Liana, una joven que descubre que es la última descendiente de una antigua línea de guardianes de ángeles. Su vida cambia drásticamente cuando una serie de misteriosos eventos la lleva a ser reclutada por una organización secreta encargada de mantener el equilibrio entre los mundos humanos y celestiales.
A medida que Liana profundiza en su nuevo rol, comienza a desentrañar secretos oscuros sobre su familia y la verdadera naturaleza de su poder. Un ángel caído, caudillo de una rebelión celestial, amenaza con desatar el caos en ambos mundos, y Liana debe enfrentarse a él antes de que sea demasiado tarde.
Mientras navega por traiciones, alianzas inesperadas y su propio conflicto interno, Liana descubre que nada es lo que parece. Cada revelación acerca de su pasado revela un nuevo giro en la trama, desafiando sus creencias y forzándola a confrontar la verdad sobre su identidad y el destino que le espera.b
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Capitulo 4: La Organización Secreta
Las sombras se alargaban en la biblioteca mientras la tarde se desvanecía en una noche oscura. Liana, aún recuperándose de la intensa conexión con los cielos, caminaba por los pasillos con una nueva determinación. Había aceptado su destino, pero sabía que necesitaría más que poder y coraje para enfrentar lo que estaba por venir. Eryon, su guardián y guía, caminaba silenciosamente a su lado, su presencia un recordatorio constante de lo que estaba en juego.
—¿Adónde vamos? —preguntó Liana, notando que estaban dirigiéndose a una parte de la biblioteca que nunca antes había explorado.
Eryon se detuvo frente a una puerta de madera oscura, tallada con símbolos antiguos que Liana no reconocía. Sus dedos rozaron los grabados con reverencia, y cuando habló, su voz estaba cargada de un peso que Liana no había escuchado antes.
—Es hora de que descubras más sobre la verdadera lucha que enfrentamos. Este no es solo un conflicto entre el bien y el mal, sino una batalla que ha estado ocurriendo en las sombras durante siglos. Una organización secreta ha estado trabajando en silencio para proteger el equilibrio del mundo. Son los que han mantenido a raya las fuerzas del caos, incluso cuando los cielos han permanecido en silencio.
Liana lo miró, intrigada y preocupada a la vez.
—¿Por qué no me dijiste esto antes? —preguntó, sintiendo un leve resentimiento por haber sido mantenida en la oscuridad.
Eryon la miró con comprensión.
—No estabas lista, Liana. Necesitabas despertar tu magia, conectar con los cielos y aceptar tu papel antes de conocer la verdad. La organización secreta es peligrosa y compleja. No todos sus miembros son lo que parecen, y algunos están dispuestos a hacer cualquier cosa para lograr sus objetivos, incluso si eso significa sacrificar a los suyos.
Liana sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, pero asintió con determinación.
—Estoy lista para saberlo todo.
Eryon extendió una mano hacia la puerta y murmuró unas palabras en un idioma antiguo que resonaron en las paredes. Los símbolos en la puerta comenzaron a brillar suavemente, y con un chirrido bajo, la puerta se abrió revelando una escalera que descendía en espiral hacia la oscuridad.
—Sigue adelante, pero mantente alerta —advirtió Eryon, su tono más grave que antes.
Liana descendió las escaleras, sintiendo cómo la temperatura caía con cada paso que daba. La oscuridad era casi tangible, como si las sombras se agruparan a su alrededor, susurrando secretos que no podía entender. Finalmente, llegaron a un amplio salón subterráneo, iluminado solo por antorchas que arrojaban una luz temblorosa sobre las paredes de piedra.
En el centro de la sala, un grupo de figuras encapuchadas se encontraba reunido alrededor de una mesa de piedra, sobre la cual reposaba un mapa antiguo, cubierto de marcas y símbolos que Liana no reconocía. A medida que se acercaban, las figuras levantaron la vista, y una de ellas, una mujer de voz fuerte y decidida, habló.
—Eryon, la nueva guardiana ha llegado. Esperábamos este día —dijo, su voz resonando en la sala.
Liana sintió que todos los ojos se posaban sobre ella, evaluándola, juzgándola.
—¿Quiénes son ustedes? —preguntó, su voz firme pero con un toque de incertidumbre.
La mujer se quitó la capucha, revelando un rostro marcado por cicatrices, pero con ojos llenos de sabiduría y determinación.
—Somos la Orden del Velo, una organización secreta creada para mantener el equilibrio en el mundo. Nos movemos en las sombras, luchando contra las fuerzas del caos, mientras el mundo sigue sin saber nada. Pero ahora, con la aparición de un nuevo traidor en nuestras filas y la guerra celestial en el horizonte, necesitamos tu ayuda, Liana. Eres la guardiana elegida, y el colgante que llevas es la clave para activar el poder que necesitamos para vencer.
Liana escuchó en silencio, tratando de asimilar la magnitud de lo que estaba escuchando. La Orden del Velo, guardianes de la oscuridad, luchando por la luz. Era un concepto difícil de entender, pero sentía que había más verdad en esas palabras de lo que había imaginado.
—¿Qué quieren de mí? —preguntó finalmente.
Un hombre al otro lado de la mesa, con una voz grave y autoritaria, tomó la palabra.
—Queremos que te unas a nosotros, que luches a nuestro lado. Tu magia es única, Liana, y con nuestra guía, podrías ser la clave para derrotar al traidor y restaurar el equilibrio en los cielos y la tierra.
Liana miró a Eryon, buscando algún tipo de confirmación, y él asintió lentamente.
—Es tu decisión, Liana. Nadie puede obligarte a unirte a nosotros, pero debes saber que la lucha se intensifica, y el tiempo se agota. Si decides unirte, estarás entrando en un mundo de peligro, traiciones y sacrificios. Pero también es un mundo donde tu verdadero poder puede florecer y donde podrías encontrar las respuestas que has estado buscando.
Liana respiró hondo, sintiendo el peso de la decisión que tenía frente a ella. Unirse a la Orden del Velo significaba abrazar un destino del que no podía escapar, pero también significaba tener una oportunidad real de proteger a los que amaba y salvar el mundo que conocía.
Finalmente, levantó la cabeza, con los ojos llenos de determinación.
—Me uniré a ustedes. Pero quiero saberlo todo, quiero entender cada secreto que han guardado y cada enemigo que enfrentamos.
La mujer sonrió, una sonrisa dura pero sincera.
—Bienvenida a la Orden del Velo, Liana. Tu entrenamiento comienza ahora.
Con esas palabras, Liana sintió que el destino la envolvía, llevándola más allá de los límites de su antigua vida, hacia un futuro incierto pero lleno de posibilidades. La oscuridad que la rodeaba ya no parecía tan amenazante, porque sabía que dentro de ella brillaba una luz que no podía ser apagada.