Alexa Power, es una chica de espirtu libre, sin embargo, proviene de una familia rica, por lo que esta atada a un matrimonio arreglado, a sus 18 años fue a estudiar ecomomia en Estados Unidos es la unica libertad que se le consedio, a sus 23 tuvo que regresar a Inglaterra para casarse con un Empresario frio y calculador, que incluso envio a su mayordomo como apoderado y no asistio a su propia boda, ¿tendra esta relacion futuro?
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CAPÍTULO 21
Me desperté, por unos ruidos, abrí los ojos, me estiré en la cama y puse todos mis sentimientos a funcionar, para saber de donde venía ese ruido, entonces me di cuenta de que era que estaban tocando la puerta, me levanté, y fui abrir, no sabía ni que hora era, pero de algo estaba segura, era de noche.
Abrí la puerta Helena estaba del otro lado con cara de preocupación, la dejé pasar, y cerré después de eso, me senté en la cama y comencé a estirarme un poco más, por qué no se sentía entumecida seguramente de tanto dormir.
— Señora, el Señor me pide que la lleve al jardín.
— ¿Para qué?, ¿No es de noche?
— El señor quiere cenar con usted en el jardín, me pide que la lleve, podría venir por favor.
Pobre chica ya entiendo cuál es su preocupación, ese tipo le dijo, si no la traes te echo, o algo así, me pare de mala gana.
— Dame un minuto, me lavo la cara y le peino.
Me fui al baño, me pare frente al lavamanos, abrí la llave y me lavé la cara, tome el cepillo, le puse pasta dental y cepille mis dientes, luego abrí una gaveta, saque un cepillo de pelo, y me rehice mi cola, después de eso me miré unos segundos en el espejo y salí del baño.
— Vamos.
Le dije a Helena no más salir del baño a la habitación, me pare en seco, cuando me di cuenta de que iba descalzo, le hice una señal de detenerse, me senté en la orilla de la cama, tome los tenis que había puesto en el suelo y me los puse, me pare y camine hacia la puerta, salí y luego me detuve le señalé a Helena.
— Ve delante de mí, ya que no sé, en que parte del jardín será el encuentro.
— Sí señora.
Camine detrás de Helena todo el camino, pronto llegamos al jardín, pero no vi nada, seguimos caminando, por un camino detrás del jardín, fue en ese momento que supe que había un lago detrás de la casa.
Debajo de un árbol, iluminado, había una mesa, sobre una plataforma de madera, había luces en el suelo, una mesa y dos sillas, se veía muy romántico, lástima, que la persona que lo hizo no es de mi agrado, y tampoco lo veía por ningún lado.
— ¿Dónde está tu jefe?
— No sé séñora.
Me senté en una de las sillas, y miré el lago, se veía muy bien desde el lugar donde estaba sentada, incluso entre más se ocurría mejor se veía todo.
— ¿Te gusta la vista?
— Sí.
No me di ni cuenta cuando esté tipo llegó, mire para todos los lados y Helena ya no estaba, se sentó en la silla frente a mí, estaba muy guapo y olía muy bien, yo entiendo por qué las mujeres se vuelven locas por él, sin embargo, no comparto esa locura.
— Quiero que hablemos de algo por eso te invite a cenar aquí, espero que puedas mantener la mente abierta.
— Adelante, dime, en que me quieres enredar.
— Quiero que seas mi mujer.
— ¿Es una petición o una orden?
— Ambas cosas.
— No quiero.
Puso mala cara, que clase de hombre es este, así es que él convence a todas sus antes, de verdad que es una técnica sin sentido y vacía.
— Quizás es la forma equivocada, déjame probar de nuevo.
— Adelante.
Con que locura va a salir ahora, entre él, su madre y sus amantes, han puesto mi mundo de cabeza, solo quiero salir corriendo de todo esto y tener un respiro, es demasiado al mismo tiempo, por lo menos para mí, ya estoy cansada y esto al parecer está empezando.
— ¿Qué quieres para que seas mi mujer?, solo dime que quieres y te lo daré, no importa lo que sea puedo pagar.
— Quiero ser libre, eso es lo único que quiero.
— No creo que eso pueda suceder.
— Entonces no ahí nada que hablar.
No veo un solo camino donde vallamos los dos juntos, ni lo he pensado ni por un segundo, ni creo que lo piense.
— Está aquí, con razón los busqué por todas partes y no los encontraba.
Esta tipa demente ahora nos va a perseguir por todas partes, mi suegra es malvada de verdad, como ella sola no puede mando está a molestarme día y noche, cree que me iré así, quiero irme, solo que quiero que me echen para no sentirme culpable de no cumplir con los deseos de mi abuelo, es eso tan difícil de entender.
— ¿Puedo cenar con usted?
— No ves que solo ahí dos lugares.
— Ese no es probable, traje mi propia silla.
Dio unas palmadas y un empleado apareció con la silla, William puso una cara que metía miedo, parecía irritado a más no poder, pero a la misma vez, parecía estar conteniéndose.
Colocaron la silla y ella se sentó de inmediato, y comenzó hablar.
— Entonces, ¿a qué hora es la cena?
— Más tarde.
Respondió William cortante.
No sé por qué está chica me caía peor que la otra, es como que la repelo, no estoy ségura de la razón, pero lo que si sé, es que cometeré una locura y esta me sigue molestando.
— Alexa, ese nombre es bonito, me gustaría saber algo, si no te importa, Alexa, ¿por qué no te gusta Will?
— ¿Cuándo dije que no me gustaba?
— Pero, me pediste que le dijera que te dejara ir, no significa eso, que él no te gusta.
— Nunca dije que no me gusta, solo dije que como te parecía tan fácil, el hechoo de que yo saliera de aquí, era buena idea que le pidieras que me dejara ir, ahora en todas esas palabras, ¿cuándo dije que no me gustaba?
Ese es su plan, no te voy a dejar ganar, me quieres dejar mal, no lo voy a permitir, no dejaré que pongas palabras en mi boca, o que quieras ganar con mentiras, si eres tan mujer, quédate con él, pero no me uses de plancha.
— Te haré una pregunta, ¿tú estás enamorada de Will?
— No.
— Lo ves, no lo quieres, entonces porque dijiste con contrario antes.
Esta no sabe diferenciar la sal de la azúcar, ya me estaba enojando.
— Es fácil de entender, ella está diciendo que le gustó por qué soy guapo, pero que no tiene sentimientos por mí.
Casi me olvidaba de que este estaba aquí, su mirada cambió, parece estar divertido ahora, vamos a ver hasta donde le llega la diversión.