Prisionera Del Desierto

Su madre la ayudo a quitarse la ropa y entrar en la bañera mientras la bañaba, ella comenzó a hacer preguntas.

- ¿Quién es mi padre?, ¿Donde ests, pregunto Lily

- Tu padre, huimos de él cuando tú eras pequeña, un día había llegado borracho tú estabas con fiebre le pedí que te cuidara mientras iba hasta la farmacia te pusiste a llorar, cuando volví te estaba zamarreando. Al día siguiente lo abandone vinimos a Neuquén, tiempo después me entere de que tu padre había muerto en Buenos Aires, parece que en un asalto. Tiempo después conocí a Guido, me asocié con él un año después nos casamos.

- Me voy a ir, no te haré elegir. Después de todo él tiene razón no soy su hija respondió Lily con dolor, ahora entendía tantas cosas.

- No saldrás de esta casa eres mi hija, si él se quiere ir que se vaya, después de todo sus problemas económicos son su culpa . Dijo Concepción mientras ayudaba a su hija a secarse con cuidado. La acompaño hasta la cama busco un analgésico y se lo dio para que tomara, la beso y apago las luces.

- ¡Mamá!, ¿me parezco a mi papá?, pregunto Lily. Concepción se detuvo en la puerta.

- Si, físicamente tal vez no tanto, pero tienes su color de ojos respondió Concepción.

- ¿Tienes una fotografía de él?, pregunto ella.

- No hija no tengo nada de tu padre más que a vos, descansa.

Concepción Belluscio se dirigió a su habitación busco una maleta en su vestidor y comenzó a guardar la ropa de Guido.

Esa madrugada cuando él regresó la casa, encontró a su esposa en la sala.

- Ahí tienes tus cosas te me largas inmediatamente de acá. Te advertí que no te metieras con mi hija le dijo Concepción a Guido.

- La defiendes perderemos todo culpa de tu bastarda le reprocho Guido.

- El único bastardo que perderá todo eres tú, porque sin mí no eres nada. Hicimos un trato y tú lo rompiste le respondió Concepción.

- Ella es la culpable, todo sé ira al demonio y es su culpa. Te veré arrastrándote suplicando que regrese. Quiero ver como viven sin mí le grito Guido.

- Eres el único responsable te entregué una fortuna y la derrochaste. ¿Crees que fui tan idiota de entregarte todo?, te advierto que si te vuelves a acercar a Liliana te va a ir muy mal le dijo Concepción.

Se dio la vuelta y se dirigió a su habitación.

Guido tomó su valija y salió de la casa, se dirigió a la oficina que tenía.

Khalil Hazbun miraba la casa de campo que habían rentado para él.

- Supuse que le gustaría el lugar es seguro, queda a una hora de la capital y tendremos todo el anonimato que usted desea le informo Yassir.

- Es perfecta, respondió Khalil

- Ya tengo la información que solicito respondió Yassir.

- ¿De dónde salió la información?, pregunto Khalil.

- De la Embajada en Londres, Khalil se quedó mirándolo. ¿Puedo explicarle si lo desea?. Khalil le hizo señas para qué continuará.

- La reina huyo sola con la princesa, aquí no hay embajada de Durham. Ella sabía que su esposo había sido atacado, seguramente quería obtener información sobre él, no podía confiar en nadie que estuviera en Durham, pero pudo buscar información en Londres, respondió Yassir.

- Y así supieron donde estaba ella respondió Khalil.

- Estoy intentando encontrar a las personas que trabajaban en esa época. También encontré algo sobre la hermana de la reina, una vecina sigue viviendo en el mismo edificio. Cuando me puse a investigar sobre la venta no encontré ningún registro bancario lo quiere decir es que esa mujer se dejo ver después después de la desaparición de su, conseguiré los datos del comprador tal vez nos pueda dar alguna información de la hermana de la reina.

- Excelente trabajo Yassir, tengan todo listo saldremos mañana a primera hora, respondió Khalil.