Dos caras, dos vidas ,un sufrimiento y dolor sin reparó. sin un ayer no hay un mañana y un mañana es el dolor del ayer, sin sacrificio no hay recompensa pero parece que está no es muy buena.
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CAPITULO 4
ISMAR: (con ira) ¡Usted no me deja morir en paz! ¡Qué fastidioso es usted! Y peor aún, no sé por qué regresa.
FERNANDO: (con tristeza) Usted en verdad quiere morir.
ISMAR: (con fría expresión) Si hay algún problema.
FERNANDO: (con tristeza) ¿Qué es lo que la hace no querer vivir?
ISMAR: (fríamente) No le interesa, no es su problema.
FERNANDO: (con tristeza) Desde que la vi ese día, vi su mirada vacía y llena de dolor.
ISMAR: (con fría expresión) ¡Lárguese! No lo conozco y no tiene por qué estar aquí.
FERNANDO: (con tristeza) Ok, me voy.
ISMAR: (pensando) Parece que ese ladrón hizo mal su trabajo, pero al menos hizo que ella desapareciera. Y nunca le pedí que me salvara. Es verdaderamente un fastidio, no lo soporto. Es como la piedra en mi zapato.
FERNANDO: (pensando) Ella me odia y ni siquiera me conoce. No creo que yo sea un completo fastidio, o tal vez soy muy intenso con las chicas. (suspira)
FERNANDO se acuesta a dormir y, mientras duerme, escucha el nombre de ISMAR cuando el doctor lo llama. La paciente ISMAR...
FERNANDO: (pensando) El doctor dijo "paciente ISMAR", osea que es probable que la mujer que yo esperaba era ella. Y con razón dijo que yo esperaba a alguien, pero ¿por qué hace como que no me conoce? Eso es extraño. O ella no quiere que yo me enteré de que es ella, pero ¿por qué no quiere que vea su rostro? Le da pena.
FERNANDO se acostó de nuevo. Al otro día, se dirigió a la estación de policía.
FERNANDO: ¿Ya investigaron las identidades de los cuerpos y a qué se dedicaban?
NICOLÁS: Sí, espere. Tiene ojeras.
FERNANDO: Creo que sí, no dormí bien.
NICOLÁS: A la persona que asesinaron en el evento se llamaba EDUARDO, de 50 años, empresario. No tenía problemas con la justicia y tampoco tenía contacto con alguien prófugo de la justicia.
FERNANDO: ¿Pero por qué lo asesinaron?
NICOLÁS: No lo sé.
FERNANDO: ¿Y los otros dos?
NICOLÁS: Uno se llamaba DAVID y el otro DANIEL, ambos de treinta años. No tienen denuncias, pero una vez se les acusó de abuso sexual, pero no se lograron deducir si era verdad o falso, ya que no hubo testigos o alguien que afirmara la verdad.
FERNANDO: Osea que es posible que el asesino de ellos sea una chica de las que fue abusada.
NICOLÁS: Tal vez.
FERNANDO: Pero ahora que lo pienso, no puede ser posible por el asesinato de EDUARDO.
NICOLÁS: Y si no es la misma persona.
FERNANDO: Hay que averiguar si tienen algún contacto estas personas.
NICOLÁS: Ok.
En el hospital...
ISMAR: (suspira) Yo me tengo que ir de aquí, y parece que tendré que escaparme. Intentó levantarse, pero sintió dolor. Duele, pero no me voy a quedar aquí. Ella, sin pensarlo, se escapó del hospital. Después de haber salido los doctores, se dieron cuenta de que había escapado y empezaron a alertar todo el hospital, pero ella no pudo correr más de cinco minutos, ya que estaba herida. Entonces, los doctores la vinieron a traer de vuelta, pero en su cabeza, los vió diferente, como si la fueran a atacar. Entonces, empezó a gritar.
ISMAR: ¡Déjenme en paz! ¡Yo no hice daño! (empieza a correr) ¡No me persigan!
Los doctores se la llevaron y le pusieron un calmante y llamaron a su madre y empezaron a revisar su historia clínica.
ISMAR: (mareada) ¿Qué me pasa? ¿Por qué todo se siente muy raro?
Después de un rato, se durmió.
FERNANDO llegó a visitar a ISMAR, pero le prohibieron el paso.
FERNANDO: Doctor, ¿por qué no puedo pasar?
DOCTOR: La paciente se iba a escapar, pero se la detuvimos, pero empezó a ser violenta, por lo que le pusimos un calmante. Ahora está dormida.
FERNANDO: Está bien, doctor.
Después de esto, FERNANDO se fue. Esa misma noche, la mamá de ISMAR llegó al hospital.
VIOLETTA (mamá de ISMAR): Hola.
ISMAR: ¡Largo de aquí, señora! No sé a quién busca.
VIOLETTA: Por favor, hablemos.
ISMAR: Señora, no la conozco, así que no tengo nada que hablar con usted.
VIOLETTA: No me vas a perdonar.
ISMAR: (con lágrimas) No, no lo haré. Además, ¿por qué quiere hablar con una mentirosa?
VIOLETTA: Vine porque me llamaron.
ISMAR: Se equivocaron de número.
VIOLETTA: Por favor, sana tu corazón.
ISMAR: (entre lágrimas, con ira) ¡Perdonar es cosa que usted no tiene permitido decir!
VIOLETTA: (con lágrimas) ¡Escúchame!
ISMAR: (con ira) ¡Doctor, doctor! ¡Sáquenla! ¡La mató!
Los doctores, al escuchar a ISMAR decir eso, sacaron a VIOLETTA.
DOCTOR: Señora, ella está muy alterada. Según su historia clínica, ella tiene esquizofrenia, lo que hace que su mente distorsione las cosas, haciendo así que tenga ataques de ansiedad. Usted sabe por qué le fue provocado esto.
VIOLETTA: No, doctor.
DOCTOR: Entonces, le vamos a mandar con un psicólogo.
VIOLETTA: Está bien, doctor.
ISMAR, de nuevo, su otra personalidad la molestaba.
VOZ: Déjame tomar el control. Déjame guiarte y tomar venganza.
ISMAR: Lo harás.
VOZ: Claro que lo haré.
ISMAR: Entonces, toma el control por ahora, porque yo voy a descansar.
La otra personalidad tomó el control y llamó a la extraña persona que la ayuda a acabar con los demás. Ambos escaparon.
ISMAR (otra personalidad): (ríe) ¡Hoy acabaré con ese doctor y con ese ladrón que por poco me mata! ¡Trajiste mi ropa!
La persona misteriosa le pasó la ropa y ella se cambió. Después de hacerlo, esperó al doctor una cuadra adelante. Después de esperar al doctor, mandó a esa persona misteriosa a matarlo, mientras ella vio como sufría.
PERSONA MISTERIOSA: (con una sonrisa) ¿Contenta?
ISMAR: Sí.
Esa persona le pregunta que por qué lo quería muerto al doctor.
ISMAR: El me humilló, sedando mi cuerpo y llamando a esa mujer. A ella la odiamos. (suspira) No importa, vamos por el ladrón que casi me mata por hacerle caso a ella y al final hizo un mal trabajo.
Esa noche decidieron esperar al ladrón en el mismo lugar donde fue herida ISMAR .