Jimena una joven de un pueblo de España vieja a los Estados Unidos en busca de un sueño y una vida próspera, allí luego de estudiar comienza a trabajar para Gabriel, un hombre con un oscuro pasado que logra captar su atención, acompañemos a Jimena para ver qué le depara el destino en esta ocasión
NovelToon tiene autorización de Dayma Sánchez Pérez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 24
Al fin lunes, nunca creí que dijera que tengo ganas de trabajar, voy a la cocina por algo para desayunar, extraño más que nunca a Claudia y sus súper desayunos, yo, en cambio, me preparo un poco de leche y avena, no me gusta perder tiempo en la mañana cocinando, prefiero dormir lo más que pueda, incluso si afecta mi sueño prefiero no desayunar, termino todo y voy a coger el bus.
Hoy traté de arreglarme lo mejor posible para captar la atención de Gabriel y hacerlo reflexionar lo mucho que se pierde si no da el paso y se acerca. Llego sobrada de tiempo a la empresa hoy rl trasporte fluye con rapidez, aún faltan diez minutos para las ocho, así que me tomo un momento antes de entrar y aprovecho para escribirle a mis padres, luego tomo el ascensor y coincido con Carlos, nos saludamos como siempre, parece que se lo tomó bien, eso me alegra muchísimo, de paso me invita a unirme a su grupo en el almuerzo, acepto y nos despedimos al salir.
Casi se me cae la carpeta cuando volteo hacia mi oficina, estaba Gabriel en primera plana mirando como hablamos Carlos y yo. Me compongo y voy hacia él.
- Buenos días, me dice en cuanto entre.
- Buenos días, le respondo mientras voy hacia mi mesa al dejar mis cosas.
- Cuando puedas te espero en mi oficina para conciliar todo lo de Corea, dice.
- En cinco minutos ahí estaré.
Él va hacia su oficina y yo por las cosas, tomo la laptop y paso todo a una carpeta compartida con el servidor central para que sea más fácil el acceso en su oficina, luego que todo es enviado correctamente al servidor voy hacia él. Llego a si oficina que está justo al lado de la mía y toco la puerta, el mismo la abre indicándome que entre, noto que al entrar cierra la puerta con llave y sin previo aviso estoy contra la pared besando a mi jefe.
Este hombre me va a volver loca, cómo es que ocurre esto, la verdad que besa tan bien que estoy tan dispuesta a recibirlo como nunca antes, entre beso y beso me dice al oído que siente lo que paso en Corea y jamás volverá a ocurrir, sigue besándome y yo no me opongo, al contrario me dejo, se siente tan bien, solo espero que esta vez sí llegue al final, está vez no creo que vuelva a mirar su dulce cara si hace lo mismo y me deja ahí tirada.
Me lleva hasta su mesa, con sus fuertes brazos me toma por las caderas y me sube en ella, estoy con una de mis sayas habituales, me sigue besando mientras su cuerpo se une al mío, comenzamos a hacer movimientos rítmicos, aún estamos vestidos, pero puedo sentir un placer inmenso al sentir su erección rozar mi clítoris, se separa un poco y pienso que le vuelve a ocurrir lo mismo de la otra vez, que me dejara ahí deseosa, pero no, baja mis medias con su mano, luego mi ropa interior y comienza a besar mi sexo.
Siento su boca succionar, mi rostro y cuerpo se contraen, lo tomó por la nuca para indicar dónde me gusta, me sigue con su lengua y ya no puedo más, tapo mi boca para no hacer mucho ruido, luego me ayuda a bajarme de la mesa, mis piernas aún tiemblan, me pone de espaldas frente a la mesa y siento un preservativo abrirse, que bueno que trajo, yo debo comprar, luego siento su miembro rozar mi sexo y deslizarse en mí.
Me llena toda y eso me gusta, me gusta tanto que volví a gemir, comienza a embestirme una y otra vez, yo estoy fuera de sí, luego de unos minutos siento que él se deja llevar, cuando desborda todo su placer en mí me abraza para tomar fuerzas nuevamente, cuando está más calmado sale de mí, envuelve preservativo y lo tira en la tasa del baño de si oficina, siento cómo descarga la cadena y regresa a donde estoy, yo me quedo como que no sé que hacer luego de esto.
Comenzamos a vestirnos en silencio, fue más fuerte el deseo que nos teníamos que la razón, prácticamente nos deboramos sin pedir permiso.
- Estás bien, me dice él.
- Sí, digo sin más
- Disculpa no podía contener más mis ganas de ti. Tengo que explicarte lo que pasó el otro día.
- Está bien.
- Primeramente, no quiero que pienses que soy un mujeriego que estoy así con cualquier persona, espero eso lo tengas claro, me gustas y me encantaría conocerte más e intentar algo serio contigo. Dice Gabriel.
- También me gustas, le digo.
- Tengo otra pregunta, tienes algo aunque sea informal con alguien, me gustaría saberlo. Dice él y sé que es por Carlos.
- No y tú, le digo.
- No, a eso voy, la verdad es que eres la segunda mujer con quién tengo intimidad, soy viudo desde hace cinco años, por eso me fuí así aquella vez, sentí como que la traicionaba, a mi esposa fallecida, estoy en terapia para superarlo, pero luego llegaste tú y me hiciste querer intentarlo nuevamente con alguien, darme una oportunidad en el amor, cosa que no tenía en mente la verdad.
- Lamento mucho lo ocurrido con tú esposa. Le digo.
- Gracias, dice con rostro afligido. Entonces, crees que podamos conocernos e ir poco a poco a ver hacia dónde nos lleva esto.
- La verdad me gustaría mucho, me alegra que me contaras y aclarar todo,en un principio creía que era yo, con relación a lo nuestro sería muy feliz de intentarlo contigo la verdad.
Nos dimos un beso nuevamente, ya estábamos completamente vestidos, él fue hacia la puerta y quitó el cerrojo.