El Renacer Del Hijo Intercambiado

"Señorita, señorita, ¿está bien?" Preguntaban los transeúntes alrededor de la zona.

"Ay... Gracias, estoy bien." Respondió Daniella mientras limpiaba sus rodillas que ahora estaban sangrando.

"Pero, tu pierna está sangrando. Vamos rápido al hospital." Dijo uno de los ciudadanos que presenció el accidente.

"Estoy bien. Intenten ayudar a esa anciana, ella podría estar herida." Respondió Daniella, señalando a la anciana que había empujado antes.

Y en ese momento, ya había alguien ayudando a la anciana a levantarse. Solo tenía rasguños en la palma de su mano. Y también había un rasguño en la rodilla de la anciana.

"Tranquila señorita, ya hay alguien ayudando a la anciana. Intenta pensar en ti misma. Mira, tus pantalones del uniforme están rotos. Y tal vez tengas una herida en la pierna. Ve rápido al hospital." Dijo uno de los ciudadanos que estaba cerca de Daniella.

"¡Oigan, miren, el conductor del auto ha huido...!" Gritó otro ciudadano.

Y la atención de la gente se desvió al escuchar el grito. Todos voltearon hacia el auto.

Algunos hombres intentaron abrir la puerta del auto. Y resultó que dentro no había nadie. Miraron a la derecha y a la izquierda y alrededor de la ubicación. Tal vez el conductor todavía estaba por ahí.

Pero nadie se veía con movimientos sospechosos. Porque todos parecían comportarse con normalidad.

Sin que se dieran cuenta, el conductor se había escondido entre la pared de ladrillo de una tienda cercana al incidente. Mientras que Olivia también había desaparecido desde antes.

"Anoten la matrícula de este auto, entréguenla a la policía. Que la policía investigue este accidente." Dijo uno de los ciudadanos que observaba la multitud.

Los demás asintieron. No mucho después llegó una ambulancia. Resultó que uno de los ciudadanos había llamado a la ambulancia.

"Vamos señorita, lo mejor es que se haga un chequeo en el hospital." Dijo el ciudadano al ver que la puerta de la ambulancia era abierta por los paramédicos.

"Esperen, primero la anciana. Ella es mayor, tal vez tenga otra enfermedad que requiera atención prioritaria."

"Tranquila, ya la están llevando dentro de la ambulancia." Respondió esa persona.

Finalmente Daniella siguió lo que le dijo esa persona. Cuando la anciana ya estaba dentro de la ambulancia, Daniella entró también.

La anciana fue acostada, mientras que Daniella se sentó en el asiento que había sido provisto.

"Gracias jovencita. Si no fuera por ti, tal vez ya no estaría en este mundo." La anciana habló cuando la ambulancia comenzó a moverse.

Dentro estaban acompañados por varios paramédicos. Que ya habían colocado una vía intravenosa en la mano de la anciana. Porque Daniella se negó a que le colocaran una. Ella dijo que solo tenía rasguños, así que no necesitaba una vía intravenosa.

Aunque su herida no llegó a ser una fractura de hueso, fue un poco grave. Porque la piel de la parte izquierda de la mano de Daniella se había desprendido debido a la fricción del asfalto que fue bastante fuerte.

Sin mencionar que la rodilla de la pierna izquierda hasta el área inferior de la pierna, porque parecía haber sangre que salía de debajo de sus pantalones del uniforme.

La anciana fue puesta directamente en una vía intravenosa, debido a que había un efecto en su corazón. Porque la sorpresa podría causar un ataque al corazón, por lo que debía prevenirse primero.

Cuando estuvieron en el hospital, la anciana no necesitó muchos cuidados. Porque solo tenía pequeños rasguños en la palma de la mano y la rodilla. Pero pidió una habitación con Daniella, aunque en realidad ya podía irse a casa.

Solo que, la anciana sentía lástima por Daniella por haberla ayudado. Quería que su familia prestara atención a esta mujer.

En su mente, Daniella era una chica pobre que trabajaba en una tienda o restaurante. Porque observó el uniforme que llevaba Daniella.

Porque quería agradecerle, tenía que esperar a que su nieto le diera una compensación antes de irse a casa.

"Jovencita, no te vayas a casa todavía. Tu herida necesita tratamiento. Es una lástima que, siendo aún una chica, tengas una cicatriz en tu cuerpo. Quién querrá casarse contigo, si tienes una cicatriz tan grande." Dijo la anciana, que actualmente estaba acostada junto a su cama.

"Abuela, estoy bien. Esta cicatriz desaparecerá eventualmente." La consoló para que no se preocupara demasiado por ella.

"A menos que te pongas la mejor medicina. La cicatriz tardará mucho en desaparecer. Así que, solo espera a que venga mi nieto. Le pediré que te dé la mejor medicina." La anciana que quería corresponder a la mujer, no permitiría que su salvadora quedara discapacitada.

"Gracias abuela. La próxima vez debe tener cuidado al caminar. Porque a veces hay gente descuidada en las carreteras." Daniella no quería hablar de sus heridas. Porque ya comenzaba a sentir el dolor, después de que el efecto de la anestesia que le habían dado comenzaba a desaparecer.

"Jovencita, ¿cómo te llamas?" Preguntó la anciana. No quería perder la oportunidad de conocer a su salvadora.

"¿Yo? Daniella.." Respondió Daniella con un tono que contenía un poco de dolor.

La anciana podía ver que Daniella comenzaba a sentir dolor. Porque era evidente por la expresión de su rostro que contenía el dolor.

"¡Abuela...!" De repente, la puerta de la habitación donde estaban siendo tratadas se abrió. Lo que hizo que las dos mujeres que estaban dentro voltearan.

"¡Niño travieso, por qué tardaste tanto?!" La abuela incluso regañó a su nieto que acababa de llegar.

Mientras que Daniella observaba en silencio.

'No es Jonas, ¿quién es este?' Pensó. Porque en su vida anterior. No conocía a todos los miembros de la familia Robert.

Aunque cuando fue su día de compromiso con Jonas Robert. No todos sus tíos y hermanos asistieron.

Mientras que el hombre que entró se sorprendió un poco al ver a Daniella acostada junto a la cama de su abuela. Había algunos guardaespaldas que lo seguían desde atrás. Se pararon erguidos cerca de la puerta, después de que todos entraron en la habitación.

"Abuela, ¿por qué hay otra persona en esta habitación?" Volvió a normalizar su voz. Porque antes, cuando estaba preocupado, gritó un poco, tal vez le había pasado algo a su abuela.

"Ejem, preséntate... Ella es Daniella, ella es quien ayudó a tu abuela. Mira su herida, sus manos y pies están vendados. Debes comprar la mejor pomada. Para que la herida no deje cicatriz. Es una lástima, una chica tan hermosa tiene que tener una discapacidad en su piel." Con el estilo de una palma abierta, señalando a Daniella. Le indicó a su nieto que cuidara de Daniella.

Lo que otros no sabían, dentro del corazón del hombre florecían flores de amor.

'Pides la cereza y te dan la tarta'.

Sentía un cosquilleo en su corazón. Hace unos días le había dicho a sus subordinados que averiguaran sobre esta chica. Ahora ella venía sola frente a sus ojos.

"Rey..." Llamó la abuela. Mientras que el llamado todavía miraba fijamente a Daniella.

"¡Rey... Rey...!"

"¿Eh...? Sí, abuela. ¿Por qué gritas?" Dijo mientras se sentaba al lado de la cama de su abuela.

Con agilidad, la abuela golpeó directamente el brazo de su nieto.

"¿Escuchaste lo que dije?"

"Sí, sí escuché.."

"¿Qué?"

"¿Qué cosa?"

¡Plak...

"Maldito mocoso, dijiste que escuchaste... ¿Qué dije hace un momento?"

"¿Eh...? Oh.. poner una pomada en la cicatriz de Daniella." Respondió directamente mientras se frotaba el brazo que acababa de ser golpeado por su abuela.

"Oh, recuerdas su nombre muy rápido, ¿eh...?" Su abuela parecía estar empezando a ser traviesa con su nieto travieso.

"¡Abuela...!"