Eres La Reina De Mi Corazón

PERSPECTIVA DE ALESSANDRO

Como que ya se está tardando Ángelo, llevo más de una hora esperándolo. Ni que fuera la reina Isabel para tardarse así. Pero quién se cree este pendejo para hacerme esperar ya verá lo que le pasará, lo voy a descuartizar vivo. Y mi subconsciente me dice "no, no lo hagas después quien más te va a querer, no yo te aguanto porque no me queda de otra"

Yo todo ofendido le respondo, "tú de que lado estás, no ves todo lo que me ha tocado esperarlo". Uf estoy como loco, ya hasta hablo solo. Mejor voy a buscar a ese pendejo.

Como un león enjaulado subo las escaleras, abro la puerta de su habitación y no puedo creer lo que mis ojos ven. Resulta que el señor se encuentra durmiendo, hasta babeando está. Que escena tan linda, bravo, me quito el sombrero y yo como tonto esperándolo allá. Me acerco a la cama y lo sacudo fuertemente... El abre sus ojos como platos y murmura "mierda".

-ALESSANDRO. Que lindo el bello durmiente, acaso estabas esperando que llegara tu príncipe azul y te diera un beso. O sea que si yo no subo a buscarte, tú seguirías durmiendo... Él murmuró entre dientes "si, pero quién llegó fue el ogro". Pero yo escuché claramente lo que dijo.

-ALESSANDRO. Me pareció escuchar algo, como que llegó el ogro y te despertó... el todo pálido me respondió.

-ÁNGELO. Tú esta loca yo no he dicho nada, además yo no estaba durmiendo solo estaba pensando 🤔.

-ALESSANDRO. Si como no y te encontré babeando y roncando.

-ÁNGELO. Eso no es cierto tu cómo que ya estás loco... Pero que cinismo el suyo ahora tacharme a mí de loco para el salir bien librado.

-ALESSANDRO. Oh así que yo estoy loco, entonces tú lo estás más por seguirme a mí.

-ÁNGELO. Es que nadie más te aguanta solo yo, deberías quererme más.

-ALESSANDRO. Mejor no sigas hablando, ves a lavarte la cara que tenemos que ir donde mis padres. Te espero abajo.

-ÁNGELO. Si mami ogro... Él salió corriendo para el baño y yo cogí una almohada y se la tiré Pero él ya había entrado al baño así que pego fue, en la puerta.

Lo voy a dejar pasar por ahora, en el auto me las paga, estoy no sé queda así.

Estoy en el garage esperando que Ángelo venga, dos minutos después él llega, se sienta de copiloto y pongo en marcha el auto. Mis hombres de seguridad vienen detrás de nosotros. Ya saben soy un empresario importante y los enemigos siempre están al acecho. Esperando el más mínimo descuido tuyo para atacarte.

Después de casi una hora de viaje voy llegando a la mansión de mis padres. Dónde viví muchas cosas hermosas, les puedo decir que nunca me hizo falta el amor de mis padres. Por eso a mí me dolió tanto lo que paso hace 5 años. No entendí dónde quedó ese amor, seguramente se dejaron envenenar tanto el alma de ese señor que se volvieron prejuiciosos.

Los guardias al ver nuestro auto se acercaron bajo la ventanilla y el que se acerca es un joven algo menor que yo, muy apuesto por cierto. No sé, pero su cara me parece conocida.

-GUARDIA. Hola buenas tardes, joven que se le ofrece.

-ALESSANDRO. Hola buenas tardes, vengo a ver a mis padres, soy Alessandro... El guardia abre sus ojos como platos y luego me dice.

-GUARDIA. De verdad no lo puedo creer, estás cambiado casi ni te reconozco... Estoy algo confundido, no me acuerdo de él.

-ALESSANDRO. Disculpe Pero acaso nos conocemos.

-GUARDIA. Claro que sí, yo soy Franco el hijo del señor Miguel. De seguro tú no te acuerdas de mí, porque cuando te fuiste yo tenía la edad de tu hermana y desde entonces no te volví a ver. De igual yo tampoco te reconocí... No lo puedo creer él es aquel chico delgado que corría por el jardín de la mansión. Pero ahora está más grueso y alto.

Me bajé del auto y le di un fuerte abrazo.

-ALESSANDRO. Pero mira nada más estás grande, ya no eres aquel chiquillo delgado.

-FRANCO. Pues si y tú no te quedas atrás.

Iba a responder, pero salió del auto Ángelo con la cara verde y vómito.

Se preguntarán que castigo le hice a Ángelo por hacerme esperar y también para cobrarme lo de anoche. Pues antes de llegar a la mansión me fui a un lugar donde podía dar las vueltas que quisiera y así fue. Di tantas vueltas que Ángelo se asustó y del susto vomitó muchas veces. Sé que a él no le gusta la adrenalina. Al parecer se me fue la mano porque aún sigue vomitando ja, ja, ja.

ÁNGELO. De que te ríes, no ves por lo que estoy pasando, te voy a demandar.

-ALESSANDRO. No és para tanto, mira te presento a Franco.

-ÁNGELO. Mucho gusto Ángelo Beck. Soy el mejor amigo de este loco, el único que tiene.

-FRANCO. Ja, ja, ja mucho gusto se nota que son amigos son tal para cual. Pero mejor entren, tus padres están adentro. Se van a sorprender.

Nos subimos de nuevo al auto y conducimos hasta llegar a la puerta principal.

Toco el timbre, estoy nervioso en pocos segundos veré de nuevo a mis padres.

Escucho pasos acercarse, mi hermana es quien abre la puerta y pega un grito fuerte. Mi amigo y yo por inercia nos tapamos los oídos. Se abalanza hacia mí y me abraza fuertemente. Creo que mis padres al escuchar el grito de mi hermana, salieron. Su sorpresa y emoción es tanta que la única palabra que articulan es mi nombre "Alessandro". Aún abrazado a mi hermana y con lágrimas en los ojos, logro decirles.

-ALESSANDRO. Hola padres, cómo están. Que alegría volverlos a ver. Los extrañé mucho.

😱😱😱

Se reencontró de nuevo con sus padres.