Rico por un Papel Descartado

Capítulo 22

Hace 30 años...

Jimmy Li estaba de vacaciones con su familia. Cargaba a su hijo menor, Damian, en brazos, mientras sostenía la mano de Arthur con la mano derecha. Detrás de ellos, su esposa, Rebecca, caminaba de la mano con su hijo mayor, Leon. Estaban pasando las vacaciones en un parque acuático. La apretada agenda de Jimmy como empresario no le impedía pasar tiempo con su familia. Era solo los domingos que tenía tiempo libre para dedicárselo a ellos.

"¡Papá, quiero nadar!", gritó Arthur.

"Yo también", añadió Damian.

"Sí, vamos a nadar ahora", dijo Jimmy, besando la cabeza de cada uno de sus hijos.

"¡Bien!", exclamó Arthur, dando un salto de alegría mientras era llevado por Jimmy.

Leon parecía enfadado, pues no quería nadar. Quería ir al zoológico.

Rebecca, como madre, naturalmente quería ver a todos sus hijos felices durante las vacaciones. Le susurró algo a Leon, lo que animó al niño de 9 años.

Para garantizar la seguridad de los niños, Jimmy y su familia fueron a nadar a la piscina infantil. Mientras tanto, Rebecca tomaba fotos y grababa las travesuras. Se alegraba al ver la risa, los juegos y los gritos de alegría de sus hijos y su marido.

"Papá, quiero ir a ese tobogán", dijo Arthur, señalando.

"Espera un minuto, te dejaré con mamá. Damian es demasiado pequeño para ese tobogán", respondió Jimmy.

El hombre se alejó, cargando a Damian hacia su esposa, que estaba hablando por teléfono. No la llamó, pues no quería interrumpirla.

"Espero que te recuperes pronto, querido. Te amo", dijo Rebecca a la persona al otro lado de la línea.

Jimmy se quedó impactado al escuchar la conversación de su esposa. Su mente fue asaltada por pensamientos negativos. Sospechó que Rebecca estaba teniendo una aventura.

"¿Con quién estás hablando?", preguntó Jimmy, con una expresión controlada de ira.

El cuerpo de Rebecca se puso rígido. Se asustó por la repentina presencia de su marido. Se había alejado para contestar la llamada.

"Ah, estaba hablando con Julia. Dijo que está enferma y que su madre no está en casa. Ya sabes lo ocupada que está María y lo poco que se preocupa por su hija", respondió Rebecca, mirando al suelo.

Había utilizado a su hermana y a su sobrina como excusa para encubrir su mentira. No era cercana a Julia desde que la habían pillado robándole sus diseños.

"Pobre Julia. ¿Por qué no le pides a una de las empleadas que cuide de ella?", preguntó Jimmy.

"¿Y si algo le ocurre a Julia y María culpa a nuestra familia?", respondió Rebecca.

Antes de que Jimmy pudiera decir algo, se escuchó un grito seguido de un golpe en el agua. Inmediatamente se giró para ver qué estaba ocurriendo. Vio a Arthur de pie en lo alto de un tobogán alto. La gente de alrededor gritaba alarmada.

"Sujeta a Damian, voy a ver cómo están los niños", dijo Jimmy a su esposa.

Corrió hacia la piscina, que era profunda, con más de dos metros de profundidad. Jimmy no podía creer que sus hijos hubieran ido a esa piscina, y no a la de al lado.

Vio a Arthur siendo cargado por un socorrista. Entró en pánico al ver la sangre que corría por la cabeza de su hijo.

"Es mi hijo. ¡Por favor, llamen a una ambulancia, rápido!", gritó Jimmy, mientras abrazaba el cuerpo inconsciente de Arthur.

Entonces se acordó de Leon, que seguía en lo alto del tobogán. Afortunadamente, otro socorrista estaba trayendo al niño.

La herida de Arthur era grave. Se había golpeado la cabeza y tenía un corte profundo. El niño de 6 años estaba perdiendo mucha sangre y necesitaba una transfusión. Los médicos también tendrían que darle puntos en el corte.

"El tipo de sangre de su hijo es O negativo. ¿Alguno de ustedes tiene el mismo tipo de sangre?", preguntó el médico a Jimmy y Rebecca.

Jimmy se quedó sorprendido. Estaba seguro de que todos sus hijos tenían el tipo de sangre A, como él.

"Espere, doctor. El tipo de sangre de mi hijo es A, ¿cómo puede ser O negativo?", preguntó Jimmy, confundido.

"No, señor. El tipo de sangre de su hijo es O negativo, y el hospital no dispone de existencias de ese tipo de sangre en este momento", respondió el médico.

Jimmy se quedó en shock al escuchar la respuesta. Era imposible que su hijo tuviera un tipo de sangre diferente al suyo.

"Señor, tenemos que actuar rápido, o su hijo no va a resistir", dijo el médico, haciendo volver a Jimmy a la realidad.

Recordó que dos de sus empleados tenían ese tipo de sangre tan poco común: el mayordomo y uno de los guardias de seguridad que siempre protegían a su familia.

"¡Llamen a Patrick y a Ruben! Ellos tienen sangre O negativo", dijo Rebecca, llorando.

Los dos fueron llamados, pero solo Patrick era apto para donar sangre, pues Ruben estaba enfermo.

Tras la recuperación de Arthur, Jimmy solicitó en secreto una prueba de ADN para todos sus hijos. Sospechaba que Rebecca le estaba engañando.

Unos días después, llegaron los resultados de la prueba de ADN. Jimmy se quedó en shock al descubrir que solo Leon era su hijo biológico. Arthur y Damian no eran sus hijos. Se puso furioso al descubrir la verdad.

"¡Dime quién es el padre de tus hijos!", exigió Jimmy a Rebecca cuando llegaron a casa.

Rebecca ya sabía que los niños no eran hijos de Jimmy desde que nacieron. Había pedido a alguien que alterara los resultados de las pruebas cuando los bebés nacieron, así que la diferencia en los tipos de sangre confirmó sus sospechas de que eran fruto de una aventura.

"¡Responde de una vez, o mato a esos bastardos!", gritó Jimmy.

"Fue Ruben", respondió Rebecca en voz baja.

Como consecuencia de sus actos, Ruben fue despedido y Rebecca quedó en arresto domiciliario por el resto de su vida. Jimmy, que amaba a Arthur y Damian a pesar de todo, continuó criándolos.

Arthur se sintió débil al escuchar la historia de Jimmy. Sin embargo, prefería ser abandonado por Jimmy en ese momento que seguir siendo la sombra de Leon. Odiaba a su padre y odiaba a su hermano.

"Gracias por haber cuidado de mí. Y gracias por todas las heridas que me has causado en la vida", dijo Arthur, acercándose a Jimmy.

"Adiós, padre", añadió Arthur, antes de asfixiar a Jimmy con una almohada hasta que la línea del monitor cardíaco se convirtió en una línea plana.

"Esta es mi misión", dijo Arthur, con lágrimas en los ojos.

*