Una Villana No Tan Villana 3

Durante las prácticas con su espada Raúl y Rafael ha sido de gran ayuda, Lucía controla perfectamente la espada así como su maná de agua puede realizar espadas de hielo, dagas y flechas.

-Vaya así que tú eres la hermana de Rafael, los nobles sí que la tienen fácil él será un Duque y tú sé dice que serás la emperatriz.

-Si soy yo, en la escuela no hay títulos, a todos nos enseñan lo mismo es tu decisión si lo aprovechas o no, mi hermano lleva sobre sus hombros un gran ducado, eso por ningún motivo es fácil.

-Entonces pelea conmigo, prometo no lastimarte y si te lastimo solo son dos alumnos practicando o no.

-Esta bien acepto

ambos tomaron sus espadas y comenzaron, Lucía era buena pero el joven es de tercer año, y candidato a ser caballero.

El príncipe había llegado, al igual que el hermano de Lucía, el príncipe quería intervenir pero Rafael no lo dejaba.

Raúl solamente veía atento la pelea, si bien Lucía tiene práctica pero aún le falta.

Lucía logra desarmarlo y con un movimiento lo tira al suelo, todos sorprendidos le aplaudieron a Lucía, solo que el joven molesto corre hacia ella con la intención de golpearla, Raúl que observa todo de un golpe logra detenerlo tomándolo de su chaqueta

-Eres un cobarde, no te atrevas a tocarla, no creo que tú tengas la capacidad de ser un caballero, ella te desarmo y en lugar de aceptar tu derrota, buscas golpearla por la espalda como un vil cobarde.

-Raúl suéltalo estoy bien vámonos, no vale la pena.

Rafael y Alberto se quedaron sorprendidos al ver que Lucía ganó, iban hacia ella pero el único que se percató que la querían lastimar fue Raúl, de no ser por él, Lucía probablemente estaría lastimada.

Solo a Alberto no le pareció nada agradable que Lucía tomara de la mano a Raúl, ellos se fueron en dirección al salón de música.

-Gracias, ese tonto no sabe perder, pensaría que soy débil, practicar contigo me ha servido mucho. ¿Tú no te lastimaste?

-No estoy bien, es solo que me molesto mucho que quisiera golpearte y por la espalda

-Por cierto porque vamos al salón de música ya tienes tu partitura para el examen final.

-Si y quiero que seas mi acompañante con otro violín.

-Pero yo no toco el violín muy bien

-entonces tú serás mi acompañante de violín, ya tengo mi partitura pero no tenía acompañante de violín, si tú me ayudas yo también.

-Yo haré lo que tú me pidas.

-bueno... que melodía es?

-Es una melodía que le regalaron a mi tía y ella me la presto, ten te traje un violín.

-bueno toca tu primero y veo tus movimientos a ver si le entiendo a la partitura.

Mientras Raúl empezaba a tocar su violín, Lucía reconoció la melodía

-*Pero esto no puede ser, de donde conocen ellos esta melodía 😯 *

Ella toma su violín y comienza a tocar a la par de él, sin perder el ritmo ambos están perfectamente sincronizados.

En la puerta los observan con sorpresa y admiración, son Rafael, el príncipe y el joven Mario compañero de cuarto del príncipe.

-No sabía que lady Lucía tocaba tan bien el violín

Rafael y Alberto no saben que contestar ambos sorprendidos se ven el uno al otro, lucia jamás había tocado tan bien su violín en más de 6 meses de clases ha podido perfeccionar su técnica.

-Esos dos se ven bien tocando, parece que lo hacen desde hace mucho, además se ven muy lindos.

-Cállate Mario, ya te dije que cuides lo que dices.

-Que ... Pero que dije.

-Si Mario no hables tan descuidadamente de mi hermana, Alberto quien es él.

-su padre es un marqués que es diplomático de Orión.

Al terminar su melodía Mario empezó a aplaudir y gritar que eran muy buenos. Ambos le dieron las gracias, al ver al fondo estaban Rafael y Alberto.

-Lucía ven un momento madre está en la Academia quiere vernos, vamos.

-Si, Raúl podrás guardar todo.

-Sí, ve con tú madre.

Mario al ver que Lucía y Rafael se van, va tras ellos, Alberto le dijo con la mirada que saliera.

-Así que te llamas Raúl

-Si majestad, mi padre es...

-Si ya lo sé es un diplomático enviado de Orión, solo te recuerdo que Lucía es...

-No es nada, ella me dijo que no son nada, ni siquiera amigos.

-Pero como te atreves, ella será mi prometida y Emperatriz de este reino, mantén tu lugar.

Alberto lo tomó de su chaqueta con ambas manos, quería golpearlo.

-Por favor suéltame, no iniciarás un problema diplomático o sí, eres el príncipe heredero compórtate como tal, te das cuenta de que solo tenemos 10 años, somos niños y no puedes hablar de un compromiso hasta que ella tenga mínimo 15 años.

-Los compromisos son prácticamente desde que nacemos.

-Si, y tú la despreciaste, la abandonaste estuvo a punto de morir por tu culpa y ese rato ni cuenta te diste que ese idiota pudo haberla lastimado.

Ahora suéltame, ya.

-Pero... *Lucia no pudo haberle contado, que carajos pasa*

Una sombra negra estaba por atacar al príncipe, cuando Alberto lo soltó y salió de ahí muy enojado, no podía creer que Lucía le contará todo eso a él.

-Que haces aquí, él no me hará nada, no puedes estar dentro de la academia, si te descubren a mí también me descubrirán, vete.

-Si excelencia disculpe,

-No vengas a no ser que te llame.

- si

Raúl terminó de guardar todo para ir a su habitación, él tiene una misión especial, aprender sobre las piedras rojas, pero sé ha encontrado con un problema no a todos los magos con maná de fuego les enseñan como manejarlas, en los próximos años tratara de aprender lo más que pueda su reino depende de eso.

Mientras tanto en una sala privada estaban reunidos los duques y los Emperadores, llegaron por la carta de Alberto, preguntando por el sello, Lucía les preguntó por qué había cayado y no le habían dicho nada a ambos, más a ella que si no prende como controlarlo puede morir.

Ellos le contaron que cuando nació era la única opción que tenían, pensaron que con los años ella aprendería a controlarlo.

Lucía le dijo que ya estaba en eso, que volvería a intentarlo al final del año, para ver si esta vez lo lograba.

El emperador trató de abordar el tema del matrimonio argumentando que para las familias sería una buena alianza.

-Ustedes dos serian una gran pareja, Alberto tú que opinas.

-Por mí no hay problema.

-Pero para mí si, majestad no quiero ser grosera pero estoy por concluir apenas mi primer año en la academia, hablar de un compromiso es muy pronto, si es por una alianza, mi hermano ya está comprometido con la princesa, no hay mejor alianza que esa.

Alberto no podía creer lo que escuchaba, Lucía lo está rechazando abiertamente ante los padres de ambos, esa niña que lo ha perseguido toda su corta vida, no estaba de acuerdo.

-Esta bien no voy a insistir, pero piénsalo bien serás una gran Emperatriz