Tío: Un Amor de Otra Vida

A la hora del almuerzo, Lucas sube al piso de contabilidad.

Pasa por la mesa de Alexander y se da cuenta de que en la mesa de al lado hay un pequeño jarrón con flores. Recordaba ese jarrón decorativo, era el mismo que Sofía le había regalado hacía algún tiempo.

Ella tenía uno igual, que usaba para decorar su mesa, mientras que el que le dio a él, ya había sido tirado hace algún tiempo.

La contabilidad estaba vacía, los empleados ya se habían ido a almorzar, pero la luz de la sala de Rafael estaba encendida.

Lucas entró, sin llamar, encontrando a Rafael solo.

Metió la mano en el bolsillo y miró alrededor, caminó de un lado a otro, con aire de dominio.

Rafael cerró su computadora portátil y observó a Lucas, con frialdad.

— Tío, tienes buen gusto para la decoración, voy a pedir que decoren mi oficina con ese estilo. Mesa de caoba, estanterías de la misma madera, libros de economía, realmente tu ambiente de trabajo transmite un aire de liderazgo y masculinidad.

— Bueno, tu sala está en el sector de arquitectura. No sería difícil conseguir una reforma.

— ¡Realmente! — Lucas sonrió y se sentó frente a Rafael. — Tío, me pregunto ¿por qué nos hemos distanciado tanto? Somos parientes y casi no hablamos.

— Bueno, si quieres conversar, estoy disponible ahora.

— Tengo algo que conversar realmente, sobre Sofía. Sé que ella está hospedada en tu casa y eso no quedaría bien para su imagen si la gente lo descubriera. Sé que no debes tener malas intenciones, ya que Sofía es mucho más joven que tú y cuando ella comenzó a frecuentar nuestra casa solo tenía 12 años y tú, 24. Por lo tanto, si hay rumores sobre ustedes dos, no quedaría bien para ti ni para Sofía.

— Sobrino, Sofía no tiene 12 años más.

— Lo sé, pero… ¿y si la gente pensara que la persigues desde sus doce años?

— ¿Y quién confirmaría eso?

— No sé, pero la gente dice cosas… ¿y qué debería hacer yo? ¿Casarme con Sofía para no ensuciar su honor?

— ¡No! ¡Ni lo pienses! — Lucas se levantó, con la voz alterada — Quiero decir que debes alejarte. Dile a Sofía que baje y vuelva al sector de Arquitectura, no me gusta cómo está tan cerca de ti.

— Eso no tiene nada que ver con lo que te guste o no. Sofía se va a quedar aquí porque tú no haces nada para protegerla. Ella está constantemente siendo hostilizada a tu lado y tú no haces nada. ¡Sobrino, quien está empujando a Sofía a mi lado eres tú!

— Yo soy el CEO y tú no puedes tomar la decisión de transferir a una empleada sin consultarme. Y sobre lo que yo hago o no para proteger a Sofía no tiene nada que ver contigo.

— Si ella viene a pedirme ayuda, tiene todo que ver conmigo.

De repente el clima comenzó a ponerse hostil. Lucas curvó los labios hacia abajo, indignado. No conseguía aceptar que Sofía fue a pedir ayuda a Rafael y no a él.

— Sofía baja hoy mismo al sector de arquitectura — declaró, firmemente.

— Ella solo baja si ella quiere. Si ella no quiere, ella se queda aquí. Además, ella no ha parado de hacer su trabajo, ella solo no quiere estar en un lugar con personas que no la dejan en paz.

Rafael fue más firme.

— Voy a decretar que ella debe bajar hoy mismo y si ella no baja va a ganar una suspensión.

— Sobrino, si intentas hacer eso, tendré que tomar mis providencias también. Como CFO, yo puedo solicitar la transferencia de cargo de Sofía, con las formaciones de ella, ella puede trabajar en la contabilidad, como analista de presupuesto.

— ¡Yo no lo voy a permitir! ¡Aún no te has dado cuenta de que yo soy CEO y yo mando en esta puta empresa! — Lucas se alteró aún más.

— Si no lo permites, puedo contratar a Sofía directamente. Sin vínculo con la empresa, ella no necesitará pedir ninguna autorización para ti.

— ¿Qué estás diciendo? ¿Cómo vas a conseguir eso? ¡Yo no voy a despedir a Sofía!

— Realmente, tú no vas a despedir, pero ella puede pedir la dimisión. Y ella tiene motivos para pedirla, Lucas, tú sabes cuáles motivos, ¿no es así? ¿Acaso crees que ella querría seguir trabajando en un ambiente tóxico y ganando tan poco por sus capacidades?

— Ella no gana poco… ella gana muy bien… — Lucas se desconcierta, ya que ni sabía cuánto Sofía recibía de salario.

— ¿Estás seguro? Pues yo creo que no. La Fontes Asociados valora muy poco a quien trabaja de verdad. Perderían a Sofía muy fácil y tú sabes cómo un buen arquitecto es la espina dorsal de una empresa en nuestro ramo. ¿Te imaginas cuando tú descubras lo cuán importante es Sofía y sea demasiado tarde?

Lucas se quedó sin palabras, no entendía bien la indirecta. Sofía no era una arquitecta destacada, pero ¿por qué las palabras de Rafael lo tocaban tan profundamente?

De repente se quedó en duda. En realidad, Sofía nunca ganó una oportunidad de verdad para destacarse en la empresa, por eso, él no sabía sobre su potencial.

¿Será que Rafael sabía cuál era el potencial de Sofía?

¿Será que él estaba ganando una vez más en conocer a Sofía más de lo que él que fue marido de ella en otra vida?

— Sofía puede quedarse aquí por ahora…

Lucas dijo, bajando el tono.

Rafael asintió en positivo, satisfecho.

— Tío, mi madre pidió que vuelvas a casa. Por lo menos este fin de semana, pues ella va a organizar un té de la tarde este domingo. Ve y convence a Sofía de ir también. Ella te considera como un tío y será muy importante para mí que ella esté allí.

Rafael hizo una expresión de disgusto.

— Voy a pensar si voy. Y si Sofía no quiere ir, no voy a obligarla.

Lucas, irritado, se acerca a Rafael y comienza a hablar en tono amenazador.

— Sabes tío, si yo fuera tú, haría las cosas que yo pido. Sabes, yo sé de tu secreto… — él apunta a las piernas de Rafael y da una sonrisa sarcástica.

Rafael no reacciona, solo lo encara.

— Y sabes, oí por ahí que pretendes fundar tu propia empresa. ¿Qué pasaría si los hermanos mayores lo supieran? ¿Será que tus planes tendrían éxito?

Lucas salió de la sala, con una mirada triunfante. Él se topó con Sofía y asintió para ella, sonriendo.

Sofía se apoyó en la puerta, preocupada.

Sabía que de aquí a un año Rafael saldría oficialmente de la Fontes Asociados y fundaría la Castro Engenharia.

Sin embargo, oyendo las conversaciones de Rafael con Alexander, ella sabía que él ya estaba planeando eso bien en este momento.

Ella se preguntó cómo conseguiría ayudar a Rafael a acelerar sus planes y fundar la Castro Engenharia antes del tiempo que llevó en la vida pasada.

“Tal vez él no tenía una buena arquitecta es un buen proyecto para presentar a los inversores. ¡Y yo ya tengo ese proyecto!”

Ella se recordó que en el mismo día en que renació y volvió en el tiempo, ella había comenzado un nuevo proyecto, uno solo de ella y que ella no entregaría para Verónica.

El problema es que ese proyecto se encuentra en este momento en la casa de sus padres.