Sin duda el amor es un sentimiento... pero también a la hora de unirnos en relaciones, las que sean, vínculos entre parejas, a veces se juega demasiado lo "aprendido" en los afectos. La historia emocional que tuvimos. Lo que "nos enseña" el amor a lo largo de nuestra vida. pero el peor error del amor es brindarle afecto a una persona que no sabe amar a su esposa, pero si tiene un capricho de amor hacia otra persona, o más bien es un amor prohibido, que al salir a luz solo provocara dolor, sufrimiento y venganza, podra Sebastian, soportar esta prueba, recuperará el amor Valentina y la confianza de su hermano...
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Confesión
Sebastián.
Mi hermano me mira extraño, pude sentir su enojo atrás vez de sus miradas, fue algo incómodo, así que me excuse con ir a descansar, miré mi cama y recordé a Valentina y a sus falsos ronquidos, me duche y salí al balcón. Todavía estaba el olor del perfume en mi habitación, pensé que nuestro matrimonio iba a durar unos meses y que íbamos a compartir la cama por algunas noches, aunque le dije a Valentina que ella no despertaba en mi pasión, pues es mentira, ella despierta en mi algo muy salvaje que se oculta dentro de mi.
Aún recuerdo aquella noche, que jamás olvidaré yo la hice mujer de la peor manera, talvez este arremetido y ella necesite que pida perdón, así que decidí ir a su habitación, hablar con ella y evitar que se lleve esa mala imagen de mí, quisiera tener una bonita amistad con ella en el futuro y demostrarle que no soy tan malo como aparento.
Cuando me estaba acercando a la habitación de invitados, vi salir a Martina ella se había duchado y olía tan bien, creo que se dirigía a ver a mi hermano, eso me molesto porque Alberto solo se dedica a trabajar y deja sola a Martina, aunque para mí es lo mejor porque así ella no tiene que cumplirle como mujer, y sobre todo verla descalza en este piso frío no era apropiado para ella, ya que es alérgica al frío.
Sebastián---: No deberías estar descalza, te puedes refría, ponte mis pantuflas.
Martina---: No seas exagerado, aunque me gusta que te preocupes por mí (besa la nariz)
Sebastián---: Solo ese simple beso.
Martina---: Alguien nos puede ver.
Sebastián---: Mi hermano tiene sus ojos puestos en su computadora.
Martina---: Uno chiquito ya (besa sus labios).
El beso de Martina, me gustó porque fue con picardía y amor a la vez, aunque jamás imaginé que Valentina presenciara todo, ella estaba parada justo atrás de mí que dejó caer su vaso de leche, vi en su rostro asco y decepción a la vez. Ella se cubrió su boca se que quería vomitar, me quedé helado, no era posible que ella nos viera, mire a Martina y ella tenía una sonrisa de triunfo, no lo entiendo porque se ríe, si realmente estamos en problemas si ella habla, fui a tras de ella necesitaba una explicación, no la amaba, pero si necesitaba explicarle.
Martina intentó detenerme, pero la ignoré, ingresé a la habitación atrás de ella y Martina también ingresó, desde el baño escuché como ella vomitaba, cuando ella salió del baño, me miró a los ojos y segundo después sentí el impacto de la cachetada, fue tan fuerte que mi rostro se viró, cuando Martina quiso intervenir ella también recibió él dos cachetadas seguidas, Valentina estaba alzando la voz y temí que mis padres despertarán.
Valentina----: Son asquerosos, como pueden hacerle esto a Alberto, como puedes ser tan cara dura.
Sebastián---: Valentina te podemos explicar pero por favor baja la voz.
Martina---: Por mi parte puedes gritar y decirle a todos los que viste, mírame siempre me han creído desde que éramos unos niños, podría decir que tus celos hacen ver cosas, no tienes pruebas de tus acusaciones y si es a mí que Sebastián ama, tú solo eres un reembolso de las malas administración de mi suegro, prácticamente te usaron.
Sebastián---: Basta, Martina vuelve a tu habitación yo le explicaré a Valentina todo.
Martina salió con enojo, para ella estaba de más explicarle a Valentina, ya que ellos están prácticamente divorciados, miro a Valentina con desdén como si estuviera advirtiéndole algo, en la infancia Martina siempre quiso abusar de Valentina, pero ella era una niña caprichosa y rebelde. Por ese motivo ella jamás pudo con Valentina, de lo contrario de la situación de ahora, ella por primera vez se sintió triunfadora.
Valentina no resistió más y permitió que sus lágrimas cayeran como si se tratara de las primeras lluvias cálida del invierno, ella amaba a Sebastián desde que era una niña, pero jamás imagino que él sea tan repulsivo antes sus ojos.
Valentina----: Fue por Martina que dejaste sola en la noche de la boda.
Sebastián---: Tú sabes, que lo nuestro no tiene futuro.
Valentina----: Como lo sabes, si nunca te diste la oportunidad de conocerme, me humillaste me trataste como una cualquiera, y todo esto es por tu cuñada, eres un sinvergüenza, (limpia sus lágrimas) sabes que yo estado enamorada de ti desde que era una niña, que cuando me fui a Panamá anhelaba jugar contigo porque fue al que más extrañe... Y cuando crecí sabía del acuerdo de nuestros padres y también sabía que algún día tenía que casarme con Alberto; sin embargo, en todos mis cumpleaños mi deseo era casarme contigo y como una niña tonta, apagaba las velas deseando estar contigo.
Sebastián---: No...no lo sabía, pensé.
Valentina----: Ya no quiero escucharte, fue suficiente con lo que vi, Martina y tú deberían estar en el infierno quemándose por malas personas, como puedes ser tan desgraciado y mirar a tu hermano con los mismos, porque mientras lo abrazas y le dices hermano tienes un puñal en tus manos para incrustarlo en la espalda sin remordimiento, ahora te odio Sebastián Delgado porque eres la peor persona que he conocido en mi corta vida, sal de esta habitación (tirándole encima lo que encontraba).
Sebastián tenía un dolor agudo dentro de su ser, la confesión de Valentina ingresó dentro de su corazón como una espada afilada, las lágrimas de Valentina eran sinceras y estaban llenas de dolor, pero él no podía hacer nada para consolarla, abandono la habitación y paso a lado de Martina ignorándola por completo, eso molestó Martina, Sebastián jamás la ignoraba.
Martina---: Maldita Valentina, no te quedarás con Sebastián, eso lo juro.
Dentro de la habitación, Sebastián recordaba las palabras de Valentina, pensó en las veces que ha traicionado a su hermano, él amaba a Martina desde antes que se comprometiera con Alberto, Sebastián maldecía el día que no tuvo valor para luchar el amor de Martina y termino aceptando el matrimonio de su hermano con la mujer que ama, busco entre sus cosas encontrando el anillo de matrimonio con Valentina, se lo puso en dedo y salió de la habitación dirigiéndose a la habitación de sus padres, cuando abrió la puerta Tahis estaba aplicando crema hidratante a su rostro y a ver a su hijo dentro de su habitación se desconcertó.
Sebastián---: No quiero divorciarme de Valentina mamá, buscaré la manera de irnos lejos ya me casé con ella y tengo que aceptar lo que me toca vivir.
Rubén----: Espera un momento, no estoy entendiendo, ¿de dónde salió ese repentino cambio?
Sebastián---: Solo no me quiero divorciar, mamá hay alguna posibilidad que esos documentos no lleguen al juez.
Tahis----: Hijo me alegra que desistas del divorcio y que quieras darle la oportunidad a Valentina, estoy segura de de que no te arrepentirás.
Sebastián sonrió, si él no ponía fin a la relación con Martina, siempre estará sometido a ese capricho de amor que siente por ella, su única opción era mantener el matrimonio con Valentina y esperar que su hermano nunca se entere de su traición, al día siguiente mientras él lavaba su boca vio entre sus cosas de aseo personal el anillo de Valentina, lo tomo y lo metió en el bolsillo del pantalón, termino de asearse y bajo para desayunar, al bajar las escaleras vio llegar a Valentina con su empleada personal que había cortado flores y ponían en un jarrón.
Sebastián---: Espera (agarrando si brazo)
Valentina----: No me toques.
Sebastián sonrió, para él Valentina estaba tan cortante como una hoja de Gillette, el tomo su mano a la fuerza a un con una Valentina que se resistía, la fuerza de Sebastián era más notable y din mucho esfuerzo logro ponerle el anillo otra vez en su dedo.
Valentina----: ¿Qué haces suéltame?
Sebastián---: No te lo vuelvas a quitar, eres mi esposa y no me divorciaré.
Alberto que bajaba las escaleras junto a Martina que al escuchar las palabras de Sebastián mostró su enojo de inmediato y lo oculto con una sonrisa sarcástica.
Alberto---: Que bien hermanito, me alegro de que hayas recapacitado, voy a la oficina no desayunare con ustedes, debemos festejar en la merienda yo traigo el vino.
Martina---: Yo tampoco desayunaré con la feliz pareja, me voy a mi habitación (mirando con enojo a Sebastián).
Por su parte Alberto, ingreso a su vehículo y miro por la ventana, al ver como Valentina se resistía y por último Sebastián la abrazo él sonrió con mucha amargura, puso en marcha su vehículo y salió de la residencia Duarte, mientras conduce por la ciudad maldecía a su hermano menor.
Alberto---: Muy tarde hermanito, pagarás tu traición.
Cómo se acercaba a una luz roja del semáforo, él trato de frenar, pero los frenos no respondían. Alberto se preocupó y trato de hacer maniobra y detener el vehículo, pero su habilidad no le sirvió, ya que un camión de carga pesada arrastró al vehículo liviano haciendo que explotará con un Alberto inconsciente.
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Pero como ahora es quien sufren todo eso ,entonces ahora si no se lo merecen !
Ya no lamentarse es bueno !
x q YO en ningún lado lo leí!!!