Introducción
Viridiana una joven mexicana que ama la música, había ganado la oportunidad de hacer una maestría en Roma en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. A sus 22 años ya tenía cien canciones escritas, y no solo la letra ella quería convertirse en una compositora mundialmente famosa. Sabía que pronto pasaría el tiempo, después volvería a su país para comenzar su sueño. Pero su estadía en Roma le cambiaría la vida para siempre, así entendería la razón de cada canción compuesta y escrita por ella.
Levent Akyürek un CEO de Estambul, estaba haciendo negocios importantes en Roma para fortalecer su imperio en compañía de su padre, a sus 24 años tenía todo, una familia unida, una fortuna en constante crecimiento. La más bella prometida de toda Turquía, pero el destino lo pondría a prueba.
“La vida sería mejor explicada a través de las más bellas canciones.” Viridiana
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Buen Viaje
Capítulo 5
Viridiana preparaba su equipaje, Miroslava la actriz y mejor amiga de su padre le había prestado su casa en Roma, para que viviera durante el tiempo que lo necesitara. Estaba empacando lo necesario, ella quería llevarse su vida en aquellas maletas. Pero era imposible, ella viajaría al día siguiente. Pero antes de marcharse festejaría el cumpleaños de su papá, como siempre habían organizado una enorme fiesta, amigos, familia sobre todo compañeros de trabajo más cercanos al productor y director estaban presentes.
—Eloísa qué bonita está tu fiesta.—expresaba Miroslava
—Me alegra saberlo, quiero aprovechar para darte las gracias por ofrecerle tu casa a mi hija.—
—Eloísa sabes que no tengo familia, y a tu esposo siempre lo he visto como un hijo, tu suegra es mi mejor amiga. Además aprecio mucho a tus hijos.—
—Sin duda familia es con la que convives todos los días, creo que todos en la televisora somos una familia.—
—Así es Eloísa, además tú eres el alma de cada telenovela que hemos hecho. Ya le dije a tu esposo que yo quiero participar en tu nueva novela.—
—Así será, vamos Miroslava acaba de llegar el señor Villaseñor tenemos que saludar al jefe.—
El dueño de la televisora apreciaba en demasía a la familia Escalante, tanto que Rodrigo era su productor y director mas importante, hace años que se había convertido en uno de sus ejecutivos en la empresa.
—Feliz cumpleaños Rodrigo.—
—Gracias, me alegra que haya podido venir.—
—No me puedo perder tal evento, tus fiestas de cumpleaños son las mejores. Además quiero felicitarte, la nueva telenovela es todo un éxito. Hemos revisado las redes sociales, y hemos pensado subir el intro que compuso tu hija Viridiana a una plataforma de música. Han pasado bastantes años, sin tener tanta popularidad la música de una telenovela.—
—Por lo menos una que no tiene letra.—
—Debería Viridiana quedarse en México, tiene un lugar asegurado en la televisora.—
—Gracias, pero es su sueño. No soy nadie para cortarle las alas a mi hija, cuando vuelva estoy seguro que va a aceptar trabajar con nosotros.—
—Eso espero, en verdad.—
Viridiana lucía muy bella esa noche, saludó a todos los asistentes. Aprovecharon para felicitarla por su primer éxito, se sentía feliz por ese logro. Pero triste a la vez porque estaría lejos de su familia y amigos durante dos años. Todos brindaron por el cumpleaños de Rodrigo, que a su vez se sentía nostálgico. Su hija estaría lejos, en un país extraño y sola, como todo buen padre no dejaba de preocuparse.
Al día siguiente Viridiana y familia la llevaban al aeropuerto, su vuelo estaba programado por la mañana, sería un largo trayecto de quince horas más o menos hasta Roma. Viridiana estaba nerviosa y asustada, aunque la aventura que estaba apunto de experimentar le agradaba bastante. Llego al aeropuerto a documentar sus maletas e instrumento, solo pudo llevar su violín con ella.
—Miroslava dice que en su casa tiene un piano que era de su difunto esposo. Y que puedes utilizarlo libremente.—
—¿Entonces el esposo de Miroslava era músico e italiano?—
—El difunto esposo de Miroslava era director en Italia, y tocaba el piano como pasatiempo. Ahí fue donde se conocieron, mientras grababan días de otoño en Roma. Mi maestro Pimstein consiguió ese papel para ella, Tulio quedó flechado de inmediato por nuestra gran diva del cine de oro.—Rodrigo le contaba la historia de amor de su gran amiga a su querida hija.
—Nunca pensé vivir en el departamento de alguien tan famoso.—
—Miroslava nos lo ofreció, esta feliz de que te hayan aceptado en la academia y quería poner su grano de arena para que tu estadía en Roma fuera agradable, sobre todo facilitarte que solo te dedicaras a estudiar. Ten, en esta tarjeta hay dinero suficiente para todos tus gastos, estaré al pendiente de que no te falte nada. También dejé dólares en tu cartera, que deberás cambiar al llegar.—
—Gracias papá, por apoyarme y estar siempre conmigo, vendré para navidad.—Viridiana abrazaba a su padre.
—Listo trajimos frappe para todos.—decía Eloísa
Eran sus últimos minutos en familia, hasta que Viridiana regresara. Minutos después llegó el momento de desearle un buen viaje y despedirla con una sonrisa. Viridiana abrazaba a sus padres y a su hermano Marcelo.
Tomó su mochila y su violín para después abordar el avión. Pensaba en muchas cosas, se sentía emocionada hasta la médula, no pudo evitar llorar, nunca se había separado de su familia. Pero había caminos que le correspondía recorrer en soledad. Conforme atravesaba el océano, Viridiana escribía una nueva canción, se sentía inspirada, sin darse cuenta llegó a su destino. Por la ventana del avión veía la ciudad de Roma, su nuevo hogar, aunque no permanentemente.
Bajo del avión y tomó un taxi que la llevaría a la dirección donde estaba la casa de Miroslava. Era la primera vez que estaba en Roma, había visitado España, Francia, suiza e Inglaterra en vacaciones. Pero Roma era un sueño, era arte en total plenitud. Cada calle y cada monumento contaba una historia muy antigua. Llego a la casa, el taxista bajó sus maletas y ella le entregó su pago por el servicio. Presionó el timbre, unos segundos después abrió la ama de llaves.
—Señorita Escalante, bienvenida permítame ayudarla.—
—Pensé que eras italiana.—
—No, yo soy de Sevilla. Me llamo Dolores, estoy para servirla. La señora Miroslava tiene años sin venir, hasta supuse que vendería la casa.—
—Entonces no estaré sola, eso me agrada.—
—¿Cuénteme qué tal su vuelo?—
—Estuve ocupada con una nueva canción.—
—Adoro la música, recuerdo cuando el señor Tulio y la señora Miroslava vivían aquí. Escucharlo tocar el piano y la señora cantar eran un verdadero deleite.—
—Me escucharás a mí seguido tocar.—
—¿Cómo está la señora Miroslava?—
—Bellísima, actualmente está haciendo una telenovela bajo la producción y dirección de mi papá, ah también hará una película.—
—Me alegro, ella es muy talentosa. Esta será su habitación, me solicitó la señora que le diera la principal. Que todo lo que había aquí, estaba a su entera disposición.—
—Eres muy amable Dolores.—
—Llámeme Lola, señorita Escalante ¿Quiere cenar?—
—Si por favor, Lola. Llámame Viridiana o Viri.—
—Está bien Viridiana, que lindo nombre.—
Todo el miedo que sentía se desvaneció al conversar con Lola, ahora si se sentía motivada. Su estadía en Roma sería agradable sin duda alguna.