TODO EMPEZÓ POR UN RAYO

Pasaron los meses y volvió la temporada de lluvias, las nubes cerca y la naturaleza regalaba la deseada lluvia, tan necesaria para que los campos estén preciosos y las reservas de agua aumentarán.

Muchas personas estaban feliz por la época de lluvia, la necesitaban por sus cultivos, y muchas actividades de campo que requerían de la lluvia, mientras ellos eran felices, Paola odiaba esa época por el rayo y trueno, eso le hacía recordar a su madre y le provocaba escalofríos y sentía como si el mundo se fuera a terminar; ella había estado en la cama llorando como una niña innumerables veces después de que comenzara a llover con fuertes rayos y trueno.

Ella temblaba de miedio sin saber qué hacer, pero habían veces se quedaba encerrada en el baño llorando hasta que pasaba la lluvia.

Uno de esos días Paola estaba arreglando la cama para acostarse, de pronto vio como se iluminó la habitación para después escuchar el trueno, ella pegó un grito, e iconscientemente salió corriendo llorando para la habitación de Daniel, el se sorprendió al verla entrar y abrazarlo, él no sabía lo que pasaba, solamente la sentía temblar en sus brazos.

DANIEL: Ya… Tranquila ¿ qué te pasó?

En ese momento se iluminó la habitación y Paola gritó del susto, y comenzó a temblar más cuando escuchó el trueno, allí entendió Daniel lo que sucedía, él la abrazó y se costó con ella entre sus brazos, Paola se sentía protegida, pero no dejaba de tener miedo, y cada vez que se iluminaba la habitación y escuchaba el trueno se sobresaltaba, Daniel la abrazaba un poco más fuerte para que se tranquilizara.

La lluvia fue cesando y ellos no se dieron cuenta en que momento se durmieron, a las cinco de la mañana Daniel despertó abrazado a Paola y ella a él, la miró y se sorprendió al no sentir incomodidad, y más porque durmió toda la noche tranquilo; él nunca había dormido con una mujer, solamente tiene relaciones y se va para su casa, es un hombre soltero que cuando tiene necesidad va a la ciudad y se satisface con cualquier mujer y ya, pero no acepta besos y siempre usa protección, el aún no sabe lo que es s*xo sin protección.

Por la mañana Paola despertó en la habitación de Daniel, ella se acordó de lo sucedido y se sintió apenada con Daniel, buscaba la forma de no encontrarse el, Daniel se dio cuenta y prefirió no acercarse ese, pero cuando eran las 5 de la tarde Daniel se dio cuenta que iba a llover en cualquier momento,ella estaba en la cocina con las muchas del aseo, decidió acercarse a ella y le dijo en voz baja.

DANIEL: Puedes dormir conmigo cuando tengas miedo, así nos hacemos compañía.

Paola salió de la cocina y se fue a la sala, Daniel llegó detrás de ella y le dijo que no sintiera pena por tener miedo, que podía contar con él que por eso eran amigos; ella lo miró y decidió contarle la verdad.

PAOLA: Antes no le tenia miedo a los truenos y relámpagos, pero...

Ella comenzó a llorar y Daniel la abrazó para que se sintiera respaldada y le dijo.

DANIEL: Tranquila, aquí estoy para ti, nunca te dejaré sola, te acompañaré en cualquier locura que se te venga a la mente, siempre y cuando no sea maldad y te respaldaré en todo lo que necesites.

PAOLA: Gracias por todo, mi miedo es porque un rayo mató a mi madre, desde ese dia he quedado on ese miedo, no lo puedo controlar, yo trato pero no puedo.

Ella le contó toda su historia, Daniel sintió pena por ella y decidió cuidarla, estar siempre que ella lo necesite.

Así pasaron los días, Paola al escuchar trueno o ver relámpago corría a la habitación de Daniel y dormían abrazados, el no podía aguantar su erección y se levantaba para que ella no lo sintiera, salía a la ciudad para liberar sus ganas, Paola no se daba cuenta de nada, pero Daniel ya no estaba seguro de aguantar y mas porque en ocasiones Paola entraba corriendo en pantis y brasier, asi dormia abrazada a él, por eso el no estaba seguro de aguantar si ella seguía así.

Eran las 7 de la noche, Daniel estaba acostado en bóxer en su cama, Paola estaba saliendo del baño con la toalla alrededor de su cuerpo, de pronto escuchó un trueno, soltó la toalla y corrió a la habitación de Daniel, el la vio entrar completamente desnuda y se metió debajo de las sábanas abrazándolo, él también la abrazó, para que se tranquilizara, pero era imposible, los rayos y los truenos cada vez eran más seguidos, el no sabía que hacer, lo único que se le ocurría era abrazarla y decirle que todo estaba bien, que no pasaría nada.

Los dos estaban abrazados mientras pasaba la lluvia con tormentas eléctrica, Paola logró controlar un poco su miedo, después de una hora la lluvia y la tormenta eléctrica pasó, todo quedó tranquilo, los dos estaban despiertos, pero Daniel lo tenia despierto era la exc*tación que tenía al sentir la piel de Paola junto a la de él, más porque sus s*nos hacían contacto contra su pecho, él comenzó a respirar agitado, estaba seguro de que no se iba a controlar, Paola sintió que algo palpitaba cerca de la parte donde tenía su pierna, se dio cuenta de que era la parte íntima de Daniel, ella se puso nerviosa y no supo qué hacer, se quedó quieta pensando como reaccionar.

Daniel sabía que tenían poco de conocerse y tenían una bonita amistad, pero en ese momento el no estaba pensando claro, decidió probar terreno para saber si su amiga se convertía en cómplice de lo que el quería hacer.

Él comenzó acariciar la espalda de Paola, ella no sabía que hacer, Daniel se movió quedando encima de ella y le dio un beso en la frente para luego decir.

DANIEL : ¿Quieres ser mi complice?

PAOLA : ¿En qué ?

DANIEL : En esto.

El comenzó a besarla sin esperar algún indicio de complicidad por parte de Paola, no la dejo responder, además, ella sabia a lo que eentre refería, ella se dejó llevar porque estaba sintiendo algo raro en su entrepierna, mientras la besaba recorría con una de sus manos su cuerpo hasta que llegó a sus s*nos, acarició uno y después el otro, dejó de besarla para degustarla.