy a estar a tu lado, te enseñaré todo, Minsuk. No quiero que te sientas presionada; solo deseo que conozcas mis intenciones contigo. Pero todo será a tu ritmo. Ahora comamos —me dice con suavidad.
Asiento; no quiero pensar en el futuro, sino en el presente, permitiendo que la vida me sorprenda y ella me muestre el camino. Comenzamos a degustar esta deliciosa cena. Pasados varios minutos, él termina de cenar, se levanta y me ayuda a hacerlo, tomando mi mano. Caminamos juntos hacia una puerta, y al abrirla, descubro una gran piscina con una hermosa cascada artificial. El paisaje es impresionante y me agacho para tocar el agua tibia.
—¿Qué te parece si pasamos un rato aquí? Es muy relajante —me sugiere mientras me observa.
—Me parece una gran idea —respondo.
Me doy cuenta de que hay una mesa con varios aperitivos y vino. Suelto su mano, me quito los tacones y me siento en el borde de la piscina, sumergiendo mis pies en el agua. Él hace lo mismo. Siento el agua tibia acariciar mis pies y me relaja. Suspiro, deseando darme un baño, así que me quito el vestido, quedando en ropa interior mientras él me observa.
ya la familia se entero
ay k ver como se pone la trama 😱
gracias autora y enespera de próximo capítulo
Llegó el momento de enfrentar las consecuencias de tus actos , pero sobre todo llegó el momento para sacar la casta de que eres una Vanicelli y demostrar cuánto amas a tu amore coreanito.
pero queremos más capítulos