Calvin Cole, un valiente bombero de Chicago, vive intensamente su misión de salvar vidas, pero guarda un secreto sobre su orientación sexual y un amor silencioso por un compañero.
Un día, tras una jornada agitada en el cuerpo de bomberos, Calvin es invitado por su colega Frank a su casa, donde surge un encuentro amoroso. Frank ya sabía que Calvin era gay, al igual que él. Tras este encuentro, recuerdos del pasado vuelven a la superficie.
Dereck Clark, un médico prometedor, enfrenta desilusiones amorosas, y sus dudas sobre el amor crecen con cada relación que mantiene.
Pero el destino decide unir a dos corazones heridos: Calvin y Dereck se encuentran en una situación inesperada donde verdades ocultas saldrán a la luz.
Ciertas circunstancias los llevan a cuestionar sus decisiones pasadas. En esta trama apasionante, Calvin y Dereck descubrirán que el amor y la felicidad pueden renacer de las chispas de una pasión que trasciende el tiempo.
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Capítulo 4
Las provocaciones de George persistían, instigando a Dereck a seguir bebiendo con la esperanza de que aquello se volviera más fácil para él. No obstante, Dereck, consciente de sus límites con la bebida, se negó a seguir a su colega.
—George, voy a parar por aquí. Creo que es mejor no continuar; aún necesito ser consciente de mis acciones.
Ante esta respuesta, George tuvo que concordar, aunque no estuviera satisfecho con la decisión de Dereck.
—Si quieres, puedo acompañarte hasta casa para garantizar que llegues bien y a salvo. Quién sabe, podemos seguir divirtiéndonos por allá —sugirió George, alimentando la esperanza de obtener algo más.
Para Dereck, era evidente que George anhelaba algo más. Por algunos segundos, ponderó rechazar, pero se permitió seguir el deseo que sentía en aquel momento.
—Creo que puedo dejar que me acompañes hasta casa. Como dijiste, aún podemos divertirnos.
La respuesta de Dereck agradó a George, pues era exactamente lo que él quería oír. Sin embargo, ambos tenían objetivos distintos: mientras Dereck buscaba permitirse más y abrirse a otra relación, George solo deseaba probar que estaba en lo cierto y ganar la apuesta.
—Voy a pagar la cuenta y nos vamos —afirmó George, levantándose.
—Vamos a dividir, no hay necesidad de pagar solo —argumentó Dereck, intentando dividir los gastos.
—No hace falta, yo pago esta vez. La próxima, te dejo pagar a ti —respondió, sonriendo de lado.
Con esta respuesta, George esperaba que Dereck interpretara que él quería mantener el contacto y que no era solo una noche casual. George pagó la cuenta, y los dos salieron en busca de un taxi. Él sabía que algunos taxistas solían quedarse por allí, entonces no fue difícil encontrar uno disponible. Dereck proporcionó la dirección, y la carrera dio inicio.
Sentados en el asiento trasero, George se preocupó de acercarse, permitiendo que sus piernas se tocaran ocasionalmente, provocando miradas de Dereck.
Los dos intercambiaron pocas palabras durante el trayecto hasta el apartamento de Dereck, concentrándose más en miradas y contactos físicos discretos. En cuanto entraron, George observó el ambiente e inició un asunto.
—Apartamento bonito. ¿Vives con alguien más? —Él quería garantizar que no serían interrumpidos.
—Vivo solo. De cierta forma, me acostumbré a llegar a casa y encontrar todo como lo dejé. El único que me hace compañía es Teddy, mi gato de estimação.
George respondió con una leve sonrisa. La confirmación de que estaban solos y sin posibilidad de interrupciones agradó al enfermero. En cuanto a la parte del gato, no demostró mucho interés, ya que no le gustaban esos animales.
—¿Quieres una cerveza? —preguntó Dereck.
—Sí, acepto.
Dereck se dirigió a la cocina para buscar la cerveza. Cuando volvió, George decidió abordarlo directamente, encaminándose al propósito que lo llevó allí. Él tomó la cerveza de la mano de Dereck, asegurando que sus dedos se encontraran, arrancando una sonrisa del médico y destacando sus hoyuelos.
—Necesito preguntar una cosa, doctor. No quiero hacer nada que pueda ofenderte.
—No estamos en el hospital, llámame Dereck solamente. ¿Qué quieres preguntarme?
—¿Eres gay? —preguntó George, percibiendo el cambio en el semblante de Dereck.
—¿Por qué me estás preguntando eso de la nada? —Él se quedó un poco receloso.
—Lo siento si fui demasiado directo, solo que ya hace un tiempo que deseo mucho besarte. Puedo estar entendiendo algo mal, pero ya noté cómo me miras algunas veces en el hospital, por eso creí que estábamos en la misma sintonía.
George optó por la estrategia de la iniciativa, haciendo que Dereck, al percibir su interés, no rechazara el contacto. Dereck se acercó un poco más, mientras George aún estaba de pie, y respondió a la pregunta.
—No entendiste mal.
Dereck respondió e inició un beso con George, que correspondió de la mejor forma posible, ya que nunca había besado a un hombre antes. El beso se intensificó, y Dereck tomó la cerveza de la mano de George, colocándola en la mesita de la sala.
El médico tomó la mano de George y lo condujo en dirección al cuarto, mientras el enfermero se preguntaba si conseguiría seguir adelante. George no sentía atracción por los hombres; él quería realizar aquello solo por el dinero y para exponer a Dereck. Cuando concibió este plan, no imaginaba que sería tan desafiador como se estaba revelando.
Mientras se dirigían al cuarto, George encendió discretamente la cámara de su celular, comenzando a grabar hasta que llegaran al cuarto. Él guardó el celular en el bolsillo, asegurándose de dejar la cámara fuera del bolsillo para capturar lo máximo posible.
Dereck lo besó una vez más y, en seguida, pidió que George se sintiera a gusto, indicando que necesitaba un baño primero. En este momento, George vio su oportunidad y actuó. Observó la mesita de noche, retiró la cartera y algunos objetos del bolsillo, colocándolos junto con el celular de una manera que pareciera casual, sin llamar la atención.
Él verificó si el ángulo era el correcto y, en seguida, se sentó en la cama, retiró la camisa e intentó relajarse. Poco tiempo después, Dereck volvió en bata de baño y, al notar a George sentado, se acercó, quedando entre sus piernas.
—¿Sueles estar con hombres? —preguntó Dereck, pasando la mano en el pecho de George.
—Para decir la verdad, eres el primero. —George respondió, tomando la mano de Dereck. —Entonces, ten paciencia con esta persona inexperiente aquí. Quiero que sepas que estoy feliz de que seas tú. —Besó la mano del médico en seguida, haciendo escena.
Dereck pensó que de cierta forma estaba siendo bastante tierno y no sospechó de nada.
—Prometo que voy a cuidarte bien.
Dereck afirmó y se inclinó nuevamente, besando a George una vez más y, en seguida, se arrodilló entre sus piernas. Si George estaba nervioso por ser su primera vez con otro hombre, Dereck intentaría dejarlo cómodo, permitiendo que se soltara aún más.
Las manos de Dereck recorrieron el cuerpo de George hasta llegar al botón de su pantalón. Él comenzó a hacer el gesto lentamente, manteniendo el contacto visual con su colega, lo que impidió a George mirar hacia el celular y exponer que todo acto estaba siendo grabado. George era consciente de lo que Dereck estaba a punto de hacer. Aunque no supiera si conseguiría llevar la situación hasta el fin, al menos algunas escenas él conseguiría capturar.
