La madre de Hadassa tuvo que huir de su propia manada y establecerse en otra; aun así, a ambas las miran con desconfianza. Ellas son omegas, una clase muy baja y despreciada porque nadie sabe por qué ella huyó de su manada.
Pero cuando Hadassa conoce la verdad, ella debe esconderse y, para su desgracia, tendrá que compartir su refugio con Dante Brown, un arrogante lobo y próximo alfa de la manada, quien siempre pareció despreciarla, pero ahora él está dispuesto a protegerla.
¿Será que Hadassa pueda confiar en Dante? ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones al tenerla cerca?
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Verdades
Las cosas en la manada fueron de a poco mejorando, por alguna razón los rumores sobre mí acabaron. Así que pude terminar mi preparación de loba sin inconvenientes, Josh me felicitó por hacer muy bien mi entrenamiento, mencionó que fui la mejor.
Pronto podré ir a la universidad y estudiar, aunque la mayoría de las manadas tienen definidos sus territorios, existen deberes que hay que cumplir, todos tienen la obligación de ser útiles miembros de su clan, ya sea estudiando o realizar oficios que fortalezcan a la comunidad. Ir a una ciudad grande que queda cerca del territorio es algo que todos los clanes respetan. Podré salir de aquí, el lugar en que crecí y conocería a otras manadas que eran diferentes a las de la montaña.
Supe que Dante y sus compañeros cercanos habían tenido que marcharse muy repentinamente, y hacer un posgrado de sus estudios. Las semanas transcurrieron con tranquilidad, hasta que llegó el día en que debía irme a la Universidad estatal, estaba nerviosa, pero quién más lo estaba era mi madre.
- Cariño por favor, debes contarme cualquier cosa que suceda cuando estés allá_ decía unos días antes.
Hoy las cosas fueron diferentes y mi madre, estaba tan angustiada que me dijo que necesitaba decirme algo muy importante:
- Mamá estás temblando_ dije cuando me senté y la mire sería.
- Querida mía, si antes no había podido decirte lo que te diré es porque temía por nuestra seguridad_ dijo inquieta
- Mamá tranquila, ya estamos lejos de aquellas personas que hacen que te pongas así_ afirme, sin saber sus motivos
- No lo creo. La reina de los Lican, me amenazó con matarnos y no quiero que te encuentre_ dijo de repente con miedo
- ¿Qué cosa? ¿La reina? Mamá tú acaso... ¿tuviste un romance con el rey?_ estaba realmente sorprendida y confusa.
- No cariño, él rey era mi compañero destinado, sin embargo me rechazó porque era una simple Omega... y cuando escogió a su reina elegida, trato por años de negar nuestro vínculo. Me evitó en ese tiempo, sin embargo en una noche...su vínculo por mi fue más fuerte... yo lo amaba hija... y en esa ocasión quedé embarazada de ti.
Estaba en estado de shock, escuchando su historia. Todo parecía salido de un cuento... pero era la realidad.
- Nunca le dije de mi estado. Su reina lo descubrió y antes de que nos hicieran daño, hui... ella comentó que nos asesinarían, porque nunca pudo darle herederos al rey. Bueno es sabido que escoger un compañero sin estar destinado, no asegura que se tenga descendientes.
Por favor Hada querida, cuídate por si ves a miembros de esa manada. Tú llevas la sangre del rey, eres más que una simple Omega, siempre lo has sido.
- ¿Por eso me cuentas esto ahora? ¿Alguien más sabe esto?_ pregunté inquieta y a la vez perpleja
- Nuestra luna es la única que lo sabe. Por eso estaba en tus entrenamientos, supervisando que nada te suceda. Eres la princesa, después de todo_ agregó y sus palabras resonaban en mi mente
- ¿Tú lo sabías Nira?_ le pregunté a mi loba
< No podía decirlo aún. Pero por esa razón eres más fuerte que cualquier miembro de esta manada, tu fuerza se compara con el alfa_ comentó
Eso explicaba el porqué pude tumbar a Dante. Mi madre me había salvado, no podía enojarme con ella, porque no me lo contó antes. Ella siempre me ha amado, podía ver sus ojos llenos de temor e inquietud cuando terminó de decirme todo.
- Mamá, no estoy molesta contigo. Te Amo mucho, siempre me has cuidado y yo también guardaré el secreto porque he vivido bien hasta hoy_ dije y le di un abrazo fuerte
Mi madre y la luna fueron quienes me acompañaron, el lugar era inmenso, había personas tan diferentes. Las personas de las montañas tenían la piel morena, acá había diferentes tipos de piel, claro, y tonos más oscuro, yo era considera blanca en mi comunidad pero era porque todos tenían la piel más oscura. Recordé a Dante que era moreno y de ojos en tono gris, aquello le daba una apariencia muy atractiva. Derek al igual que él también tenía ese tono casi como caramelo y los ojos azules. Llamaba la atención que hubiera personas que tenían diferentes facciones y también eran bonitos. Estaba acostumbrada a ese concepto de belleza.
- Recuerda lo que conversamos cariño, quiero que lo pases bien, pero que tengas cuidado_ dijo mi mamá cuando nos tuvimos que despedir.
La primera semana fue dura, debía adaptarme a los horarios y a vivir en un departamento sola. La luna de mi manada, arreglo que me alojará en dónde antes vivió Dante, no quería en un inicio, pero ante los temores de mi madre y la insistencia de la luna, finalmente me quedé. El lugar era hermoso y cómodo, tenía todo lo que necesitaba y más... el departamento contaba con dos habitaciones. Estudiar psicología no era fácil y debía pasar mis siguientes años aquí, esperaba no tener que toparme a Dante o alguien más.
Una noche en que llevaba un mes con trabajos y estrés, soñé que alguien irrumpia en el departamento, era un hombre grande, guapo y tenía los ojos brillantes por el deseo. ¿Realmente estaba teniendo esa clase de sueños?, pensé. El sujeto se desvestía lentamente, lo que hacía que se marcara su vientre musculoso, se acercaba a mi cama mientras yo dormía, su aliento chocaba en mi rostro, luego, metía su mano para tocarme el rostro, el cuello hasta llegar a mis senos y acariciarlos. Sentí su calor y comencé a gemir ante el deseo que despertó, él también suspiraba, sus caricias iban descendiendo hasta llegar a mi zona íntima.
Abrí los ojos de golpe y me di cuenta de que era un sueño húmedo. ¿Porque el sujeto que veía tenía un ligero parecido a Dante?
Me comencé a dar golpecitos en el rostro molesta, de estar pensando en alguien que ni siquiera me agradaba. ¿Habrá sido porque Dante y yo hemos compartido besos apasionados? Sea lo que sea, no me agradaba nada la idea de tener que sentir eso. Así que me mentalice en seguir mi rutina y estudiar...
Al día siguiente me encuentro a la entrada de la universidad a nada menos que Dante Brown, me sonroje al recordar lo de la noche anterior.
- Hola mi Omega, mi madre me contó que estabas estudiando_ comentó como si fuéramos amigos
Pase por su lado ignorando sus palabras. Sentí que me llamaba, pero la verdad es que me daba vergüenza solo verlo a la cara.
siempre fueron asi, la unica que no se dio cuenta eres tu !
hay amigas, que resultan, no ser amigas..
zorras hagazapadas he envidiosas !!
de esas hay muchas...