Ayer fue uno de los peores días de mi vida. Era el aniversario de mi papá y mi madrastra.
Tuve que hacerlo casi todo porque mi hermanastra, aunque es dulce y simpática, no le gusta trabajar demasiado. Puedes llamarla perezosa, pero es una de esas chicas que sueñan con ser fashionistas.
Después de lavar los platos, fui a mi habitación. Estaba tan cansada que no me molesté en ponerme el pijama. * Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Me bañé y me puse una camiseta negra de tirantes y unos vaqueros con una chaqueta negra a juego. Estaba a punto de abrir la puerta de mi habitación cuando oí una voz baja abajo; reconocí una de las voces: la de mi madrastra. Una parte de mí quería escuchar a escondidas y la otra solo quería acurrucarme en la cama un rato. Antes de decidir qué hacer, mi madrastra me llamó.
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24
El punto de vista de Brittany
Gemí ruidosamente mientras trataba de adaptarme al brillo de una habitación realmente familiar.
Después de que finalmente me acostumbré a la luz, traté de sentarme y deseé no haberlo hecho.
El dolor se filtró por todo mi cuerpo.
Aparte del hecho de que mi mente estaba nublada, me sentía extremadamente débil y me dolía mucho el cuello.
Me froté el cuello, esperando que eso hiciera desaparecer el dolor o algo así.
¡Qué tontería! Solo conseguí aumentar el dolor.
Miré a mi alrededor con la esperanza de ver a Cole, pero me recibió la suave calidez y el vacío de la habitación, siendo yo la única criatura viviente en ella junto con los elementos que la convertían en una habitación.
Después de tres intentos, mi movimiento final para sentarme tuvo éxito.
Justo cuando extendí la mano para coger el vaso de agua que estaba en la mesa junto a la cama, la puerta se abrió.
Mi mano se detuvo a mitad de camino mientras miraba con asombro al hombre asombroso que estaba parado frente a mí.
Su cabello era de un dorado brillante y tenía unos ojos dorados impactantes que combinaban con el color de su cabello. Se veía genial. Su rostro estaba bien definido y podía ver sus músculos bien definidos a través de su camisa ajustada.
Juro que lo vi poner los ojos en blanco y lo hizo a la perfección.
Pasaron diez segundos antes de que pudiera formar una oración.
"¿Q-quién eres tú?" tartamudeé.
"¿No es obvio?" dijo.
Incluso su voz sonaba tan sexy. Parecía tan perfecto.
Pero también me sonaba extrañamente familiar. No podía recordar de dónde provenía esa voz.
¿En serio? ¿No me reconoces, Britt? —preguntó. La sorpresa en su voz era innegable.
Espera un momento, ¿¡es Cole!? ¡Ni hablar!
Me hice el tonto. Por si acaso no era Cole.
"Umm, la verdad es que no sé quién eres, no te conocía", dije con inocencia.
En realidad, fue una inocencia fingida.
—Déjate de farsas, Britt. Ya sabes que soy yo, ¿de qué sirve fingir inocencia? —dijo como si me leyera el pensamiento.
¡Ni hablar! Cole no podía ser tan atractivo. O quizás sí.
"Gracias por el cumplido. Sí, de verdad soy Cole", dijo.
"¿Qué te pasó?" dije con asombro.
¿ No es obvio? Nunca dejas de ser estúpido .
Por un minuto pensé que esa estúpida voz se había ido para siempre, pero supongo que simplemente estaba descansando en mi mente.
«No te librarás de mí tan fácilmente, créeme», decía.
Gemí y volví mi atención al hombre que decía ser Cole.
¿Por qué dice ser Cole?
"Es porque soy Cole", dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
"Es difícil de creer, ¿y por qué actúas como si pudieras leerme la mente?", pregunté con sospecha.
Sé que es una pregunta estúpida pero merece una respuesta, ¿no?
Quizás dije mis pensamientos en voz alta.
"Es porque puedo leer tu mente", señaló.
"¡De ninguna manera!", dije.
"Lo creas o no. Deja de actuar como si fuera un extraterrestre y vístete. Baja conmigo en veinte minutos". Ordenó y salió de la habitación.
¿Y qué pasa con esa actitud?
Me encogí de hombros y entré al baño.
Decidí mirarme en el espejo.
Yo era un desastre desaliñado.
Mi cabello estaba hecho un desastre, tenía sangre seca manchada en mi mejilla izquierda y en mi cuello, me veía muy pálida.
Me encogí por mi apariencia y decidí tomar una ducha rápida.
Después de ducharme, me envolví bien una toalla alrededor del pecho, salí del baño y tomé el vestido que llevaba el primer día que llegamos.
Todavía me sentía una guarrilla, pero no es como si tuviera otra opción aparte de mi enorme camiseta manchada de sangre.
Bajé y vi a Cole hablando con una mujer. Se reían de verdad. Nunca había visto a Cole reírse tanto. Debe ser su novia, su prometida o algo así.
Sentí una punzada de celos.
¿Por qué carajo me pongo tan celoso?
Bueno, era realmente bonita. Tenía el pelo rubio oscuro y unos ojos dorados parecidos a los de Cole. Era alta, casi como Cole, pero él era considerablemente más alto. A Cole le parecía muy simpática. Su sonrisa la hacía aún más bonita.
Me sentí tan repugnante en comparación con ella.
Cole me notó y luego caminó hacia mí.
Al observarla más de cerca, era más bonita de lo que imaginaba.
De mala gana, me incliné.
"Maestro Cole y Señora..." dije con la cabeza todavía gacha.
"Rhea. Princesa Rhea", dijo con una voz suave. "Un placer conocerte, Brittany. Cole me habló de ti. No paraba de hablar de ti".
¿¡¿En realidad?!?
Levanté una ceja y miré a Cole.
No me sorprendió que su rostro no mostrara ninguna emoción, pero me decepcionó.
—No. Casi nunca digo su nombre —dijo. Su voz era fría como el hielo.
Bueno, eso dolió.
"¡Mentiroso! Es tan obvio que mientes, Nicky", dijo.
Parecían bastante cercanos... Quiero decir, no soy el único que escuchó el apodo.
«Es tan obvio que mientes, Nicky», lo imité mentalmente.
" No tienes por qué estar celoso", dijo mi estúpido subconsciente.
«¿Quién dice que estoy celoso?», pregunté.
"Bueno, es obvio".
' Lo que sea' Respondí y le quité importancia.
"¿Quién dice que miento?" preguntó Cole, visiblemente irritado.
"Bueno, tu cara lo dice todo, Nicky", dijo.
—¡Deja de llamarme así! —dijo, espaciando cada palabra.
"Sabes que no lo haré, Nicky", dijo.
Su pequeña pelea fue divertida e interesante.
Para entonces, él ya le estaba haciendo agujeros en la cara con su mirada dura.
"No le mires así a tu hermanita", dijo.
¡Espera un minuto, gran mariquita!?
Así que era su hermana. En realidad no había razón para estar celoso.
¡Uf! Este subconsciente parecía tener siempre la razón.
" Porque no soy estúpido como tú", se burló.
"No olvides que tú eres yo y yo soy tú, así que si yo soy estúpido, tú eres igualmente estúpido", respondí.
-No. Soy diferente.
No tenía sentido discutir así que no le hice caso.
"Solo eres tres minutos mayor", murmuró.
"Eso me convierte en tu mariquita", bromeó.
Un momento, ¿tres minutos mayor? ¡Así que, si no me equivoco, son gemelas!
Interesante.
Lo oí murmurar algo como "ojalá". No estoy del todo seguro porque no les hice caso.
De repente me divirtió la belleza del salón en el que estábamos.
Las cosas allí eran en su mayoría negras y doradas.
Las paredes negras y doradas estaban decoradas con retratos, obviamente, caros. Sin duda, eran más caros que los de la casa de Cole.
Me costó mucho contener la risa. Eran retratos de hombres diferentes. El hombre de aspecto más anciano parecía tener unos 100 años o algo así.
Pero son vampiros, así que obviamente son mayores que eso.
En mesas doradas al fondo del salón había distintos marfiles de oro, plata e incluso bronce.
Estaba a punto de acercarme a inspeccionar los marfiles cuando alguien dijo mi nombre, haciéndome quedarme plantado en el suelo.
"Brittany..." gritó Rhea.
"Eh, puede llamarme Britt, señora", dije respetuosamente.
"Bueno, Britt, no me llames señora. Me hace sentir vieja. Llámame Rhea. Britt, te presento a Lucas", dijo, señalando a un chico que no había visto antes.
Era alto. Casi de la misma altura que Rhea. Ella solo era un par de centímetros más alta.
Tenía el pelo rubio rojizo y ojos azul eléctrico. Lo que lo hacía realmente lindo eran sus hoyuelos cuando me sonreía.
"Parece que ya se gustan, Nicky, ¿por qué no…?" dijo Rhea.
—No, gracias. No me compré una mascota para eso —la interrumpió.
Ella gimió.
"Pero se ven tan lindos juntos. ¿Ves? Se está sonrojando muchísimo", dijo Rhea.
¿Lo soy? ¿En serio? Qué vergüenza. Me sonrojé aún más.
—Solo tiene quince años, Rhea —dijo Cole.
No me perdí la mirada de sorpresa en el rostro de Rhea.
—No. No puede tener quince años. Lo presento y te lo demostraré —dijo Rhea.
¿Tiene habilidades para detectar la edad o algo así?
Bueno, eso no tenía sentido.
"Revisé su certificado de nacimiento. Tiene quince años y no hay nada que probar", dijo Cole.
—Sí, lo hay. No voy a aceptar que tenga quince años. Sé que hay algo más —dijo con total seriedad.
"Te ves tan linda cuando hablas en serio", bromeó Cole.
Ella puso los ojos en blanco.
"Dame dos días para arreglarlo todo", dijo.
¿¡Está loca o algo así?!?
Si estoy en lo cierto, probablemente quiera hacer una investigación sobre el envejecimiento o algo así.
Cole tiene un gemelo psicópata.
Me pareció verlo fulminándome con la mirada, pero no estoy segura. Mi atención no estaba en él, sino en el gemelo loco que decía que no tenía quince años.
"Nos vamos en dos días", dijo Cole.
"¿Y entonces? ¿De verdad esperas que me crea que tiene quince años en el cuerpo de una de dieciocho? ¡Vamos!"
"Entonces, ¿estás sugiriendo que su certificado era falso?"
"Posiblemente", dijo ella, y se fue antes de que él pudiera decir nada más.
Lucas me dio una pequeña sonrisa antes de subir las escaleras con Rhea.
Rhea está más loca de lo que pensaba. De hecho, cree que no tengo mi edad real.
Bueno, sé que soy demasiado madura para mi edad, tanto física como psicológicamente, pero eso no significa que no tenga quince años.
Quizás sí. Ni siquiera me sentía de quince. A veces, tenía que recordarme que no tenía dieciocho, sino quince.
Bueno, solo tengo que esperar dos días y luego los días de sufrimiento finalmente terminarán.
Ah, y también descubriré lo que la gemela loca ha descubierto sobre mi "posiblemente falsa edad".
***
