Mi Pequeña Collins

Cameron entro al cuarto de hotel, dio un fuerte portazo, mascullaba cosas inteligibles.

Nicol salió de la habitación con un pequeño camisón azul y lo vio asombrada, este caminaba de un lado a otro y murmuraba molesto,

-¿Qué sucede, bebé? La voz adormilada llamo la atención de aquel hombre que clavo sus pasos para voltear al verla.

Cameron delineó el cuerpo de Nicol y todo su enojó se transformó en deseo contenido, sin dar demasiadas explicaciones dio pasos rápidos y tomo por la nuca a su novia para besarla con pasión y desespero,

Nicol no dudo y de un salto enredó sus piernas en la cintura de su novio

Cameron la besaba sin piedad y la imagen de Lizet apareció en su mente, ese cuerpo corriendo por la arena, esos labios carnosos color rosa, su aroma, todo absolutamente todo, lo estaba volviendo loco, el deseo fue creciendo aún más en su zona baja. Mordió el cuello de Nicol cuando la apoyo contra la pared haciendo que sintiera su parte baja.

-Cameron- gimió con deseo.

Él se alejó para ver aquel precioso rostro que no se parecía en nada al que estaba imaginando y poco a poco bajo a Nicol que lo veía aturdida.

-Lo siento, voy a ducharme-

-Cameron. Volvió a decir, completamente sorprendía, pero este ni si quiera volteo a verla,

-Alístate, esta noche iremos a un club- la puerta del baño se cerró dejándola a medio vestir sin entender nada.

------------

La noche estaba calurosa, la gente iba y venía con tragos en sus manos, la música resonaba tanto que para hablar era necesario acercarse. El lugar se veía imponente, era la inauguración de un nuevo club, en la planta baja destacaban los colores rojo, negro, amarillos y naranjas, todo lo relacionado con el fuego, la pista cubierta de luces que no dejaban de destellar, mesas altas a los costado y sillones de piel rojo en el sector vip. Lizet camino por el lugar con un Margarita que saboreaba de tanto en tanto mientras movía su cuerpo sensualmente.

Un pequeño vestido color plata al cuerpo, que dejaba ver su espalda desnuda,  era la visión perfecta para Alex que la seguía desde atrás.

-¿Quieres ir arriba? Pregunto Amelia sosteniendo la mano de su novio Luca.

-Claro- Lizet bebió su trago y extendió su mano que fue tomaba con rapidez por Alex, que la sujeto gustoso.

Subieron las escaleras lentamente, las piernas de Lizet eran largas y tonificadas en la medida justa, el pequeño vestido terminaba justo en  donde comenzaba la perfecta redondez de su trasero.

Llegaron a la planta alta y los ojos verdes detallaron de alegría, la noche iluminaba el lugar, las estrellas se hicieron presentes, todo estaba en tonos claros, blanco, celeste, amarillo pastel, la pista era más pequeña, los sillones blancos con detalles dorados eran hermosos, no había que ser muy inteligente, este lugar al aire libre representaba el cielo, y así se sentía, libre con un ave en el cielo, -

-Muñeca creo que debes dejar de beber - susurro Alex en su oído.

-Vamos Alex, dijiste que esta noche seria inolvidable para mí- hablo tan cerca de los labios del rubio que se rozaron sin intención.

Alex río feliz y una de sus manos fue a dar a la espalda desnuda de Lizet, para luego acariciarla con delicadeza.

-Vamos a bailar, - grito otro de los chicos que los había acompañado en el viaje.

-¡¡Siii!!, Lizet estaba feliz, o al menos esa tercera Margarita la ponía feliz, estaba cansada de tanto llorar en su cuarto, y otra vez era por el amigo de su hermano.

-Dime, dijo casi arrastrando las palabras en Amelia- No me merezco que al menos me mire.

Amelia rio al ver los ojos brillantes de Lizet y esas mejillas rozagantes- debes dejar de beber, pero si realmente quieres molestar a ese idiota, creo que dejando que Alex se acerque lo conseguirás- Amelia señalo con el mentón y Lizet disimuladamente volteo para encontrarse con el rostro serio y molesto de Cameron.

“Claro, solo soy una niña inmadura y desobediente para él”

No tardo mucho en percibir a la rubia que estaba sobre las fuertes piernas besándolo con pasión.

-Vaa- rodo los ojos molesta-  hoy me voy a divertir- levanto la copa y dejo descender el frio liquido por su garganta hasta terminar.

Su cuerpo parecía tener vida propia, se deslizaba de arriba abajo tan sensualmente que varios ojos masculinos se clavaron en ella, Alex aprovecho y la atrajo a su cuerpo, pero lejos de molestarse apoyo su frente en la de él, el traer tacones altos ayudo para quedar en perfecta sincronía con el rubio.

-Eres hermosa- Alex la miro deseoso, quería besarla. - Me gustas.

Cameron apretó la cintura de Nicol con fuerza cuando vio como Lizet enrollaba sus brazos en el cuello del rubio.

-Hermoso, tranquilo, vas romperme. Nicol levanto su vista luego de abandonar el cuello de Cameron para notar como su novio miraba fijamente la pista de baile y como una cachetada en su rostro fue la molestia que le causo, ver el motivo.

-¡¡Vamos!!, se puso de pie.

-¡¡Que!!- Cameron la observo aturdido

- Dije vamos- extendió su mano y Cameron desvió la mirada a la pista\,  esos ojos negros se llenaron de ira y de pronto se puso de pie\, pero las manos sobre su ancho pecho lo detuvieron\,

-Déjala en paz, ven quiero que cumplas con una de mis fantasías. Nicol sonó coqueta cerca de su oído y su lengua pecaminosa recorrió el cuello de su novio. Cameron parecía fuera de si, no sintió absolutamente nada, excepto que aun quería matar al rubio que sostenía a Lizet por la cintura y besaba el cuello expuesto.

-Vamos- jalo a Nicol molesto, no podía armar una escena, eso solo traería problemas con su novia, y lo cierto es que se vería ridículo peleando con un niño.

-Me gusta demasiado- Alex volvió a besar el cuello ligeramente sudoroso, pero excitante.

-Tu... a mí no, lo lamento – Lulú siguió con sus ojos la enorme espalda del dueño de sus suspiros. Cameron abrazaba a Nicol tan descaradamente que una de sus manos casi tocaba el perfecto trasero. -

-Eres cruel Collins. Alex sonrió mirándola fijamente, pero ella solo tomo el trago de las manos de este y dio un sorbo apresurado, buscando mitigar el dolor.

“Él es cruel, y ni siquiera lo sabe”

-------------------------

Eran altas horas de la madrugaba. El grupo de jóvenes decidió correr por la playa. Amelia estaba sobre los hombros de Luca y gritaba cuando este se adentraba al mar.

-Lizet llevaba sus tacones en las manos, la arena húmeda se aferraba a sus pies, para luego desaparecer con el simple toque de la espuma blanca del mar.

-Jamás pensé, estar contigo aquí. Hablo Alex caminando junto a ella,

- Lo lamento.

- Deja de disculparte, estar contigo así también es bueno- Alex fue sincero, Lizet siempre fue la chica que más admiro, pero tampoco estaba enamorado de ella.

Caminaron un par de minutos más alejándose del grupo, la vista era preciosa, el cielo comenzaba aclararse, ella miro el horizonte y sonrió feliz, aunque le hubiera gustado compartir ese paisaje con otra persona. Alex se alejó unos pasos

-Wow, pero que m… Alex fijo sus ojos a la pareja que se encontraba desnuda entre unas rocas.

Lizet apresuro el paso para ver-

-Cameron- susurro y sus ojos se llenaron de lágrimas- rápidamente las limpio – Vamos, debemos descansar, pronto hay que trabajar- rápidamente giro sobre sus pies y camino al hotel.

Cameron levanto la vista al escuchar un ruido y alcanzo a percibir la figura de Lulú alejándose. Nicol sonrió gustosa, no era estúpida, entendía que algo no estaba bien entre estos dos.

-Vamos- incorporándose, rápidamente tomo la ropa y comenzó a vestirse.

-¿Qué pasa? Pensé que nos estábamos divirtiendo- Nicol tomo el vestido y se lo puso.

-Sí, pero está amaneciendo, volvamos al hotel- no la espero y comenzó a caminar desesperado, no entendía sus propias emociones, solo que odio la idea de que Lizet lo haya visto en esa situación con Nicol.

-¡¡Cameron espérame!!.

💕💕💕💕💕

Por ser un nuevo año, hoy les regalo un capitulo más.

Espero que este nuevo año les traiga nuevas emociones y experiencias únicas.

¡¡Feliz año nuevo queridas lectoras!!

Un enorme y fuerte abrazo.

Gabriela.