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En Los Ojos Equivocados

En Los Ojos Equivocados

Status: En proceso
Genre:Romance / Elección equivocada / Dejar escapar al amor / Pareja destinada / Mujer despreciada / Divorcio
Popularitas:67.1k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Meche

Soy Graciela, una mujer casada y con un matrimonio perfecto a los ojos de la sociedad, un hombre profesional, trabajador y de buenos principios.

Todas las chicas me envidian, deseando tener todo lo que tengo y yo deseando lo de ellas, lo que Pepe muestra fuera de casa, no es lo mismo que vivimos en el interior de nuestras paredes grandes y blancas, a veces siento que vivo en un manicomio.

Todo mi mundo se volverá de cabeza tras conocer al socio de mi esposo, tan diferente a lo que conozco de un hombre, Simon, así se llama el hombre que ha robado mi paz mental.

NovelToon tiene autorización de Meche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La sustitución.

Es una empleada.

Graciela conducía sin rumbo, su pie presionaba el acelerador con rabia contenida. El tráfico no le importaba, ni las señales, ni el cielo gris que parecía reflejar el caos dentro de ella. Cada bocina que sonaba, cada cruce que esquivaba, cada rostro que veía por la ventana parecía recordarle que había perdido el control de su vida. Y lo peor… estaba casi segura de que Simón Ferrero la estaba siguiendo. No era paranoia. Lo había visto en varios lugares, en momentos clave, demasiado cerca para ser coincidencia.

—¿Con qué intención? —murmuró mientras giraba bruscamente por una avenida secundaria.

Llevaba más de una hora manejando. El volante ya no era solo un instrumento de conducción, era su única defensa contra la ira que crecía en su pecho. Necesitaba sacudirse ese sentimiento de ser observada, de ser pisoteada. Y entonces, sin pensar más, como un impulso eléctrico, giró hacia una calle conocida: la de su antigua empresa. Aquella a la que no había vuelto desde hacía años.

Recordó con claridad las palabras de Pepe cuando le dijo que el mundo de los negocios no era para mujeres, que debía dedicarse al hogar, a los hijos que nunca llegaron. La había convencido con sutileza de que su rol era estar tras las cortinas. Pero ya no más. Algo se había despertado dentro de ella.

Estacionó en el aparcamiento de siempre, ese que tenía su nombre aún grabado en una placa dorada algo oxidada. Bajó del coche con paso decidido, se alisó el cabello frente al espejo retrovisor y, con una mezcla de furia y orgullo, cruzó las puertas principales de la empresa.

El murmullo fue inmediato.

—¿Esa no es la esposa del jefe?—

—Dios mío… ¿será que viene a armar un escándalo?—

—¿Ya se enteró de Abril?—

Graciela lo escuchó todo. Pero no se detuvo. Subió por las escaleras, ignorando el ascensor. Cada peldaño era un recordatorio de quién era ella, de lo que había perdido por confiar en un hombre que, al parecer, ya no la valoraba. Llegó al último piso, el reservado para la dirección. Nadie se atrevió a detenerla.

Empujó la puerta de la oficina sin tocar.

Allí estaban. Pepe y Abril. Riendo. Charlando como dos adolescentes cómplices. En el rostro de Pepe, aquella sonrisa olvidada que hacía años no le mostraba a ella.

—¿Hola? ¿Interrumpo algo? —preguntó con tono serio, cruzando los brazos.

Ambos se voltearon. Abril palideció. Pepe frunció el ceño, y por un instante, la máscara de amabilidad se esfumó de su rostro.

—¿Qué haces aquí? —espetó, acercándose a grandes pasos.

Graciela no retrocedió. Mantuvo la mirada firme.

—Es mi empresa, Pepe. Puedo venir cuando quiera—

Él la tomó del brazo con brusquedad.

—No tienes nada que hacer aquí —dijo entre dientes, mientras intentaba empujarla fuera de la oficina.

Graciela forcejeó.

—¡Suéltame!—

Pero él no escuchó. Abrió la puerta de golpe y empujó su cuerpo hacia el pasillo. El impacto fue inevitable, pero Graciela no cayó. Unos brazos fuertes, decididos, la atraparon antes de tocar el suelo.

Graciela levantó la vista… y allí estaba Simón Ferrero.

El aire pareció detenerse por un instante. Sus ojos verdes, intensos y fríos, se encontraron con los de ella. No necesitó preguntar. Sabía quién era esa mujer. Su instinto jamás fallaba.

—¿Todo bien? —preguntó con una voz firme, pero sin dureza.

Graciela asintió en silencio. El corazón le latía a mil. No sabía por qué, pero sentía que ese hombre no era como los demás.

—Vamos, ve a casa —interrumpió Pepe, con voz alterada, intentando disimular. —No tienes nada que hacer aquí. Con permiso, señor Ferrero —añadió, intentando sonar profesional.

Pepe sujetó a Graciela del brazo nuevamente y la llevó hasta el ascensor. Ella no dijo nada. Pero antes de que las puertas se cerraran, su mirada se cruzó con la de Simón.

Era una mirada que lo decía todo: miedo, desconfianza… pero también un grito ahogado de auxilio.

Simón apretó los puños. Cuando las puertas se cerraron, se quedó unos segundos en silencio. Luego giró hacia Diego, que ya había fingido recibir una llamada para apartarse discretamente. Al volver, le susurró algo al oído.

Simón asintió, su rostro se tornó más serio que nunca.

—¿Quién es ella?— pregunto directamente.

Pepe se acomodó el cabello despeinado —Es una empleada de casa, no te preocupe ¿sucede algo?— Al ver cómo Diego se acercó a su jefe.

—Disculpa, Pepe —dijo, volviendo la vista hacia el hombre—. Me ha surgido un imprevisto. Prometo reagendar esta visita—

No esperó respuesta. Dio media vuelta y salió del edificio con Diego a su lado. Abril, aún en la oficina, se dejó caer en el sofá. El miedo la embargaba. Algo le decía que aquello no terminaría bien.

Simón no esperó el ascensor, bajo las escaleras junto a Diego, ambos iban en silencio, pero la rabia de Simón estaba creciendo enormemente, vio claramente cómo Pepe tenía sujetada a Graciela, como la empujó de su oficina, si no ha sido por él, ella podría haber salido muy lastimada, además la otra mujer estaba en la oficina y rostro lo dijo todo, estaba pálida, cuando llegaron a recepción, trataron de salir rápido en busca de Graciela, pero de ella no había rastro.

—Me ha mentido en la cara, no es un hombre para hacer negocios— dijo Simón enojada al estar fuera de la empresa.

Diego se dio cuenta de que su jefe estaba enojado, no por la mentira, fue por la manera en que Pepe maltrato a Graciela, fue un golpe por lo más bajo.

—¿Quiere que busque a la señora Graciela?— Diego quería saber lo mismo que su jefe, ¿cómo estaba ella?.

—Necesito infiltrar a uno de nuestros hombres, o busca una mujer, quiero saber cómo vive ella y como la trata ese desgraciado —

Mientras ambos conversaban en la calle, un auto salió a toda velocidad del estacionamiento subterráneo.

—Es ella— Dijo Simón mirando como ella conduce de una manera muy altera.

—Vayamos detrás de ella— grito Diego al correr hacia el estacionamiento.

Graciela estaba al borde de sus sentimientos.

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Yesica Palacio
esta buenisima la novela
Jessica Martinez
muy interesante felicidades vas bien 😉😜🤗👋🇵🇦
🇻🇪Mary Arrietas🇻🇪
muy buen tema 👌 me gusta mucho cómo se está desarrollando la historia siga escribiendo
🇻🇪Mary Arrietas🇻🇪
es una excelente novela tiene muchas cosas de la vida cotidiana cuántas mujeres todavía no viven a esa sujeción de machismo y soledad
Susana Palacios
Excelente historia, felicidades a la escritora Meche, me encanta tu trabajo 😍
Susana Palacios
A mí me encanta, gracias tu excelente trabajo 😍, sigue adelante, tu historia es muy buena, felicidades 👌, un abrazo
Mayvi Sequera
Todo es espectacular Meche
Jessica Gonzalez
que ganas de seguir leyendo mi querida Meche hay Camila desborda amor asto por los poros Diego también muere por ella gracias autora de verdad estoy atrapada en tu novela
Adelina Garaicoa
ella tambn kmo chiquilla debe d portar kmo Graciela ser más inteligente no dejarse llevar no mas x el sino kmo mujer solo ha d ir perro esa Gina solo lo kiere llegar a Simón el tonto disque sabioo no se a dado cuenta
Adelina Garaicoa
quemensen jajajajja
Sisx Yessi
A qué se refiere con esto Graciela, que intriga. gracias por escribir
Sisx Yessi
Me alegra que Graciela no se haya dejado
Adelina Garaicoa
kmo k no es coincidencia mal o para bien disgustó cn su mma
Adelina Garaicoa
d el lanjbiera mantenido cerca si no podía llevarla la deja en un hotel fiel a los instintos
Adelina Garaicoa
este hombre es tontoo es más k seguro k esa Gina esté interesada en Somos d tontoo no se da cuenta los hombres se le ni la la visión x unos calzones no tiene lealtad tomtote d nad le sirvió tanto entrenamiento Sofía encuentre una persona k la valore le guste todo d ella no una persona vil k le guste el bolsillo más k sea leal Asus convivio es cn el mejor postor tontoo lo tenía en otro nivel se me cayo
Jessica Martinez
buenísima gracias 😉😜🤗👋👍🇵🇦
Jessica Martinez
hay Gina no menosprecie a Graciela 😉😜🤗👋🇵🇦👍
Jessica Gonzalez
Gina es una víbora seguro quiere algo con Simón pero se encontró con Graciela, gracias Meche por los capítulos
mariela
Gina es una arribista que está envidiosa y curiosa por saber de Simón Ferrero pero no contaba con Graciela que parece tonta pero aprendió a leer entre líneas lo que debe decir y lo que no así de simple.
Que pasará con Camila cuando Diego la busque para que se quede con Graciela.
mariela
Algo trama Gina y hasta Graciela presiente algo raro y el pendejo de Diego no se da cuenta que lo están enamorando para ser el chivo expiatorio de lo que suceda.
Quien es Gina realmente que quiere o qué planes tiene 🤔🤔🤔❓❓❓ ❓ ❓ ❓ ❓ ❓ ❓

Si la contrataron quien lo hizo y porque 🤔🤔🤔🤔❓❓❓❓
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