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El Amante Del Príncipe Es Adicto A Los Libros

El Amante Del Príncipe Es Adicto A Los Libros

Status: Terminada
Genre:Yaoi / Completas / Juego de roles / Amor eterno / Amantes del rey / Fantasía épica / Fantasía LGBT
Popularitas:7.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Roberto Carlos López Escalona

En la época medieval todo es complejo y los matrimonios forzados siempre son la cereza del pastel ¿será nuestro príncipe capaz de afrontar su amor o dejarlo ir y sufrir en un matrimonio forzado?

NovelToon tiene autorización de Roberto Carlos López Escalona para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La Amenaza

El sol se alzaba en el horizonte, tiñendo el cielo de un cálido tono dorado que prometía un nuevo día. Sin embargo, la luz que iluminaba el reino de Aetheria no lograba disipar las sombras que se cernían sobre el corazón del príncipe Aric. Mientras se preparaba para el desayuno en el gran salón del palacio, su mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos y emociones.

La noche anterior había sido una montaña rusa de revelaciones y amenazas. Las palabras de Valen había dejado a Aric con un nudo en el estómago; la idea de que su relación con Kael pudiera ser expuesta lo llenaba de ansiedad. La posibilidad de perder a Kael, su amor y su único refugio en medio de la tormenta política, lo mantenía despierto, dando vueltas en la cama mientras la oscuridad lo envolvía.

Se sentó a la mesa, su mirada fija en el plato frente a él, sin poder concentrarse en la comida. La risa y las conversaciones de los nobles a su alrededor resonaban como ecos lejanos. Su mente estaba ocupada con imágenes de Kael, de sus ojos brillantes y su sonrisa deslumbrante. Pero también estaba llena de la advertencia de Valen, esa sombra amenazante que se cernía sobre ellos.

—¿Estás bien, hermano? —preguntó una voz familiar, interrumpiendo sus pensamientos. Era Elara, quien lo observaba con una mezcla de preocupación y curiosidad.

Aric levantó la vista y forzó una sonrisa. —Solo un poco cansado, eso es todo.

Elara arqueó una ceja, claramente escéptica. —Cansado o preocupado por tu relación con Kael, ¿verdad?

Elara sonrió de manera enigmática. —Sí, como tu futuro como rey. No olvides que cada decisión que tomes podría tener repercusiones más allá de lo que imaginas. Debes luchar por lo que amas.

Las palabras de Elara resonaron en su mente mientras intentaba ignorar la creciente sensación de desesperación. Justo cuando pensaba que podía encontrar un momento de paz, la puerta del salón se abrió con un golpe sordo y Valen hizo su entrada triunfal.

—¡Buenos días a todos! —anunció con una sonrisa deslumbrante que no alcanzaba sus ojos—. Espero que estén listos para un día lleno de sorpresas.

Aric sintió cómo su estómago se revolvía al ver a Valen acercarse. La forma en que se movía, con una confianza arrogante, le recordaba que no podía escapar de la amenaza que representaba.

—Valen —dijo Aric con una voz tensa—. ¿Qué quieres?

Valen lo miró con una expresión juguetona, como si disfrutara del juego que estaba a punto de iniciar. —Oh, solo quería ver cómo te va con tu nuevo… amigo. Espero que no te importe que hablemos un momento a solas.

Aric sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras Elara lo miraba con curiosidad. —¿De qué se trata esto? —preguntó ella, pero Valen simplemente sonrió y tomó a Aric del brazo, llevándolo hacia un rincón apartado del salón.

Una vez lejos de las miradas curiosas, Valen se volvió hacia él, su expresión oscura y amenazante. —No puedo evitar preguntarme cómo te sientes al respecto, primo. ¿Realmente crees que puedes mantener esta relación en secreto?

Aric respiró hondo, intentando mantener la compostura. —Lo que haga o no haga es asunto mío, Valen.

—¿Ah sí? ¿Y qué pasaría si decidiera contarle a tu padre sobre tu pequeño romance? —la voz de Valen era suave pero cargada de veneno—. Me pregunto cómo reaccionaría el rey al enterarse de que su hijo está involucrado con alguien de tan baja condición.

El estómago de Aric se encogió ante la idea. La imagen del rey, su padre, enfurecido y decepcionado, lo llenó de terror. —No harías eso —dijo Aric, aunque su voz temblaba ligeramente.

—Oh, pero lo haría si me empujas a hacerlo —respondió Valen con una sonrisa sardónica—. No estoy aquí para jugar a ser el buen primo; estoy aquí para asegurarme de que tú no arruines nuestra familia por un capricho adolescente.

Aric sintió cómo la ira comenzaba a burbujear dentro de él. —Kael no es un capricho. Es alguien a quien realmente amo.

Valen se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y diversión. —Amor… qué palabra tan hermosa y tan peligrosa. Pero dime, ¿qué pasará cuando tu padre te exija que rompas esa relación? ¿Vas a enfrentarte a él?

—No tengo miedo de mi padre —respondió Aric, aunque sabía que sus palabras eran más una declaración de intenciones que una realidad tangible.

—¿De verdad? Entonces deberías estar preparado para las consecuencias —dijo Valen, enderezándose y cruzando los brazos—. Porque si decides seguir adelante con esto sin mi ayuda, estaré encantado de ser el mensajero que lleve las malas noticias al rey.

Aric sintió cómo la desesperación se apoderaba de él. Las palabras de Valen eran como dagas afiladas que se hundían en su corazón. Sabía que no podía permitir que eso sucediera; no podía perder a Kael ni arriesgar su futuro por el egoísmo de su primo.

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó Aric, sintiéndose atrapado en una red de intrigas y amenazas.

Valen sonrió con satisfacción. —Quiero asegurarme de que entiendas lo que está en juego aquí. Si realmente amas a Kael y deseas protegerlo, tendrás que demostrarlo. Necesitas mi apoyo para poder enfrentar al rey y los demás nobles.

Aric sintió cómo el aire se le escapaba de los pulmones. La idea de tener que depender de Valen para proteger su relación era abominable, pero también sabía que no podía arriesgarse a perder a Kael por su orgullo.

—¿Y qué obtienes tú a cambio? —preguntó Aric con desconfianza.

—Oh, nada demasiado complicado —respondió Valen con un tono despreocupado—. Solo quiero asegurarme de que tú y Kael mantengan las apariencias adecuadas ante los demás nobles. Si logran convencer al rey de que esta relación es digna, entonces quizás podré ayudarles a navegar por las aguas turbulentas del palacio.

Aric sintió cómo la presión aumentaba en su pecho. Las palabras de Valen eran un juego peligroso; sabía que había algo más detrás de sus intenciones ocultas. Pero al mismo tiempo, no podía ignorar la realidad: necesitaba encontrar una manera de proteger a Kael y su amor.

—¿Y si decido no aceptar tu ayuda? —preguntó Aric, desafiando a su primo.

Valen sonrió con malicia. —Entonces estarás jugando con fuego, primo. Y ya sabes lo que sucede cuando uno se acerca demasiado a las llamas.

Aric sintió un escalofrío recorrer su espalda ante la amenaza implícita en las palabras de Valen. Sabía que tenía que actuar con cuidado; cada movimiento contaba en este juego mortal.

—Dame tiempo para pensarlo —dijo finalmente Aric, sintiéndose atrapado entre dos mundos: el amor por Kael y la presión familiar.

Valen asintió, satisfecho con la respuesta. —Tómate tu tiempo, pero recuerda: el reloj está corriendo y hay quienes están observando desde las sombras.

Con eso, Valen dio media vuelta y se alejó, dejando a Aric solo con sus pensamientos oscuros y confusos. El príncipe sintió cómo la presión aumentaba sobre sus hombros; cada decisión parecía llevar consigo un peso abrumador.

Regresó al gran salón donde los nobles continuaban conversando animadamente, ajenos al conflicto interno que lo consumía. Se sentó nuevamente en la mesa, intentando parecer despreocupado mientras sus pensamientos giraban en torno a Kael y las implicaciones de su relación.

La idea de tener que exponer sus sentimientos ante el rey lo llenaba de pavor; sabía que cualquier error podría costarle todo lo que había construido junto a Kael. Pero también sabía que no podía dejarse intimidar por Valen ni por nadie más.

Mientras tanto, en otro rincón del palacio, Kael se encontraba sumido en sus propios pensamientos. Había sentido el cambio en Aric desde la noche anterior; la tensión entre ellos era palpable y le preocupaba profundamente.

Decidido a encontrar respuestas, Kael se dirigió hacia los jardines donde habían compartido momentos tan felices juntos. Allí esperaba encontrar a Aric y discutir lo sucedido; necesitaban hablar sobre el futuro y sobre cómo enfrentar las amenazas externas.

Pero cuando llegó al jardín, encontró a alguien más esperándolo: Elara estaba allí, observando las flores con una expresión pensativa.

—Kael —dijo ella al verlo acercarse—. Buenas tardes.

—Valen ha estado hablando mucho últimamente; sus intenciones no son buenas —advirtió Elara—. Si realmente amas a Aric y deseas protegerlo, debes estar preparado para lo que viene.

Kael sintió cómo su corazón latía con fuerza; sabía que estaban en medio de un juego peligroso y que cada movimiento contaba. Pero también sabía que no podía permitir que el miedo dictara sus acciones.

—Haré lo que sea necesario para protegerlo —dijo Kael con determinación—. No dejaré que nadie los separe.

Elara sonrió levemente, como si hubiera encontrado algo admirable en su resolución. —Entonces prepárate para luchar; este juego apenas comienza.

Kael sintió cómo una ola de determinación lo invadía mientras miraba hacia el horizonte. Sabía que el camino por delante sería difícil y lleno de desafíos inesperados, pero estaba decidido a enfrentar cualquier obstáculo por amor.

Mientras tanto, en el gran salón del palacio, Aric miraba por la ventana hacia los jardines donde Kael había estado momentos antes. La preocupación lo consumía; sabía que el tiempo se estaba agotando y cada segundo contaba en este juego peligroso entre nobles y plebeyos.

La tensión aumentaba en el aire mientras ambos jóvenes luchaban por encontrar una solución a sus problemas inminentes; el destino les aguardaba al final del camino, pero aún no sabían qué forma tomaría esa incertidumbre.

Y así continuaron sus días entre sombras y luces brillantes; cada paso los acercaba más al inevitable enfrentamiento con su destino.

Continuará...

1
Alejandra Bertel
/Angry//Angry/
Almeida Eeuu
pobre Kael Sí yo lo amo
Almeida Eeuu
voto para que ponga foto
Almeida Eeuu
pues ... es que todo me encanta
Almeida Eeuu
.....
Almeida Eeuu
los 20 capítulos con más suspenso de mi vida
Kim
estoy segurísimo que el primo fue quien hizo eso
Almeida Eeuu: siiii
total 1 replies
Kim
Yo vivo en ese pueblo
Kim
cada trabajo nuevo no deja de sorprenderme
Sheila Kamila Escalona
perfume pecado original
Sheila Kamila Escalona
me gusta mucho Kael principalmente su forma de ver el mundo
Gladis Ester
tan lindo Kael
Gladis Ester
jjjj
Gladis Ester
genial
Kim: pasión que me consume
total 1 replies
Gladis Ester
Que lindo
Sheila Kamila Escalona: siiii
total 1 replies
Gladis Ester
Me ha encantado
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