Amor Después Del Amor

El día de la presentación ha llegado, hoy debo arreglarme muy bien, pues aapartede que quiero causarle a Rubén junior una buena impresión, estarán los clientes y proveedores más importantes, elijo un traje sastre de tres piezas azul marino con pantalón y una blusa blanca un poco transparente, pero con el chaleco podré estar cómoda, el traje ajusta mi figura de una manera sencilla, pero elegante y el corte del pantalón cae con fluidez sin marcar mis piernas, zapatos azul marino de tacón medio y una bolsa grande color rojo para darle un toque de color a mi atuendo. Quiero verme presentable, pero no provocativa, para dejar claro que soy muy profesional. Peinó mi cabello con suaves ondas, soy blanca y tiño mi cabello de un rojo vino que me encanta como contrasta con mi piel, mi pelo rizado natural que generalmente recojo en una coleta, es algo rebelde, así que si lo peinó en ondas me queda muy natural y me dura todo el día, un maquillaje ligero, solo marcando mis facciones y estoy lista.

Manejo nerviosa hasta la oficina, entro y reviso qué todo esté listo, Arturo no aparece por ningún lado, y es extraño, ya que siempre se presenta con un café en la, mano para mi, y ahora en serio necesito ese café, así que voy hacia mi despacho y pido a la secretaria que me prepare uno. En eso llega mi jefe, más apuesto que nunca, aunque está muy bien conservado para su edad, se nota el cansancio en su mirada, pero en esta ocasión se le ve contento, presentará con orgullo a su heredero y a partir de hoy ya no tendrá el peso de la empresa el solo, y paulatinamente irá dejando todo en manos de su hijo. Entro a su oficina después de tocar y le informo que todo está listo tal y como lo planeamos, damos una revisada rápida a ciertos pendientes y me pide que me acerque, me da unas palabras de agradecimiento y luego me pide que por favor me acerque a su hijo y le enseñe todo lo referente al manejo de la empresa. No tiene ni que mencionarlo, contesto, cuente conmigo como siempre. Le pregunto por su esposa Doña Sofía, pues ella también estará presente en la junta, llegará del brazo de nuestro hijo, no te preocupes, así que me fui al tocador para retocar un poco mi maquillaje, porque estaban por comenzar a llegar los invitados.

Ya todos listos cada quien en su lugar, comenzó la junta y mi jefe dio un breve discurso agradeciendo el empeño de cada uno de los trabajadores, la confianza de nuestros clientes y el apoyo de nuestros proveedores. Y cuando dio la bienvenida a su hijo, yo mire con asombro pues del brazo de Doña Sofía, caminaba ni más ni menos que Arturo, de inmediato sentí arder mis mejillas, me imagino que me puse roja como un tomate, el muy imbecil me había engañado, seguramente disfrutó riéndose a, mis costillas.

Dio un brevisimo discurso, solo se presentó y dijo que ahora formabaparte de él equipo de dirección, y que ya tendría tiempo de conocerlos a todos personalmente.

Me toco cerrar agradeciendo la asistencia y asegurando que todo marcaría sin contratiempos según lo planeado. Pedí un aplauso para mi jefe y su esposa y después otro para Rubén Junior, y al terminar corrí al baño a recomponerme. No le daría la satisfacción de seguir burlándose de mi.

Me dirigí rápidamente a la oficina de mi jefe, como si nada hubiera pasado, salude cariñosa a Doña Sofía, que siempre ha sido muy amable conmigo, y le di la mano con falsa cortesía al hipócrita de Rubén, charlamos de lo bien que salió todo, Rubén bromeó acerca de que si debía trabajar conmigo o contratar una asistente para él, yo hiba a contestarle que con gusto capacitaria a su asistente, pero su padre dijo que yo podía con los dos, y su madre añadió que yo podía no solo con los dos, sino hasta sola, le agradecí el cumplido y me encargaron a su hijo, porque la feliz pareja se iría a comer para celebrar.

Cuando nos quedamos solos, le pregunté quien diablos era y que pretendía burlándose de mi, calma, me respondió, eso fue un plan de mi mamá, quería que conociera la empresa desde abajo, y no te he mentido en nada, mi primer nombre es Arturo y espero que nada cambie entre nosotros.

Salí sin contestar, me ahogaba el coraje de semejante sangre fría.

Si quería empaparse de los manejos de la empresa, ahí estaba yo para ayudarlo, así que reuní varias carpetas con balances y estados de resultados y se las llevé, al verme entrar con todas ellas, se me quedo viendo y preguntó que era todo eso, a o que respondí que debía revisarlo todo de inmediato, con su permiso, voy a comer, le dije y di la vuelta decidida a salir de ahí lo más pronto posible, pero se interpuso en mi camino y me ordenó quedarme a revisar las carpetas con él. A menos que me invites a comer y luego terminamos esto, añadió. Me senté y le mostré el primer balance, y él desde el otro lado del escritorio fingió poner atención, pero en un descuido tomó mi mano y me pidió disculpas por el mal rato que me había hecho pasar, vamos a comer, muero de hambre y apuesto que no has probado bocado en todo el día, dijo con una sonrisa, ni siquiera te pude traer tu café, tenía razón, ya que el café que le pedí a la secretaria continuaba intacto en mi escritorio.

Está bien, le dije, pero espero que no vuelvas a burlarte de mí o renunciaré.

Comimos nuevamente pizza, cuando esta llegó quise tomar los utensilios para servir las rebanadas y él me lo impidió diciendo que en ese momento no estaba en la oficina y tampoco era su madre, así que él me atendería, quise objetar y me respondió que los hombres también pueden servir pizza, lo que me provocó una carcajada, ya más relajados, volvimos a la oficina y me llevé las carpetas, él se quejó de lo mala que había sido al asustarlo con tanto trabajo, yo respondí que lo merecía, por no haberme dicho desde el principio quien era. Ok, quedamos a mano. Sentenció.

Pasamos la tarde conociendo al personal con el que trabajaría directamente y nos despedimos para irnos a descansar.

No sé si debí perdonarlo tan fácil, será que acostumbrada como estaba a dejar pasar todo lo que mi ex hacía no sé ponerme firme?

Será que estoy desesperada por no sentirme invisible?