Durante diez años, Carla Magdalena amó a su tío adoptivo, quien se convirtió en su tutor tras la muerte de sus padres.
Carla era tan posesiva con su tío que estallaba en gritos y enojos contra cualquier mujer que se acercara a él, Bastian Kenneth.
Por eso, Bastian terminó odiándola y siempre la ignoraba.
La prima lejana de Carla, Ivanka Caroline, del lado paterno, se convirtió en la rival de Carla para conquistar el amor de Bastian.
Ivanka envenenaba la mente de Bastian, logrando que él despreciara cada vez más a Carla.
Hasta que, cuando Carla perdió la vida en manos de su prima, Bastian no mostró ni la más mínima reacción.
El dolor de esa verdad hizo que Carla se diera cuenta de lo ingenua que había sido al amar demasiado a Bastian Kenneth.
Si alguna vez se le diera otra oportunidad de vivir, Carla juraría no volver a amarlo jamás; se arrepentía profundamente de haberlo amado.
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Capítulo 6
Como Davin no quería sentarse a acompañarla a almorzar, Carla continuó comiendo tranquilamente.
Mientras tanto, Davin parecía inquieto, ya que a Carla no le importaba la llamada de Bastian para regresar a la Mansión.
"¡No te quedes ahí parado, siéntate!" dijo Carla, mientras se llevaba una cucharada de su almuerzo a la boca.
Davin no se atrevió a moverse para sentarse en la silla que Carla le había indicado, él era solo un subordinado, sentía que no era apropiado sentarse a la misma mesa que su jefa.
Carla no insistió en que Davin la obedeciera, comió hasta terminar, hasta acabar con su postre.
"¡Vamos, ahora acompáñame a ver una película!" dijo Carla tomando su pequeño bolso, después de pagar su almuerzo.
Con pasos tranquilos y la sensación de satisfacción por estar llena, el rostro de Carla se veía alegre.
Davin siguió los pasos de Carla desde atrás, no pudo convencerla de que volviera a casa a la Mansión.
"Señorita... ¡El señor Bastian está llamando de nuevo!" dijo Davin al ver vibrar su teléfono.
Carla no escuchó a Davin, simplemente siguió caminando hacia el auto, luego se paró junto al auto mirando a Davin.
"Si le tienes miedo a mi tío, vete a casa, déjame ir sola, ¡dame las llaves del auto!" Carla extendió su mano, pidiendo las llaves del auto a Davin.
Davin no le dio las llaves del auto a Carla, su mano rápidamente contestó la llamada de Bastian primero.
"¡Hola...!" respondió, e inmediatamente se puso rígido, tan pronto como escuchó la ira de Bastian.
Carla casi se ríe al ver a Davin, que se puso rígido después de escuchar la voz de Bastian regañándolo.
"No... La señorita Carla no quiere volver, Señor, ella va a ir a ver...!"
¡Clic!
La mano de Carla apagó rápidamente el teléfono de Davin, luego desactivó el teléfono del guardaespaldas de su tío.
Luego puso el teléfono en su pequeño bolso.
"¿Me vas a acompañar o no? Si me vas a acompañar, ¡vamos a ver una película!" Carla abrió la puerta del auto.
Luego se sentó en el asiento del pasajero, esperando a que Davin entrara en el auto.
A regañadientes, Davin entró en el auto, sentándose en el asiento del conductor.
No podía volver a casa, dejando a Carla sola sin escolta en un lugar concurrido.
Como guardaespaldas, Davin debe velar por la seguridad de Carla y mantener una cierta distancia, para comportarse con cortesía como subordinado.
Carla se sentó sola en la butaca del cine, no se sentía sola en absoluto, al contrario, se sentía feliz con su soledad.
Después de ver la película, se fue de compras al centro comercial.
Compró ropa para reemplazar la ropa que había tirado de su armario.
Después de comprar varios conjuntos de ropa, compró zapatos.
Davin siguió fielmente a Carla desde atrás, mientras sostenía las compras de Carla.
Sin darse cuenta, ambas manos de Davin estaban llenas de bolsas de papel, que sin darse cuenta Carla había comprado tanto.
Al ver que Davin tenía dificultades para llevar sus compras, detuvo sus pies para entrar a la siguiente zapatería.
"Parece que ya es mucho, ¡vamos a casa!" dijo Carla sintiéndose satisfecha, porque ya había comprado ropa y zapatos que ya no eran vulgares.
El día ya estaba llegando a su fin, Carla acababa de terminar sus compras.
Mientras que Davin se sentía cada vez más inquieto, porque regresaban a casa al anochecer.
El auto rojo regresó a casa a la Mansión Miller.
La felicidad de Carla era evidente, visible en su rostro que no dejaba de mostrar su sonrisa.
Ella fue tan tonta en su vida pasada, que nunca disfrutó de su juventud como debería.
Estaba demasiado ocupada persiguiendo el amor, aplaudiendo con una sola mano.
El lujoso auto rojo entró lentamente en el patio de la Mansión Miller, luego se dirigió al garaje.
El auto regresó al lugar donde estaba estacionado de forma segura.
Carla salió del auto, se dirigió directamente al maletero del auto, tomó algunas de sus compras.
Y el resto, Davin lo llevó siguiendo los pasos de Carla hacia la Mansión.
"¿No sabes qué hora es? Eres una jovencita, ¿es apropiado estar con un guardaespaldas, caminando juntos por ahí?"
Carla se sobresaltó al escuchar el grito de Bastian, cuando entró en la sala principal de la Mansión, a punto de dirigirse a las escaleras hacia el segundo piso.
Carla vio a Bastian sentado en el sofá, con un rostro oscuro mirando fijamente hacia ella.
Bastian en el sofá de repente se congeló mirando a Carla, porque la apariencia de Carla no era la habitual.
Bastian se dio cuenta de que la apariencia de Carla era tan hermosa, y eso lo hizo sentirse repentinamente infeliz.
Carla salió de la Mansión mostrando su belleza en público, y parecía estar en buena relación con su guardaespaldas.
Los pies de Carla de repente no se movieron de su lugar, al ver el aura de Bastian que estaba llena de emoción.
"Carla, eres muy buena para hacer que tu tío siempre se preocupe por ti, ¿no puedes ser un poco más adulta? ¡No seas tan consentida! Tu tío no ha comido desde hace un rato, porque está esperando a que vuelvas a casa!"
Los ojos de Carla vieron la figura de Ivanka, parada junto a Bastian, convirtiéndose en una provocadora para encender la emoción de Bastian.
Carla puso los ojos en blanco, sintiéndose molesta al escuchar las palabras de Ivanka, provocando a Bastian.
Y, la vista de ellos dos, que parecía repugnante a los ojos de Carla.
Continuará...
