Segunda Oportunidad

*** Adrian***

Nos sentamos en el piso recostados a la cama ella seguía llorando en mi hombro derecho y yo la abrazaba, a su lado esta Ana y junto a Ana Esteban, a mi lado izquierdo están Jorge y Martin. Todos consolamos a Lucía en silencio, nos quedamos así por unos minutos largos, solo la abrazabamos. -No se merecen estar encerrados aquí. Por favor váyanse.- Pidió Lucía en cuanto se puso mejor y secándose los ojos. Se pone de pie y también hago lo mismo me paro frente a ella. -Que bueno lo mencionas.-le respondí regalando una sonrisa. -Salgamos, vayamos al cine. -propuse. -Los niños como siempre respondiendo en coro. -No estoy de ánimos, además no puedo salir con este rostro deforme. -termina de decir lo último y trato grueso, me duele verla así. -¿Vas a dejar que los niños vayan con un desconocido?. -Miró a los chicos y les convencimos todos al mismo tiempo cuando pusimos una carita triste. -Me tomaré una ducha. - la ayudo a elegir su ropa de su armario, optamos por la compra que hicimos el sábado, entramos al baño juntos, su rostro transmitía dulzura y a la vez tristeza, la ayudo a quitarse la blusa, mataré a ese idiota cuando lo vea lo juro, ella tenía más de dos moretones cerca del pecho y su abdominal, ella me mira avergonzada y nuevamente empieza a llorar en mis brazos. Se hace un nudo en la garganta, no me salen las palabras para hacerla sentir mejor, así que solo me limito a abrazarla con delicadeza para no volver a lastimarla, se separa de mi, seca sus lágrimas y entró a la ducha, salí afuera para darle un tiempo y pueda ducharse tranquila. Al salir llame a Marta.

---Inicio de llamada---

- Hola asistonta.- bromee en cuanto escuche a Marta.

- Inge, ¿donde rayos estas? Mariela vino a buscarte y como no te encontró desde hace horas esta encerrado con el ingeniero de sistemas Robert.

-¿Y ellos desde cuando son amigos?.

- Pues de algo estoy segura, que no es desde hace muuuucho. -la muy tonta hace sonido de una vaca insinuando que me pone los cuernos, mientras se carcajea.

- No importa, llamaba para decirte que hoy me tomaré el día libre. -Dije ignorando su comentario y la verdad es que no me importa, ojalá si me ponga los cuernos así tengo una razón para dejarla.

- No bromees con eso. -Responde Marta con un tono diciendo "No te creo"

-Si, yo tampoco lo creo pero surgió algo. - dije en un tono más serio, dandose cuenta que no estaba bromeando.

- Y tus pendientes de hoy, ¿la junta con los de sistemas?.- pregunta con preocupación.

-Puedes hacerte cargo tú, o lo pasas para otro día. Debo colgar. -La llamada lo finalice al ver a Lucía salir.

---Fin llamada---

Termina de vestirse mientras seguía con la toalla puesta, es tan perfecta, se acercó a mi y olía delicioso.

-¿Estas mejor?. - la tomo de la mano mientras la siento en una silla, ella solo responde que si con la cabeza.

-Aquí tienes.- Ana me pasa un cepillo de cabello. le sonrio y la peino suavemente

- Te traigo maquillaje también.- dice Martin mientras va por ellos. Instintivamente hice un gesto de "que se supone que haré con los maquillajes". Jamás use alguno. lgual las tome para no dejar a Martin con los brazos extendidos. Terminé con el cabello y voy "pintarle".

Observo los materiales que tengo en las manos, y los niños empiezan a reirse, sus risas contagio a Lucía y me siento feliz de verla reirse. -Yo lo hago. -responde quitándomelas de las manos y va frente al espejo a hacer la magia que yo no pude hacer.

Se pone los lentes oscuros y nos subimos al auto, todos vamos emocionados al cine.

Nos dirigimos hacia la ventanilla para las compras de las entradas y las palomitas más refrescos, los niños se ven super emocionados, sin embargo Lucía se la ve incomoda.- Todos los ojos están sobre nosotros. - y efectivamente se la escucha incomoda. -Si deseas podemos irnos. - No, los chicos están felices. -Dijo señalando con la cabeza hacia donde estaban ellos compartiendo las palomitas.

Todos nos miran, esta vez las miradas de las mujeres, no son iguales a las anteriores ocasiones, que cuando me ven o me sonríen o directamente coquetean conmigo, ahora me miran con odio y rencor.

Es como si estuviesen diciendo "si tocas a una, te las tienes que ver con todas".