Nicolina, una sexi y curvilínea Italiana regresa luego de 10 años, para abrir un Bar que promete subir el calor en los Ángeles.
Bruno Altamirano un seductor, frio y sumamente organizado, se abre paso en el mundo de la arquitectura, ajeno a que la jovencita de la que se enamoro perdidamente en su juventud, regresó a su vida ordenada tan solo para desmantelarla con un documento que podría cambiarlo todo.
Esta obra es de mi autoría, esta protegida y la amo como todas mis historias.
NovelToon tiene autorización de Gabriela Ale para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Destino
Bruno paso el día completo, entre reuniones y demás actividades. Estaba solo, Jeremy, fue a una reunión para resolver unos asuntos legales del estudio y Leo tenía varios días en que llegaba, cumplía sus horas de trabajo y corría a una cafetería a más de una hora de distancia para ver a su dueña…Una pelirroja que lo estaba haciendo ver estrellas, ya que se había vuelto difícil de conquistar.
La última semana, lejos de olvidar a Nico, la tenía presente en todo. Cerrar sus ojos para dormir era una tortura, podía oír la voz sensual pidiendo más, las uñas rasgando su piel y el sabor de esa piel que sabia a ambrosia.
Aunque las marcas en su cuerpo se habían disipado, seguían ahí como si hubieran sido marcadas a fuego.
Gruño por lo bajo, estaba harto de sentirte tan perdido, no pasaba por eso desde hace años, desde que la perdió.
Camino por su despacho, leyendo una nueva propuesta, pero por más que intentaba concentrarse no podía, fue hasta el ventanal y observó la vista en silencio.
- ¿Qué estarás haciendo?\, ¿debería buscarte?\, ¿piensas en mí? - murmuro y al instante sintió el enojo invadirlo\, no podía entender porque seguía al pendiente de una mujer que no dudo en desecharlo otra vez- -Olvídate de ella\, maldición- se regañó y aflojó la corbata.
Su pelea interna se vio interrumpida por los goles de la puerta.
Frunció el ceño, hacia una hora que dejo ir a su secretaria y no tenía programada ninguna reunión.
-Adelante- dijo en tono demandante y fue hasta su escritorio.
La puerta se abrió lentamente y el sonido de unos tacones negros dando en el mármol, detuvieron su corazón.
-Tu
---------
Nicolina besó la cabecita de su sobrino que dormía prendidito de su camisa y con cuidado lo llevó a hasta la cuna, para acostarlo.
-No sé cómo lo haces, tanto tu como Ale logran calmarlo cuando esta con cólicos-
Leona miro con amor a su pequeño dormido en la cuna y después de mimar su cabecita, encendió la luz de noche.
Ambas mujeres abandonaron el cuarto cerrando con cuidado.
-Mi sobri es un sol, solo necesita mimos- explicó la italiana siguiendo a su cuñada a la cocina.
-Más mimos- rio la francesa y fue por un refresco en la heladera- ese bebote es el ser más mimado de la tierra- Toma- Extendió la bebida.
-Eso es cierto, pero esta hermoso que se los gana-
Nico se ubicó en una silla junto a la isla y tomo el refresco
-Pensé que estarías en el bar, pero agradezco que hayas decidido venir- Leona se sentó frente a la italiana y suspiro- Esto de ser madre es toda una labor- dijo entre risas
- Si quieres cambiamos un día\, y tu ensayas con Cleo- rio Nico- si seguía allí\, Cleo\, me tendría en el escenario practicando sin par esa mujer es una máquina.
-Eso es cierto- ambas rieron y chocaron sus bebidas
-¿Lo volviste a ver?- pregunto la francesa dando otro sorbo con casa inocente.
Nico entrecerró los ojitos y negó divertida
- No pueden aguantar sin preguntar\, que parte de no quiero hablar de eso no entiende tú y las dementes\,
-Vamos cuñis, dijiste que fue la mejor noche de tu vida y vi la foto, no sé cómo no quieres ver otra vez a ese monumento - Leona puso su ojitos en blanco y mordió sus labios de forma graciosa
-Le voy a decir a mi hermano, eres una pervertida igual que la otra- sentenció Nico señalando con su dedito entre risas
-No, no puedes- sostuvo el dedo acusatorio- claro que no, si se entera lo mata Jajaja. - Leona conocía a su sexi italiano posesivo, de seguro Bruno ligaría por andar de modelito al desnudo.
-Quiero verlo- declaro y Leona dejo la bebida para prestarle toda su atención
-Pero-
-Pero…- se detuvo perdida en colorcito naranja de la bebida- no podría, verlo sin recordar aquello.
-Creí que lo olvidaste y por lo que paso entre ustedes es obvio que eso debe tener una explicación o no te hubiera buscado otra vez- la mujer explico con calma y Nico asintió con pesar, porque eso daba vueltas por su cabeza sin parar.
-También pensé que lo había olvidado todo, pero Bruno logra lo imposible. – sus brazos cayeron sobre la fría isla, como si estuviera entregadísima.
-Es peligroso en ese caso- dejo salir Leona, y sostuvo sus mejillas entre las manos, viendo a su cuñada.
Nico la observo un instante sin comprender – ¿Por qué?
-Porque cariño eso solo significa una cosa, jamás lo olvidaste y si el destino de ustedes es estar juntos, te puedo asegurar que hagan lo que hagan nada lo detendrá.
Nico rio por lo alto- Hay Leona, el destino lo escribo a mi antojo
-Pues cariño, cuando el birome no te funcione, me cuentas.
--------------------------
-Cinco, cuatro, tres, dos, giro, vamos chicas- se quejó Cleo
-Esta vez tiene que hacerlo mejor, otra vez- Camino por el escenario de madera, y sus tacos golpeaban marcando el tiempo.
Las bailarinas la respetaban a excepción de una castaña que rodaba los ojos cada que esta daba una orden
-Cinco cuatro, tres, va…
La rubia estaba al frente de veinte mujeres que se movían por el lugar de manera sincronizada, moviendo sus cuerpos de manera sensual.
A lo lejos en la penumbra, Luka la observaba.
Una de sus actividades preferidas era ver a Cleo bailar, la sensualidad que su cuerpo emanaba, la mirada con la que trasmitía cada sentimiento al público, siempre lograba dejarlo mudo.
Había sido así desde que la vio por primera vez, cuando acompaño a Nico a buscar a su amiga de una clase de ballet.
La pequeña Cleo parecía un ángel en sus puntas dando giros como si eso fuera lo más fácil del mundo.
Y se declaró, en secreto, su mayor admirador. Jamás se lo diría, tenía miedo a lo que esa mujer provocaba en él.
-¡¡Luka, llegaste!!- la voz de una mujer interrumpió sus pensamientos y se vio expuesto cuando observo como todas las bailarinas, incluso la rubia lo veían desde el escenario.
-Hola- saludo agitando la mano, pero antes de decir más, una de ellas, su nueva conquista, corrió hasta él y lo abrazo.
Se vio sorprendido con el arrebató y de manera cariñosa correspondió sin perder de vista la mirada y el gesto de reproche de Cleo.
Era la bendita castaña que durante toda la tarde cuestionó sus órdenes, la que hora estaba en brazos de Luka
-Chicas terminamos por hoy, mañana a primera hora- la rubia bajo las escalinatas en busca de su bolso, no se quedaría a ver los arrumacos.
A pocos metros el italiano no sabía cómo controlar las manos de su conquista que no dejaba de acariciar su mejilla.
-¿Vamos por algo de beber, hermoso?- . Preguntó la mujer toda melosa, pero este siguió con la mirada cada acción de Cleo que cambiaba sus zapatos por unas zapatillas más cómodas
-Si claro, ve a cambiarte te espero aquí- la mujer le planto un beso y se alejó corriendo.
Esa acción lo incomodo, pero no lo demostró, sin embargo, después que la chica salió, se encamino hasta Cleo que se disponía a llamar un taxi.
-Van bien con los ensayos- trato de mostrarse relajado, podía percibir la molestia en ella.
-Si- respondió de manera seca, marcando los números.
-¿Ya te vas?- sus manos fueron a los bolsillo, un tanto nervioso al no obtener respuesta.
-Hola, quisiera un móvil…
La rubia daba indicaciones sin míralo y eso lo ponía más nervioso, adoraba molestarla, pero no le gustaba sentir que algo la había hecho cambiar de actitud hacia él.
-Gracias- la rubia guardo el teléfono y se dispuso a salir.
-¿Algo te molesta?- sujeto la correa del bolso que colgaba del brazo de la bailarina, con la finalidad de detenerla
La rubia respiro hondo y giro quedando a pocos centímetros de Luka que bajo la mirada para verla a los ojos.
-Sí, me molesta que de todas las mujeres que hay en el mundo te enredes con las bailarinas de aquí.
Me molesta verte con otra persona que no sea yo- dejo salir en su mente\, donde últimamente podía decir lo que sentía.
-Cleo, anda, no es para tanto, ella solo…- susurró perdido en su rostro, y acarició la mejilla con los nudillos, pero esta evadió en contacto e interrumpió.
-No Luka, no quiero excusa, estoy tratando de que todo salga perfecto y vienes tú, con tu sonrisa sensual y tu porte de chico malo y lo arruinas.
El sonrió al oírla y lamio sus labios acercándose un poco mas- ¿te parezco sexi?
Cleo frunció el ceño y negó alejándose, sentía que él nunca la tomaría en serio.
- Solo no arruines mi trabajo\, y explícale a tu novia que a pesar de salir con el jefe debe cumplir con su trabajo. Porque si no te diste cuenta\, la muy tonta interrumpió el ensayo para correr a ti\, si esto continúa daré un paso al costado\, y tendrás que buscar a otra coreógrafa. - dicho esto salió encambronada del lugar.
-Maldición- protesto y rastrillo su cabello hacia atrás. Si algo no podía imaginarse era no volver a ver Cleo en el escenario.
💕💕💕💕💕💕💕
ayyy Gabi como te vamos a premiar ante tanta demora para actualizar ?