UN VECINO COMPLICADO

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Bueno mis lectoras, hasta aquí, fue la actualidad de la familia Alcoser- Gales pareja que formó esta linda familia en mi última novela Paula. Los problemas que me alejaron de la escritura no pasaron, pero ganaron las ganas de hacerlo. Ahora empieza la Historia de Alina, espero que me tengan paciencia y que les guste.

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Fernando Puelo, 34 años, hijo único y heredero de Puelo Construcciones, su padre Horacio, es amigo y socio en algunos emprendimientos con Alejandro, con quienes construyeron varios edificios inteligentes en la ciudad.

Hace 5 años, Fernando, ya estaba ocupando el puesto que su padre le había cedido en la empresa, todavía Alejandro no era parte de los negocios de la misma, en esa época se había enamorado, de quien creía era la mujer de su vida, la modelo Graciana Amato, 30 años, con la cual, se iba a casar, luego de 2 años de noviazgo. Eran LA PAREJA, salían en todos los medios gráficos, eran mimados, eran la pareja bonita y perfecta.

El problema fue que ese día, el de la boda, Fernando se quedó esperando a su futura esposa, pasó 1 hora, 2 horas, Fernando sudaba, temblaba, su amada no llegaba, su padre (viudo, hacia unos pocos años) estaba enloquecido, mandó a toda su gente de confianza a buscar hasta abajo de las piedras a Graciana, sin ningún resultado. Ella, el día anterior a la boda, se había marchado a un país en el extranjero, nunca se supo el motivo, la cuestión es que la vida de Fernando cambiaría para siempre.

Ante el rechazo de su novia, Fernando no pudo superar el abandono, la vergüenza y luego el seguimiento de los medios, que no lo dejaban a el y a su padre tranquilos, los perseguían día y noche, buscando una respuesta que ellos no tenían. Ante esa realidad, Fernando comenzó con crisis de pánico y depresión profunda, le pidió a su padre mudarse y que nadie supiera su paradero, su padre quería estar cerca de él, a lo que no vio buena la posibilidad de enviarlo a otro país, así fue como llamo a su amigo Alejandro y sin dar muchas explicaciones, le solicito si le podía alquilar un departamento, pero sin que nadie se mudara a ese piso, cosa que el iba a compensar económicamente, porque su hijo no quería salir, ni relacionarse con nadie. Alejandro sin interiorizarse para quien y porque de su pedido, al fin y a cabo, era alguien de confianza, entonces accedió y es así como continúa en la actualidad la vida de Fernando.

A la mañana siguiente, Alejandro, llama por teléfono a su amigo.

- hola, Horacio, que tal, hace rato que no hablamos, deberíamos encontrarnos para tomar algún café y ponernos al día.

- Alejandro Alcoser! Que tal amigo?, como anda tu hermosa familia?, si hay algo que te envidio y por favor, no lo tomes a mal, sería una envidia buena, es la familia que lograste conformar.

- mi familia bien, mi hijo Mateo esta de a poco tomando mi puesto, yo con 61 años, estoy en retirada, todavía voy a la empresa una o dos veces a la semana para acompañarlo, pero te digo la verdad yo quiero compartir más tiempo con Paula, todavía tengo la fuerza y la salud para hacerlo. Y te entiendo amigo, lo de tu envidia sana, y es que estás muy solo, no entiendo por qué no querés volver a enamorarte, son muchos años de viudo y seguro que alguna señora predispuesta, no te debe faltar. Tu hijo sigue en viaje de aventura?, por donde anda ahora?

- anda cerca, y con respecto a enamorarme... ya no, no estoy con ganas de empezar de nuevo, y bueno, pero que te hizo llamarme?

- te voy a ser sincero y directo, necesito uno de los departamentos desocupados del segundo piso, es para mi hija Alina, tanto Paula como ella, creen que es conveniente por seguridad y practicidad, mudarse allí.

- uh, Alejandro me complicaría un poco las cosas con la persona que está ahí alojada.

- mira, Horacio, tanto mi señora como mi hija, están empecinadas que tiene que ser ahí, yo les explique la situación, y ellas hasta creen que no es legal y ponen en duda a quien le alquilé. Sabes que yo nunca pregunte y me metí en ese asunto, pero ahora mi familia me presiona y tengo que pedirte este favor.

- bueno Alejandro, tendré que ser tan sincero y directo como vos lo has sido conmigo. Todos estos años, traté de ocultar este tema, y te lo cuento a vos, justamente porque nunca preguntaste, es un tema muy difícil para mí, no sé cómo empezar.

- me preocupas Horacio. Pero conta con toda mi discreción .

- es que de aceptar tu pedido, voy a necesitar de la discreción de toda tu familia, al menos de los adultos.

- tan grave es la cosa?, no querés que nos encontremos personalmente para hablarlo?

- no, no es necesario, no va a cambiar lo que tengo para contarte, es algo que me duele, que no me permitió seguir con mi vida. Ehh... por dios, todos estos años viviendo con esta mochila. No poder desahogarme con nadie, quizás las cosas pasan por algo.

- no sé que decir, ni que hacer, te escucho.

- mi hijo no está de viaje, mi hijo es el que vive ahí encerrado, con ataques de pánico y depresión, nunca pudo superar lo de su boda frustrada.

- Horacio, sinceramente, nunca me lo hubiese imaginado, que paso? Un muchacho tan joven, inteligente...

- mira amigo, solo te voy a decir en que situación está. Solamente hay 2 personas que lo ven, una soy yo, obvio y la otra una psicóloga que va una vez por semana. No puede pasar el marco de la puerta de salida, para mudarse ahí, tuvimos que darle pastillas y dormirlo, porque no podía salir de mi casa, igual fue una decisión de el mudarse, ya que no quería afectarme en mis relaciones públicas. Por suerte, hace 2 años que dejó la medicación para sus ataques de pánico y depresión, pero no mejoro en nada el tema de no querer relacionarse con las personas. Si, está más animado dentro de su mundo, se puso a escribir novelas de suspenso con un pseudonimo obvio y también sé hace cargo de su higiene personal y de su hábitat. Mucho lo ayuda tu encargado, le hace las compras, pero para que te des una idea, le abre la puerta, se esconde, y Héctor le entra las cajas ahí cerca y cierra la puerta. Un infierno.

- por Dios Horacio, no me imaginaba esto, yo hacía tu hijo viajando, escapando de eso que vivió, si, pero haciendo otro tipo de vida, me dejas helado.

- 34 años tiene, Alejandro, toda una a vida por delante, y es una vida trunca, no sé qué hacer... (Se pone a llorar al teléfono).

- Héctor, amigo, tranquilízate, por favor, no quise ponerte en esta situación, mil disculpas, voy a hablar con Paula y Alina y hacer que cambien de opinión.

- por favor no lo hagas, como te dije antes, quizás por algo pasan las cosas, quizás, saber que hay alguien viviendo cerca, cambie su reacción, lo único que te pido es que no le digan a nadie la situación de Fernando y que no traten de tener contacto con él.

- contá con eso, amigo, ya mismo hablaré con mi hija y Paula, les daré las condiciones y si notas algún tipo de retroceso o inconveniente, me lo haces saber y lo soluciono. Desde ya, el importe del alquiler pasará a ser menor.

- te lo agradezco, bueno veremos que resulta, se va a poner loco, pero quizás empiece a aceptar la existencia de otras personas.

- ojalá, nos vemos o hablamos pronto. ( cuelga)