El día en el que Susan celebraba su aniversario número 25, parecía que todo marchaba bien, pero solo fue el principio de la gran avalancha que se aproximaba. Inesperadamente, lo que Susan no esperaba era que él le pidiera el divorcio, su marido tenía un romance clandestino con una joven de 20 años.
A pesar de la situación, Susan decide seguir su vida y con una sonrisa en su rostro, en el camino se encontrará nuevamente con el amor, un hombre que le hará saber que ella aún sigue siendo una mujer bella.
¿Podrá él ganar el corazón de Susan?
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VII
_ ¿Qué está pasando aquí?, Ava ¿cuándo llegaste?.
_ Lo que pasa aquí es que esta niña, es una irresponsable y mal educada. ¿Para qué pago yo una universidad?. Y todo esto es tu culpa Susan.
—¿Cómo te atreves a echarle la culpa a mamá?. Ella no se fue con una golfa le grito Amélie indignada. Fuimos a su nuevo departamento y estaba con una mujer de nuestra edad y trabaja con él.
Susan miró a sus hijas no daba crédito a lo que escuchaba. David tenía a otra mujer alguien de su trabajo.
No podía sentirse más humillada.
—¡Vayan a su cuarto! ¡Quiero hablar con su padre!.
Amélie iba a protestar, pero la mirada de su madre era una advertencia.
Ellas subieron al dormitorio.
—¡Mete a esa niña en cintura!. En qué estabas pensando cuando permitiste que viniera es tu culpa Susan o ese era el plan poner a mis hijas en mi contra.
— No puedo creer que golpearas a nuestra hija.
_ Tal vez si lo hubieras hecho antes sabría de respeto. No necesito de tu aprobación, es tu culpa Susan.
Amélie y Ava escuchaban desde el piso de arriba los gritos de su padre, Ava sujetaba a su hermana para que no bajara para seguir discutiendo con su padre.
—¿ En serio crees que te respetará porque la golpees?, pero en algo si estamos de acuerdo es mi culpa, porque mientras tú te dabas la gran vida. Yo solo me dediqué a llorar por ti, porque no podia entender que tiraras veinticinco años de matrimonio de un día para el otro.
—Susan yo no... Ella levantó su mano
—Tú no, esta vez hablaré yo. Durante años se hizo lo que tú quisiste, ¡Susan dile a Ava que no llegue tarde! ¡Susan vendrán mis socios a cenar! ¡Susan mis padres necesitan una enfermera! ¡Susan dile a Amélie que mejores sus calificaciones!.
¡Si David!, ¡yo me ocupo David!, pase veinticinco años de mi vida a tu servicio, porque me hacía feliz, pensar que tú eras feliz teniendo el hogar que tú querías.
Pero por lo visto no fue suficiente, me puse vieja y ya no fue suficiente lo que yo hacía por ti. No te preocupes Amélie mañana regresará a la universidad.
—Susan yo no quise …
— No quiero escucharte, para ti fue más fácil salir huyendo, que decirle a tu vieja esposa lo que en verdad estaba pasando. El problema no fue que me dejaste de querer, el problema es que se te metió esa niña por los ojos. Tú ganaste David
¡yo tampoco quiero seguir casada contigo! ¡firmaré el divorcio!.
Susan subió las escaleras, David se quedó mirándola unos segundos, miró por última vez las fotos familiares y salió de ahí de regreso a su nuevo hogar.
Ava y Amélie se encontraban en el cuarto llorando desconsoladamente para ellas también era duro en cuanto Susan entró en la habitación se sentó junto a ellas ambas abrazaron a su madre.
_ ¡Tranquilas por favor cálmense!, dijo Susan.
_ ¡Lo siento mamá no quise ser tan brusca!, respondió Amélie.
_ No lo sientas cariño, siempre es preferible la verdad por más doloroso que sea.
_ Jamás lo voy a perdonar, no es justo lo que hizo respondió Ava.
_ Entiendo su enojo, estoy tan desilusionada como ustedes, pero él es su papá y siempre lo será .
_ Tú no puedes pedirnos después de como te trato que lo perdonamos y aceptemos a esa golfa dijo Amélie.
_ No les pido que acepten a esa mujer, pero si recuerden que él es su padre y más allá de que este o no conmigo nunca dejará de ser su padre y aunque no estén de acuerdo con esto él merece su respeto.
¡Y mañana quiero que regresen a sus actividades!
_ ¡Mamá queremos estar contigo!, dijo Ava
_ ¡No queremos que te sientas sola!, agrego Amélie.
Susan no pudo evitar emocionarse, una lágrima cayó sobre su mejilla.
_ Nunca me sentiré sola con las hijas maravillosas que tengo. Pero esta es mi nueva realidad cuanto antes lo afronté antes aprenderé a vivir con ella. Para qué complicar sus vidas respondió Susan. Ellas abrazaron a su madre.
_ Iré a ver si está la cena porque mis hijas no se acostaran sin cenar comentó Susan.
_ ¿Habrá helado de postre?, pregunto Ava.
_ Por supuesto un pote enorme para cada una respondió Susan.
Ella se fue hacia la cocina, las hermanas se miraron.
_ ¿Crees que pueda vivir sin papá?, pregunto Amélie.
_ Mamá siempre ha sido fuerte lo logrará respondió Ava y abrazo a su pequeña hermana.
Buena narración, buena lectura, bien entendida👏🏻👏🏻👏🏻
FELICIDADES una gran novela. Me hizo tener en ocasiones algunas taquicardias 😅.