Madre De Dragones

A la mañana siguiente nos mudamos a la casa que compre y después de haber trasladado todo a la casa decidimos pasear por el pueblo para comprar cosas para equipar la casa

Marina: mami ve yo quiero algo como esto en mi cuarto - dice señalando la linda mesita de noche

Camille: bien como mi princesa quiera - entramos en la tienda y había una mujer peleando con uno de los empleados

X: es que no me gusta no lo entiendes

X: su alteza es una pena, pero estoy fue lo que pidió - la chica se cruza de brazos y hace un gran puchero

X: bien como sea lo llevaré a mi hermano no le gustará, pero se la tendrá que...- para de hablar al notar nuestra presencia sus ojos se abren grandemente y mientras ve a mis hijos - vaya no sabía que mi hermano tenía hijos

Camille: mis disculpas - hago una reverencia ya que claramente escuché como el hombre le dijo su alteza asi que debe de ser una princesa - pero no conozco a su hermano - ella ríe extravagantemente nada delicada de parte de una princesa

X: soy la princesa Francis Dracón hija del emperador de este reino mitad dragona por eso es que estoy 100% segura que esos niños son hijos de mi hermano - se baja al nivel de mis hijos y los mira - seguro que son muy inteligentes ¿verdad?

Camille: lo siento, pero yo tuve a estos niños con mi esposo y jamás le he sido infiel - la mujer agachada en el suelo me ve

Francis: entonces si estás segura no te molesta hacer una prueba de sangre - mi cejo se arruga y veo como molestia a la mujer - vamos solo será un momento

Camille: he dicho no yo estoy segura de lo que digo jamás le fuí infiel a mi esposo

Mathieu: madre vamos yo deseo saber más sobre esta situación - aprieto los puños fuertemente

Francis: eso es el niño ya decidido - yo iba a volver a rechazar esa propuesta, pero la carita de suplica de mi hijo no me dejó

Camille: bien - digo soltando un largo suspiro y sigo a la mujer

Marina: mami que pasa con la mesita de noche?

Camille: después vendremos por ella vamos a complacer a tu hermano ¿te parece? - ella asiente y comienza a caminar al lado de esa mujer y empieza a llenarla de preguntas

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Sacerdote: ¿su alteza que hace aquí?

Francis: ¿aquí? He venido hacer un pequeño trámite - dice ella juguetona se acerca al estribo y llama a mis niños Mathieu se acerca rápidamente mientras que Marina duda unos segundos - tranquila cariño no dolerá

Sacerdote: desea comprobar algo?

Francis: si corre sangre de la familia real por sus venas - dice señalando a mis hijos el hombre los ve sorprendida y suelta una risa

Sacerdote: estos dragones otra vez se repite la historia - Francis suelta también una risa muy sonora

Francis: es lo que digo mi madre amara está historia - la chica toma las manos de mis hijos delicadamente y con una pequeña aguja la entierra en sus dedos índices el agua clara como manantial se volvió de un fuerte color amarillo - boom ahora tengo el regalo perfecto para mí hermano - se gira a ver el sacerdote y le hace una pequeña inclinación - gracias por su arduo trabajo vamos deseo que conozcan a todo la familia mi hermano tiene un gran poder y el podrá saber cómo fueron concebidos estos pequeños angelitos

Camille: un momento - la cabeza me daba vueltas y mi respiración estaba demasiado agitada (¿Cómo es posible que mis hijos no sean de ese hombre? Yo jamás me acosté con otro hombre. En nuestro reino la infidelidad se paga con la horca y aunque ya estoy divorciada mis hijos fueron concebidos mientras estaba casada)

Marina: ¿mami estás bien? - la voz de mi hija hace que salga de mis pensamientos, pero aún veía todo borroso

Francis: vaya, se va a desmayar - siento como me sostiene fuertemente - vamos respire trate de de respirar calmadamente - trato de hacer lo que me dice, pero de solo pensar que mis hijos se quedarán solos hace que cada vez me estrese más hasta el punto que la visión pasa de borrosa a empezar a ver todo negro - Y se desmayo - suspira - León ayúdame aquí - aparece de la nada un hombre alto y sostiene a Camille sutilmente como si de una pluma se tratara - vamos a mi casa ¿bien? allí tu madre será tratada para que recupere el conocimiento

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Al abrir mis ojos me encuentro en una habitación desconocida mis hijos no están por ningún lado y un miedo se apodera de mi cuerpo que solo se calma cuando escucho voces fuera de la habitación. Así que me levanto rápidamente y me dirijo hacia la puerta al abrirla ocho pares de ojos me quedan viendo

Marina: mami despertaste - ella corre a mis brazos y yo la abrazo fuerte al ver que está bien mi hijo hace lo mismo - ¿Mami estás bien?

Camille: si cariño

X: eso es bueno ahora me puedes explicar cómo es que estos hijos son míos - yo miró al hombre frente a mi. A mi siempre me pareció extraño el poco parecido que tenía mis hijos conmigo o su padre ahora resulta que no son sus hijos

Camille: yo también estoy igual de sorprendida, ya que estoy muy segura de que nunca he engañado a mi esposo - veo como el hombre suelta un gran resoplido y peina su cabello hacia atrás

X: decís que no tienes idea? No es esto un plan para acceder al trono - la ira me inunda y antes de que pueda reaccionar ya había abofeteado el hombre frente a mi

Camille: no tengo ninguna intención de que te hagas cargo de mis hijos puedo yo sola sacarlos adelante - tomo las manos de mis pequeños - no te creas demasiado ya salí de un matrimonio asqueroso no tengo ni la mínima intención de meterme en otro y con un hombre igual de nefasto que mi exesposo así que si me disculpan me retiro - Francis me detiene

Francis: ah no lo escuches solo está algo sorprendido por esta situación los niños son parte de esta familia dejalos aunque sea que conozcan a sus tíos y abuelo - una mujer se acerca y con una sonrisa amable asiente

X: Jade Diamonds - dice haciendo una pequeña inclinación con la cabeza yo me sorprendo un poco ya que es la primera vez que una emperatriz saluda de esa manera a un noble de bajo rango - ellos son mis hijos Jorge, Jair, Franco y la revoltosa Francis y claro mi esposo Fabián solo deseamos hablar tranquilamente y aclarar esta situación te parece - su voz calmada y su sonrisa genuina hace que asienta y permita hablar de este tema porque ya estaba empezando a dudar si mis hijos eran míos, ya que estoy segura de nunca haber engañado a Manuel