SUEÑOS HÚMEDOS CONTIGO

Narra Cristal

Tenía miedo de ir sola al consultorio por lo que me comunico con las chicas que me responden en seguida.

#Si nena... Te acompañamos. Fue el mensaje que recibí de Gladys.

Por lo que me dirigí a su casa, al llegar me reciben en un abrazo las tres.

-¿Qué te paso?. Me pregunta Gladys.

-Amaneci con un dolor en el vientre aquí abajo. Le cuento.

-No habrás jugado con mi juguete. Me pregunta Gladys.

-¿Qué?. Le pregunto.

-Se olvidó su consolador en tu casa. Me dice Vivi.

-¿Como llevaste eso?. Le pregunto

-Crei que me quedaría contigo... Y antes de dormir me gusta relajarme. Me dice Gladys.

-No me acuerdo. Le confieso.

-Por eso te debe dolor ahí abajo... Tu antes no habías usado uno... Cuando te acostumbras no molesta. Me aclara Gladys.

-¿Puede ser?. Consulto incrédula.

-Vamos... Antes que se haga tarde. Me dice Gladys.

Llegamos al consultorio, estoy nerviosa, no me gustan tanto visitar estos sitios, me recuerdan el día del accidente. Por suerte están mis amigas acompañándome.

Cuando veo que sale el doctor me paro a hablarle.

-Buenas... Soy Cristal. Me presento.

-A si pasa ... Me dijo Aldo que vendrías. Me dice.

-Pues... Vine porque siento que me duele aquí en el vientre... Pero es en esta zona baja. Le digo.

-Eres activa. Me pregunta.

-Pues...

-Dime la verdad.

-Prove el consolador de mi amiga. Le confieso colorada, la verdad no estaba segura, pero cuando me pasaba de copas hacia cosas que luego me contaban mis amigas.

-Ok... Te voy a revisar... Acuéstate... Esto lo vas a sentir frío. Me dice.

Me acuesta en la camilla, me levanta la blusa y desabrocha el botón de mis pantalones rlastizados y me revisa con un aparato que mira las imágenes en la pantalla.

-Esta todo bien... Se ve que será tu periodo pronto ... A veces suele producir estos dolores. Comenta tranquilo. - Te daré un analgésico... Y estarás bien. Me dice.

Al salir mis amigas están concentradas en sus móviles.

-Listo. Les digo.

-Nos llegó un mensaje. Me dice Gladys con la cara triste.

-¿Qué?. Le pregunto

-Dionel anda con Lisa. Me dice enseñándome el estado de Lisa.

-Él te había prometido que te esperaría. Me dice Vivi.

Ella frunce los labios molesta, al parecer todas se enojan solidarizándose conmigo.

-Según parece... Le destapó el corcho. Comenta Susan que se mensajea con alguien.

Salgo del sanatorio, seguida por ellas, trato de procesar lo que me dijeron, sin poder creer.

-Cristal. Aparece Dionel, lo veo nervioso.

-Ya lo sabemos todo... Lo que digas nada cambiará las cosas. Le dice Gladys.

-Cristal... Fue un error... Estaba festejando con los chicos... Me engaño... Y no puedes negar que tú solo me calientas y jamás me entregas nada. Decía.

-El día de la graduación, en la fiesta, habíamos acordado. Dijo Susan.

-¿Cómo puedes decir eso?... Yo jamás hice nada para calentarte... Y tú solo prometiste esperar. Le aclaró enojada.

-Siempre estás elevando la temperatura al menear tu trasero... Al comer gimiendo la banana...

-Que tú lo veas como algo provocador es tú problema. Le dice Gladys.

-Ahora no podemos ser alegres porque te calientas. Rie sarcástica Susan.

-Sí... Son unas calienta pantalones... Y tengo necesidades... Además solo fue sexo... No significó nada. Me dice el muy hipócrita.

No le respondo me alejo de él seguida por las chicas, ingresamos en una cafetería.

-Esto no es cierto. Suspiro tirandome en la mesa.

-Olvidalo es un idiota. Me dice Gladys.

En eso siento que se aproxima y se arrodilla ante mi tomándome las manos.

-Cristal... Solo contigo quiero estar. Me dice y me suelto de él.

Toma una silla y se sienta a mi lado me abraza susurrando en mi oido.

-Solo fue práctica... Quiero que sea único cuando esté contigo... Solo contigo quiero estar... Además siempre cuando vas a elegir entre un corte o bistec haces comparaciones ... Y te quedas con el mejor... En este caso eres tú el bistec. Me susurra.

-No soy un pedazo de carne. Le digo empujándolo.

-Además deberías estar agradecida ... Nadie va a querer estar con alguien que mato a sus padres. Me dice haciendo que la congoja crezca en mi pecho.

-¿Qué?. Le pregunto agitada.

-Si no fueras por ti... Tus padres estarían vivos. Me dijo y me incorpore más molesta de lo que estaba, las chicas me siguieron.

Afuera veo que está Javier el hermano de Lisa.

-Maldito infeliz. Dijo con la vena del cuello marcada al ver a Dionel.

Se lanzo a pegarlo con bronca.

-Te metes con mi hermana y la dejas... Por qué solo fue sexo ... Sos un maldito HDP. Grita furioso.

Se enfrentan a piñas sin piedad.

-Ella me indujo a hacerlo. Le responde Dionel.

-¿No eres hombre?... Debes responsabilizarte de tus actos. Le grita Javi.

En eso escucho que me llama Joa.

-CRISTAL.

Corro hacia él buscando consuelo, me dolió lo que dijo Dionel de que mate a mis padres.

Me pregunta qué sucede, pero no le respondo, no tengo ánimos de hacerlo, por lo que me lleva con él a la casa.

-Me vas a decir. Me vuelve a preguntar.

-Dijo... Dionel... Dijo que yo mate a mis padres. Le respondo al final entre lagrimas.

Él me toca la espalda acariciando de arriba hacia abajo.

-No le hagas caso... Sabes que eso no fue así. Me dice Joa.

Me muerdo el labio suspirando.

-Si yo no insistía en querer regresar... Capaz...

-No pienses en eso... Nadie puede predecir el clima ... Ni lo que puede pasar. Me consuela Joa.

-Nunca se lo dije a nadie... Pero desee haber muerto. Le confieso.

-No digas eso... Ni pienses en ello. Me dice Joa. -Sabes... Compraremos helado... De todos los sabores... Y nos sentaremos frente a la tele... Puedes elegir lo que quieras ver. Me dice.

-No estoy de ánimos. Le digo.

-Papá no va a estar... Puede comer lo que quieras. Me anima.

-Ok. Le respondo.

No puedo negarme está tratando de ser amable, no es su naturaleza, así que le voy a dar crédito por esta vez.

En eso le llega un mensaje y veo que tuerce la cara.

-¿Tienes un compromiso?. Le pregunto.

-Mis amigos me invitan a una fiesta... No importa. Dice.

-Ve. Le digo.

-Si me acompañas. Me dice.

-Ok. Le respondo.

-Solo hay que ir de etiqueta. Dice.

-De que es la fiesta. Le pregunto.

-Los padres de Daniel le hacen la fiesta... Por recibirse. Me comenta y tuerce la cara.

-Ok. Le respondo.

-Mejor quedemos. Dice suspirando.

-A caso... ¿Hay algo que no me dijiste?. Le pregunto.

-No. Responde serio y llegamos a la casa.

-Ok... Cómo quieras. Le respondo.

Él hace el pedido para que traigan el helado, y suspira mirando su celular.

-Ya... Dime qué es lo que te hace suspirar. Le pregunto.

-Cristal... Es que hay algo que debo decirte... Debo ser sincero contigo. Me dice.

-Ok. Le digo.

-Mmm... Siéntate. Me indica el sofá.

-Como inicio. Dice suspirando.

-Solo di lo que tengas que decir. Lo ánimo.

-Hace mucho... Me comprometí con una chica... Creí que era la indicada... Luego ella... Me... Dejo por decirlo de algún modo... Y ahora... Se comprometió con mi mejor amigo... Y... Si voy a esa fiesta...

-Te la encontrarás. Le digo para ayudarlo a resumir la historia.

-Si... Pero no voy porque me sienta mal ... Al verla... Es que primero quiero aclarar... Algo contigo. Me dice

-¿Conmigo?. Le pregunto.

-Asi es. Dice.

En eso suena mi celular y son mis amigas.

-Atiende. Me dice al escuchar que llaman a la puerta.

📱Chicas. Le digo al verlas en la pantalla.

📱¿Cómo estás?. Me pregunta Susan.

📱Bien... Por decirlo así. Le respondo suspirando.

📱Laba mi consolador. Me dice Gladys.

📱Loca. Le respondo.

📱Podemos hacer una noche de chicas. Me dice Vivi.

📱En otro momento. Les digo al ver que Joa tiene en las manos un pote de helado.

📱Si nos necesitas... Llámanos. Me dice Gladys.

📱Ok. Les digo y cortó.

Agarro la cuchara que me pasó Joa y me prendo por el pote.

-Espera las copas. Me dice mirándome de reojo al ver que ya mandé una cucharada.

-Si. Respondo con la boca llena.

-¿Cuál quieres?. Me pregunta.

-El que tiene chispas de chocolate ... Ese con trozos de galletas. Le indico señalando con el dedo.

Lo sigo con la mirada como sirve en cada copa y me pasa.

-Gracias. Le digo, contenta como niña y me voy con mi copa lamiendo la cuchara sentándome en el piso con un almohadon.

-¿Por qué te sientas así?. Me pregunta

-No quisiera ensuciar el sofá... Tu padre se enojaría. Le respondo.

-Supe que estabas en el coro... ¿Qué cantaban?. Me pregunta

-De todo. Le respondo riendo por dentro, al recordar lo que cantaba con las chicas.

-¿Me puedes cantar algo?. Me pregunta

-No. Le respondo.

-Y ¿porqué no?. Me pregunta.

-No te voy a cantar. Le respondo resoplando.

-Ok. Responde suspirando y enciende la tele. - Que te gustaría ver. Me pregunta.

-Mmmm... Voy a buscar mi actor favorito. Le comento agarrando el control.

-¿Qué tipo de película es?. Pregunta.

-Es... De acción... Él hace sus escenas... Es muy atractivo. Le digo suspirando y pongo la película.

-Ha... Si... La trama es interesante. Comenta enderezandose en su lugar.

-Si. Le respondo suspirando.

A más de una nos gustaría un hombre así, atractivo que salte de un edificio a otro para salvarte, que tenga un físico tan bien trabajado, una manera de ser que no es sobrador y que usa la frase "no me mates" al besarte, y sabe lo atractivo que se ve. Comento mordiéndome los labios inclinada hacia adelante como queriendo meterme en la pantalla.

-No me mates. Escucho que me dice Joa tomando con la punta de sus dedos mi pera, girando mi rostro hacia él y me plasma un beso que me provoca una electricidad en todo mi cuerpo.

Se retira y nuestras miradas se cruzan, dejo la copa tomando su rostro besándolo como tanto había soñado, tiene los labios dulces y frío por el helado, los siento carnosos y suave, nuestras lenguas se acarician con delicadeza. Profundizamos el beso él me atrae más hacia su fisonomía abrazando mi cintura. Cuando siento que su mano desliza como para acariciar uno de mis senos me retiro nerviosa y me alejo de él, corro a encerrarme en mi cuarto.

"¿Qué fue eso?", me preguntó, mi cuerpo tiembla de solo recordar sus caricias en mí espalda.

-Cristal. Lo escucho en mi puerta, choco la frente contra la madera dura y abro despacio.

-Esto... No puede pasar. Le digo en un susurro.

Él se aproxima y su aroma varonil invade mis fosas nasales, me toma con delicadeza nuevamente, plasmando un beso intenso en mis labios, me alza en sus brazos ingresando a mi cuarto conmigo sin dejar de besarme.

Mi corazón late acelerado, siento que se me escapa del pecho.

Siento su musculatura tan firme y dura. De ahora en más voy a adorar al creador de este dios griego que tengo ante mi.

Nuestras respiraciones se intensifican, compartimos el mismo aire.

Su sabor es único y dulce, su aroma es increíble, ni en mis sueños lo sentí así.

Tiene una manera intensa que me enloquece, como si estuviera necesitado de sentirme por completo.

Se quita el saco dejándolo caer al piso, lo ayudo a desatar su corbata, y desprendo cada botón de su camisa dejando a la vista su pecho que lo tiene tan suave y duro. Poso mis manos sobre él acariciando con gusto, siento su piel suave y tibia.

Él me quita mi blusa sobre mi cabeza descubriendo que no tengo sostén, me masajea siguiendo la redondes de mis lomas, y con ese toque tira una electricidad por todo mi cuerpo.

Acoplamos nuestras figuras besándonos. Él me guía caminando hacia la cama, me recuesta suavemente.

-Te necesito. Me susurra contra mis labios.

-Siento que me duele el pecho si otro se te aproxima... Hoy lo supe al ver a ese chico cuando te abrazo. Me confiesa.

-No sabía que sentías eso... Creí que me odiabas. Le digo.

-No te odio. Me susurra apoyando su rostro en mi cuello y me besa suave.

Acaricio su cabello y suspiro.

-Solo seguiré si quieres. Me dice y sonrió.

-Te odiare si no lo haces. Le respondo. Se endereza con una sonrisa amplia volviendo a besarme.