Una Novia Para El Príncipe

Ambos se sentaron en la sala, Mia esta nerviosa de lo que le tenga que decir Frank él también parecía nervioso ya que no hacía contacto visual con la chica, solo tenía sus ojos a las manos jugando con sus dedos.

-        Te conozco desde hace nueve meses, y sé que eres una persona cariñosa, hermosa e inteligente—Se paso la mano por el cuello, estaba nervioso— Yo quería que decir que tu me gusta mejor dicho te quiero desde el primer momento en que te vi. Deseo mucho que seas mi novia, prometo cuidar de ti y sobre todo de Julie.

Mia no se separaba aquello, no sabía que decirle así que todo se quedo en silencio por unos minutos, Frank parecía impaciente por su respuesta mirándolo esta vez a sus ojos avellanas.

-        Yo estoy sorprendida por tu declaración, mira Frank... Yo también te quiero pero no de esa manera que tú piensas—Dijo siendo sincera tampoco quería jugar con sus sentimientos.

-        Pero puedes comenzar a quererme—Tomándola de las manos—Te amo Mia. Quiero estar contigo y seré un buen padre para Julie.

Todo lo que le decía le sonaba bonito pero le fuera gustado escucharlo de otra persona mejor dicho del verdadero padre de su hija, se mordió el labio inferior con nerviosismo no sabía que decir.

-        Debes darte una oportunidad Mia. Podemos comenzar una nueva vida los tres, yo siempre estaré aquí para ayudarte y apoyarte—Continuo.

-        Lo sé Frank, te agradezco todas las cosas que has hecho por mí de corazón. Sabes tienes razón tengo que seguir con mi vida y mi hija es lo más importante. Por eso acepto tu proposición de ser tu novia—Sonriendo sabiendo que ya no podía seguir esperando por Sebastián. —Yo también te quiero pero con el tiempo tal vez logre amarte como te lo mereces.

Frank le brillaron los ojos de felicidad, la abrazo y le dio un pequeño beso en la boca.

-        Yo se que será así, me haces muy feliz Mia— Sonriendo, volvió a besarla. Ella quería parecer feliz pero no lo estaba del todo ¿Habrá hecho lo correcto? Se pregunto a sí misma.

Luego que Frank se fuera se quedo un rato meditando lo que había pasado ahora tendría que acostumbrarse que fueran novios, hacía tiempo que no se establecía en una relación sentimental.

A la mañana siguiente, se levanto temprano hacer su rutina de todos los días, Julie estaba más activa que nunca, no dejaba de balbucear y hacer ruiditos graciosos. Mia pensó que su hija era un gran regalo, lo más preciado de su vida.

-        Julie, tu mami va a cumplir uno de sus tantos sueños visitar el castillo real de Villa hermosa, estoy tan feliz—Mientras le daba de comer a su hija que la miraba como si pudiera entendiera.

Luego de estar listas tocaron la puerta, era Frank. Le dio un beso en la boca a Mia del cual no pudo evitar ruborizarse, él se dio cuenta simplemente le sonrió con ternura sin duda que amaba a esa chica.

-        Hola, mi amor. Aún no puedo creer que seas mi novia estoy tan feliz—Abrazándola por la cintura.

-        Debo acostumbrarme ahora que me llames mi amor—Dice Mia riéndose contenta—Tan lindo mi novio—Le regreso el beso con dulzura.

-        Eso eres mi amor, mi vida. Te quiero y a ti también Julie—Acercándose a su cochecito, le dio un beso a la bebé— ¿Listas para irnos?

Mia asintió con la cabeza debía admitirlo estaba feliz con Frank, era un hombre fantástico, bueno, trabajador, gracioso, bello etc. Se lamento haberlo juzgado mal desde un principio.

Luego de llegar al apartamento de la mamá de Frank, le dieron la noticia que eran novios oficiales, Carmen casi llora de la alegría, emocionada de tener a Mia  como su nuera y de nieta a Julie si la consideraba. Al llegar a la empresa, Frank le dio la noticia a su padre también se puso igual de contento. En realidad todos ya sabían que eran novios recibió muchas felicitaciones todo el día.

Cuando llego la noche, Mia estaba de vuelta en su casa. Ya había dejado a Julie al cuidado de Denisse, se fue arreglar para el baile, Frank llegaría pronto a buscarla. Abrió su armario y busco alguno de esos vestidos. Tenía uno negro muy elegante a pesar del embarazo aun mantenía su figura. Se vistió, se maquillo lo mas poco posible cuando estuvo lista se admiro en el espejo, se sentía hermosa y feliz.

Al rato llego Frank con un gran ramo de flores.

-        Estas bellísima, mi amor—Le dio un beso y le entrego el ramo de flores.

-        Gracias, Frank. Tú también te ves bello. Y las flores gracias me encantan—La tomo y aspiro su aroma. Las coloco en un florero con agua cuando se fue a la cocina.

-        Vámonos, no queremos llegar tarde—Sonrió, la tomo de la mano y salieron de la casa.

Mia estaba impaciente por llegar vio que subían la gran colina, observo admirando el gran palacio enfrente de ella, había seguridad por todos lados y varias limosinas en la entrada.

Frank la ayudo a bajarse y le tomo la mano.

-        Esto es hermoso, es el palacio más impresionante que he visto en mi vida—Aún sin salir de su asombro.

-        Eso que no lo has visto por dentro, estas personas son demasiada ricas—Le dijo Frank, entraron por la gran puerta de madera fina. Mia con la boca abierta al mirar cómo era adentro tenía un estilo antiguo pero súper elegante.

La sala principal pero con grandes ventanas, había una escaleras en espiral que hacia aquel castillo pareciera más bien un museo. El comedor era impresionante cambian como 30 personas a lo largo de la mesa.

Comenzaron a llegar las personas el lugar estaba lleno solo había gente elegante e importante. Mia se sentía como en un sueño, había conocido a la reina Luisana, también a las infantas Isabela y Leonor su madre no había asistido porque estaba enferma, vio de lejos a la princesa Laura estaba radiante en compañía de su hija Coral junto a su prometido un conde europeo.

La orquesta tocaba música ligera y los meseros repartiendo bebidas. El ambiente era agradable y le gustaba.

-        Esto es espectacular nunca imagine que estaría aquí, gracias Frank—Sonriendo.

-        No me des las gracias, mi amor. Haría mucho por ti y más— Le beso la mano con cariño.

De repente la orquesta dejo de tocar y todo el mundo miro hacia las escaleras donde se encontraba un hombre bajito junto al pie de la escalera.

-        Atención todos, da su entrada el príncipe heredero al trono de Villa Hermosa, su alteza real Sebastián Sessa.

Mia al escuchar ese nombre se le acelero el pulso pero lo que más le impacto ver al hombre que bajaba las escaleras vestido elegantemente con un esmoquin negro y corbata del mismo color. Estaba más guapo que la última vez que lo vio aquella noche en el motel.

"Dios mío no puede ser,  Sebastián es él, si es él" se sintió que se mareaba no podía creerlo era "El príncipe" comenzó a temblar como una hoja y se puso pálida. Frank la miro con preocupación.

-        ¿Te sientes bien, mi amor?

-        Si, estoy bien—Mintió, en realidad se sentía horrible. Sebastián aún no la había visto, estaba entretenido hablando con los invitados y con su mejor sonrisa. Quiso salir corriendo de aquel lugar toda la paz que había conseguido los anteriores meses se esfumaron.

Al volver su mirada a Sebastián, él la miro también parecía asombrado luego su ceño se frunce ligeramente y su mandíbula la tiene apretada, ella quiso desfallecer en ese momento. Se disculpo con las personas que saludaba y comenzó a caminar hacia ella.