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Sr. Dominante

Sr. Dominante

Status: En proceso
Genre:Juego de roles
Popularitas:4.4k
Nilai: 5
nombre de autor: KeliindA RojanO C.

Liliana es una joven a la cual se le ha presentado la oportunidad de trabajar en una de las mejores empresas de la ciudad. El trabajo lo necesitaba tanto que hará lo que sea necesario para mantenerlo... Pero con lo que ella no contaba, era que se volvería el blanco del jefe, volviéndose una presa fácil para el despiadado. Sr Dominante.

NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una conversación

Me quedé inmóvil. Solo había una persona que sabía lo que pasó hoy, aparte de Liliana y yo. Y ese era Jake mi mejor amigo.

—¿Así que tú y Jake volvieron?— pregunté deliberadamente cambiando el tema y tomando nota para no volver a contarle nada a Jake nunca más. Alice y Jake han estado yendo y viniendo durante los últimos dos años. Ambos testarudos y sin querer ser los primeros en admitir que se aman.

—No, no, no—meneó su pequeño dedo frente a mi cara, claramente captando mi intención. —Dime qué pasó entre ustedes dos—

—Nadie debe escuchar sobre esto, Alice. Y especialmente ella. No quiero que se sienta incómoda aquí—sabía que no había salida, así que le conté lo que pasó, pero omitiendo lo del suceso de esta mañana. Nadie tenía por qué saber eso.

Después que terminé de contarle a Alice, ella simplemente se quedó allí mirándome con sus grandes ojos negros.

—¿Me estás diciendo que recogiste a esa chica hermosa en el bar anoche y todo lo que hicieron fue comer pizza en tu casa y ver programas de televisión?— la sorpresa cubría su rostro, lo cual era bastante divertido. Alice no era de sorprenderse tan fácil.

—Si, no es lo que piensas— le dije tratando de ser indiferente, pues no quería que nadie supiera cuánto me está afectando esa chica.

—Aja, sí claro. Eso díselo a tu amigo de ahí abajo— dijo para reírse a carcajadas, obviamente no me creía ni una palabra. Y para ser honesto, ni yo me creería.

—Vuelve a trabajar, Alice. No te pago para que chismorrees por aquí, muéstrale a Liliana cómo funciona todo— dije dándole una de mis famosas miradas que han hecho que muchos pierdan la compostura.

—Ya, está bien, me voy. Pero no creas que no te conozco Valero. Hay algo que me estás ocultando y me voy a dedicar a descubrirlo— advirtió antes de salir y cerrar la puerta.

No hay nadie que yo conozca que tuviera las agallas de hablarme cómo lo hace Alice. Ella es literalmente la única que no me tiene miedo y es algo refrescante, no ser temido así sea por una sola persona.

Solo quería olvidarme de ella y de todo lo relacionado con ella y tratarla como lo que era, mi empleada. Solo espero que mi pene entienda eso. Ese cabrón no se ha calmado desde el momento en que Liliana entró en mi oficina.

[•••]

POV LILIANA.

El día termino antes de que me diera cuenta. Pensé que solo tendría que atender algunas llamadas, reenviar los importantes e ignorar las de la lista que me dio Alice. Había miles de archivos que necesitaban ser organizados y no podía estar más feliz con la distracción. El impacto de que Gael fuera Alejandro Valero se me olvidó cuando vi mi oficina.

Mirando la hora, no me sorprendió que fueran las ocho, mientras todos salieron del edificio exactamente a las seis.

Agarre mi bolso y cerré la puerta de atrás de mí. Me dirigía hacia el ascensor cuando vi una luz saliendo de la oficina de Alejandro. Caminando de puntillas lentamente, probablemente pareciendo una rara, y asegurándome no atraer ninguna atención, especialmente la suya.

Estaba casi allí cuando de repente sentí los pelos de mi cuello erizarse y supe que él estaba justo detrás de mí. Después de todo lo que pasó, todavía era muy consciente de su presencia.

—¿Qué hace aquí a estas horas, señorita Liliana?—preguntó.

No quería, pero aun así me giré lentamente para mirarlo, enderezando mi espalda. Donde su rostro parecía casi severo, sus ojos mostraban su diversión probablemente riéndose de mí caminar encorvado y raro. Mirando a cualquier lugar menos a él, dije:

—Umm, había algunos archivos que necesitaban ser organizados, bueno, no algunos, muchos archivos. Y no me di cuenta de que era tan tarde—

Sin mirarlo, lo escuché caminar hacia mí y me tensé. No me sentía realmente cómoda con él.

—Es tu primer día, Liliana. No necesitas estar aquí tan tarde. Tómatelo con calma—dijo suavemente y solo entonces levanté la mirada para encontrarme con la suya. Pude ver en ellos la calidez y ternura, lo cual me confundió.

»¿No se supone que debe estar enojado conmigo por lo que pasó esta mañana?«

—Vamos, déjame llevarte a tu casa—

—¡NO!— me horrorizo más la forma en que grité que la oferta en sí. —Quiero decir, está totalmente bien. Pero no te preocupes, puedo llamar a un taxi— dije un poco más relajada la voz tratando de cubrir mi Arrebato. Pero él no parecía ni un poco sorprendido.

—Está bien. No te puedo obligar, solo cálmate— sus manos en mis brazos Me sacudieron lentamente. Me tomó un minuto darme cuenta de lo que quería decir. Mi respiración era agitada y sabía que estaba pálida. Nunca fui capaz de demostrar debilidad, pero hoy me tenía al borde. —Solo siéntate aquí— me dijo llevándome a la silla que estaba delante de nosotros, me senté tratando de calmar mi corazón acelerado. —Liliana. ¿Estás bien? Mírame por favor—

Cerré mis ojos tratando de bloquear cualquier recuerdo que quisiera inundar mis pensamientos ahora mismo. Mientras sentía mis manos temblorosas en las cálidas y firmes de él.

—Solo mírame, Liliana—susurro.

Abrí lentamente mis ojos llenos de lágrimas, mirando sus manos en las mías, era extrañamente reconfortante. Girando mi mirada hacia él, supe en ese momento que tenía que aclararle este aire frenético entre nosotros. Si tenía que trabajar aquí en paz, tenía que aclararle para evitar cualquier incomodidad entre nosotros.

—Lo siento—solté, avergonzada. Mirándolo sinceramente a los ojos, tratando demostrar cuán sincera estoy siendo.

—¿Sobre qué? No tienes nada de que disculparte—

—Esta mañana, sé que esperabas algo y reacciones de la peor manera posible, salí corriendo como una loca y agradezco que llamaras a Lucía. Ahora sé que esto puede ser realmente incómodo, el yo estar trabajando para ti, pero te aseguro que daré lo mejor de mí y...—

—Liliana, espera. Cálmate—interrumpió mi confesión. Cuando lo miré, tenía una suave sonrisa en su rostro y finalmente me pude relajar. —Escúchame con atención tú ahora—dijo levantándome una ceja. —Anoche fue increíble— su sonrisa se ensanchó al ver mi expresión de sorpresa. —Si, claro que quería acostarme contigo. ¿Dime quién no querría? Pero finalmente tuve una noche que realmente me relajó. Y una que nunca he tenido en mi vida. Me reí después de mucho tiempo de no hacerlo y en ese momento no podría haber un lugar donde más quisiera estar que ahí— mi vergüenza se hizo más grande al igual que mi asombro, sigo sin poder creer que el gran Alejandro Valero, me esta diciendo eso, Y que aparte haya disfrutado de mi sola compañía. —Y quiero que sepas, que no hay nada de esta mañana que haga que trabajar juntos sea incómodo en absoluto. Hoy fuiste absolutamente profesional y Alice me contó cómo manejaste esa oficina desordenada y confío completamente en su elección—

Suspiro más aliviada y agradecida por sus palabras.

—Prometo no volver a mencionar esto. Está mañana y anoche nunca sucedieron. Daré todo de mí y a esta empresa— mis palabras salieron con un sentimiento confiado y él me devolvió una leve sonrisa. Algo brilló en sus ojos, pero desapareció antes de que pudiera identificarlo.

—Está bien, ahora vamos. Déjame llevarte, no es seguro tomar un taxi a esta hora—

No queriendo hacer esto más raro y difícil, asentí a regañadientes y recé a Dios para que esta situación desastrosa no volviera a suceder...

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Rosa Rodelo
Foto de los protagonistas
bela
Mas por fa 🙏🙏🙏🙏
Isabel...
me encanta 😍
Isabel...
Muy buena
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