Él ayuda a su mejor amigo a castigar a su hija dándole un empleo en su empresa, pero lo que no contaba era que ella estaba completamente diferente de lo que recordaba. La deseó en cuanto la vio entrar en su oficina. Ella siempre ha estado enamorada de él y lo tentará como el mismo diablo.
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Capítulo 15
Una semana después con Henry
La vida es una broma, una maldita broma hasta hace una semana no quería mezclar las cosas, y lo apropiado sería dejar todo lo que sucedió en ese maldito hotel, pero no, mierda, estoy corriendo como un maldito perro detrás de esa nínfula que solo sabe decir "no", "fue tu elección ahora vive con las consecuencias", me enfurece y me excita, la quiero y no dejaré de intentarlo hasta que se rinda ante mí. Quiero a Melissa y la tendré aunque esté mal, aunque mi amigo se enoje conmigo, aunque todo esto sea una mierda, la quiero.
Henry- Que se joda, la quiero
-Me levanto de golpe de mi silla y voy hasta su mesa.
Mel- ¿Necesitas algo?
-Ella habla en serio y yo cierro un ojo.
Henry- Algo entró en mi ojo.
-Ella se pone de pie y se acerca a mí, retiro la mano de mi ojo y ella sopla, agarro su cintura y junto nuestras bocas, no le doy tiempo de reaccionar, sumerjo mi lengua en su boca exigiendo todo lo que ella tiene para dar, me alejo solo para verla roja de deseo cuando voy a devorar su boca Melissa se aparta y me da una bofetada dejándome sin reacción.
Mel- No te atrevas a hacer eso otra vez.
Henry- ¿Me pegaste?
-Gruño y ella me mira con cara seria "yo soy el golpeado y ¿ella está furiosa?"
Mel- Si me besas otra vez no solo te daré una bofetada en la cara, Henry, te arrancaré lo que tienes entre las piernas.
-Jalo a Melissa hacia mi oficina y ella intenta soltarse.
Henry- ¡Basta de tonterías! Te quiero y sé que tú me quieres, Melissa.
-Hablo con firmeza y ella me mira rodando los ojos "y tengo ganas de darle una bofetada en ese trasero voluptuoso".
Mel- Dejé de quererte cuando me dijiste que solo estarías conmigo en el hotel.
-Paso las manos por mi cabello enfurecido y tengo ganas de golpear mi propia cara.
Henry- ¿Vamos a estar juntos?
Mel- No, gracias.
Henry- ¿Qué necesito hacer para que estés conmigo en serio?
-Ella sonríe cruzándose de brazos.
Henry- ¡Melissa!
-Gruño pero ella solo se encoge de hombros, respiro hondo.
Henry- ¡Te quiero! Después de hacer el amor contigo me obsesioné, nunca sentí esto antes. Te quiero, Melissa, te necesito.
-Ella se acerca.
Mel- De rodillas, viejo.
Henry- Solo me pongo de rodillas si es para hacerte sexo oral.
Mel- ¿Crees que quiero otra cosa?
-La maldita sonríe y no pienso mucho antes de arrodillarme frente a ella, ella se sienta en el sofá, meto las manos por debajo de su vestido y le saco la tanga de encaje, la llevo a mi nariz y huelo el maldito perfume que me enganchó, tiro de su trasero hacia el borde del sofá, abro bien sus piernas y paso la lengua sintiendo el sabor adictivo.
Mel- Oooh.
Henry- Eres tan deliciosa, mierda.
-Succión el clítoris y ella tiembla, doy lamidas y succiones hasta que siento su cuerpo temblar, introduzco dos dedos y los muevo, ella arquea la espalda y sé que acerté con su punto G, sigo acertando con los dedos mientras succiono el clítoris hasta que la siento eyacular en mi boca, ávido atrapo su entrada tomando todo su placer dejando mi rostro completamente untado, continúo succionando hasta que ella aparta mi rostro de su intimidad.
Mel- Me hiciste eyacular en tu cara.
Henry- No tienes idea de lo delicioso que es beber tu placer.