Ariadne Una Reencarnada Diferente

Al amanecer, Ronan despertó sintiendo que se había dormido hace menos de una hora. Cuando se sentó en el sofá, escucho la respiración profunda de Ariadne… se levantó a verla y ella estaba cruzada en la cama, con su cabello blanco revuelto y la camisa medio abierta, lo que mostraba parte de su ropa interior y su curvilíneo cuerpo…

[esta muñeca es preciosa, valiente, decidida y misteriosa]

Ronan: Muñeca despierta, tenemos que irnos…

Ariadne (somnolienta): otro ratito, por favor…

La voz de ella caprichosa y suave fue casi como un ronroneo, para él… que lo invitaba a quedarse en esa cama…

[es una muñeca, pero es una señorita, debo controlarme ¡dioses! Como puede ser tan j0didamente sensual… tengo que sacarla de mi cama, antes que sea tarde…]

Ronan la levanto de la cama y la iba a colocar en su hombro, cuando ella despertó ya, completamente.

Ariadne: bien, déjame vestirme y quiero ver a Sabrina, le ofrecí trabajo conmigo.

Ronan: ¿Qué? ¿de qué?

Ariadne: como mi dama de compañía…

Ronan: mmmm

[quizás no sea tan malo, que Sabrina vaya, asi la tendrá vigilada, y sé que tendrá una mejor vida que limpiando los pisos en esta casa]

Ronan: vámonos ahora, si ella quiere trabajar para ti, te buscará en tu casa más tarde.

Ariadne: bien, ahora sale de la habitación para cambiarme.

[debería decirle que la vi ayer y que no me molestaría verla casi desnuda de nuevo… ¡NO! Es demasiada la tentación…]

Ronan: saldré un minuto, tienes un minuto…

Ariadne: ¡ay! Que gruñón.

Minutos después entraba nuevamente Ronan a la habitación y ella ya se estaba colocando la capa…

Ronan: nos vamos…

Ariadne: si sé, que pesado… la próxima vez que venga a la feria, me quedaré en la posada.

Ronan: ¡ja! No volverás a la isla muñeca.

Ariadne: si sabes que soy libre, de ir a donde se me dé la gana.

Ronan: jajaja así…

Ariadne: Bájame de tu hombro… ¡que salvaje! Ya se te hizo costumbre.

Ronan: silencio muñeca, que despertaras a toda la casa.

Ariadne: eres un bruto

Ronan: jajaja lo sé…

Ariadne comenzó a moverse tratando de bajarse, mientras él ya caminaba a su caballo… pero, él no soltó su agarre, por el contrario, le fascinaba como ella se enfrentaba a él…

Cuando llegaron al barco, él la dejo directamente en la cama… y se sentó en el sofá…

Ronan: en unos minutos nos iremos.

Ariadne: bien.

Ronan: sabes que, si los Astor saben que pasaste la noche fuera de tu casa, es un buen motivo para que terminen en el compromiso.

Ariadne: lo sé… pero, eso dañaría a mi padre… y aunque a mi no me importa lo que piensen de mí, sé que no sería lo mejor para él… por eso, debo buscar otra forma…

Ronan: no será que quieres a ese idiota.

Ariadne: si lo quisiera para que terminaría el compromiso.

Ronan: quizás, solo quieres darle celos

Ariadne: no, ya decidí que era culpable…

Ronan: jajaja ¿Qué?

Ariadne: en los recuerdos de la niña del espejo, él nunca la defendió, ni mostró interés por ella, estoy segura que, sí el hubiese sido diferente, ella no hubiese sufrido tanto como lo hizo.

Ronan: es cierto, es imposible que no supiese nada… quizás, simplemente no le importó o no le dio la importancia que tenía.

Ariadne: asi es…

Ronan: lo mandaré a investigar.

Ariadne: gracias.

Ronan: ahora nos vamos. No salgas de la habitación.

Ariadne: está bien… soy muy obediente…

Un leve gruñido se escuchó de Ronan mientras salía de la habitación y poco tiempo después, el barco se comenzó a mover…

[tengo que pensar en que le voy a decir a mi Nana… debe estar preocupada… ya sé… wow a veces tengo miedo de mí misma jajaja]

Cuando llegaron al puerto, Ronan fue por ella a la habitación.

Ronan: ¿Qué haces?

Ariadne: nada… solo escribía algunas cosas…

Ronan: bien… ¿te llevo a tu casa?

Ariadne: no, me puedes llevar al templo

Ronan: ¿al templo?

Ariadne: si por favor.

Ronan: ¿Qué vas a hacer allá?

Ariadne: tranquilo… ya verás… no me subas a tu hombro… ¿Qué pasa contigo? ¿por qué? ¡dioses! Si me porté bien…

Ronan: es mas rápido…

Ronan galopó a gran velocidad hasta el templo…

Ariadne: déjame cerca… ah… y necesito que distraigas un poco al mago antes de que abra la puerta…

Ronan: ¿Qué? ¿Por qué?

Ariadne: por favor…

[maldici0n, mejor que no sepa que no puedo negarle nada, cuando pone esa cara]

Ronan: bien… tienes un minuto…

Ariadne: awww que controlador… pero, me sirve… aun no amanece completamente, por lo que aun puedo…

[realmente me intriga lo que va a ser esta muñeca]

Ariadne entró por una entrada trasera al templo, mientras Ronan distraía al sacerdote que llegaba a abrir el templo...

Mago: Joven Conde, viene al templo eso es bueno…

Ronan: no, de hecho, he estado alejado de los dioses… pero quizás, algún día haga las paces con los cielos…

Mago: nunca es tarde, para pedir la intercesión divina…

Ronan: puede ser…

Mago: bien, abriré las puertas del templo, para los fieles…

Ronan se alejo del mago y se cruzó de brazos, esperando… escuchó un grito de parte del mago y sonrió, pero no contaba con que algunas personas, llegaran tan temprano al templo, por lo que, estaba aun mas intrigado, por lo que decidió acercarse a escuchar…

- ¿escuchaste al mago?

- Lady Fitzroy estuvo de rodillas, toda la noche orándole a los dioses…

- Es una señorita tan buena…

- Es una lastima que haya sido atacada por esas mujeres…

Minutos después salió Ariadne del brazo del mago, con un rostro entristecido…

Ariadne: señor mago, ahora me voy a mi casa, espero no haberlos preocupado…

Mago: no se preocupe, cualquier cosa, yo mismo hablare con su padre, a mí también se me ha ido el tiempo en la oración y el contacto con los dioses…

Ariadne le hizo una pequeña reverencia y camino por el lugar…

Ronan le guiño un ojo y volvió al barco.

[esa muñeca es brava me gusta]