Traicionada por su Prometido, Gana un Presidente

El cuerpo de Lia temblaba, siguiendo el movimiento del hombre que bombeaba su cuerpo. Subía y bajaba. Lia se sentía sucia, como si hubiera caído en un charco de barro pegajoso.

Sintió que el cuerpo del hombre se tensaba, agarrando sus manos con mucha fuerza, sus labios tocaban el cuello de Lia. Luego, un suspiro de alivio salió de la boca del hombre.

El hombre dejó caer su cuerpo junto al de Lia. Tras su descarga en la bañera sin decir nada. Lia todavía estaba débil. Pero sintió que esta era su oportunidad de escapar. Intentó levantarse, aunque todavía sentía dolor en su zona íntima. Salió de la bañera.

Ya no sentía vergüenza, su cuerpo estaba desnudo. De todos modos, el hombre ya había entrado en su cuerpo a la fuerza antes. Solo quería irse rápido de allí. Lia agarró una toalla, caminando cojeando hacia la puerta mientras se la envolvía.

"Todavía no he terminado..."

Pero el hombre bloqueó la puerta del baño con una mano. Lia lo miró en señal de protesta.

"Todavía no he terminado, señorita... Ya querías... Uugh...."

Pero Lia ya le había pateado la pierna, intentando escapar mientras el hombre se agarraba a su pierna. El hombre tiró de su brazo rápidamente, y cayeron al baño mojado.

"¡Aakkkhh!"

"¿Cómo te atreves a patearme la pierna? ¿No sabes lo caro que es este cuerpo, huumm?"

Lucharon, la toalla de Lia se soltó a medias, e intentó volver a ponérsela. Sin embargo, el hombre se la quitó de un tirón.

"¡AYUDA!", gritó.

"Grita". El hombre sonrió disfrutando.

"¡Maníaco! Suéltame".

Pero el hombre le silenció la boca con un beso. Esta vez, la mano del hombre sujetaba ambas manos de Lia sobre su cabeza. Ya estaba encima del cuerpo de Lia. Sintió algo duro y largo en su vientre.

"¡SSHH! No quiero hacerte daño, ¡obedéceme, dulce señorita!"

"¿Lo hará de nuevo? Dijo que aún no había terminado..." pensó Lia tratando de rebelarse.

El hombre miró los senos de Lia. Ahora se veían mucho más hermosos que antes. Con pezones rojizos muy tentadores. Antes no los había probado, y ahora quería hacerlo. Bajó el cuerpo y luego los devoró con avidez.

Sintió que la lengua del hombre era muy afilada al tocar el pezón de Lia por primera vez. Sí, la primera vez que la cereza roja toca la lengua, se siente afilada y dolorosa.

"Aaahh... Duele..." Susurró Lia, pero el hombre parecía sordo y seguía chupando.

"¿De... De qué estás hecha? ¿Miel?", susurró el hombre.

Lia lloró, con su impotencia. Con toda la mala suerte que había sufrido. El hombre levantó las piernas de Lia, luego frotó su miembro duro contra el de Lia.

"Mojada... Al final también disfrutarás", dijo.

Una vez más, sobre el frío suelo del baño, el hombre entró en el agujero de Lia. Moviéndose con fuertes sacudidas.

El cuerpo de Lia estaba débil, flácido, recibiendo sacudidas repetidas. Además, estaba indefensa después de varios días sin comer bien debido a la traición. Después de terminar con su segunda descarga, el hombre levantó el cuerpo de Lia con una mano.

"¡Suéltame!"

Lia se retorció, moviendo pies y manos golpeando, pero como si no tuviera ningún efecto en el extraño. El cuerpo de Lia fue arrojado al sofá.

"¡Ya te he soltado!", dijo el hombre con ligereza.

Lia sintió que su cuerpo estaba destrozado. Dos veces, el hombre irrumpió en su agujero... Y ella no pudo hacer nada. Miró, el hombre ni siquiera llevaba nada puesto, incluso podía ver la parte más prominente, grande, con venas y larga.

"Oh, Dios, esa cosa ya había entrado en mi agujero... con razón dolía tanto..." pensó con las mejillas sonrojadas. ¿Por qué sus pensamientos se extraviaban a todas partes en un momento como este?

Buscó algo para cubrir su cuerpo, pero solo encontró la mano del extraño.

"¿Qué buscas?"

¡Plak!

Lia inmediatamente lo abofeteó. El hombre la miró con una mirada afilada y fría. Honestamente, Lia se estremeció de horror.

"¿Tú... Te atreves a golpearme?"