DULCEMENTE DOLOROSA VIDA

AXEL: Señor, sé que ha mejorado mucho. Ha ido a la piscina del dragón, ¿verdad?

ROWAN: Sí, he ido.

AXEL: Usted dijo que no iría.

ROWAN: Pero esa chica es especial.

AXEL: Señor, ¿de quién habla?

ROWAN: Avergonzado, responde: de nadie.

LEONERA: (mientras está en descanso, piensa) Imbécil, ¿cómo pude caer en su trampa? Mientras recordaba, piensa: pero creo que sus labios eran suaves y dulces.

YAKIER: Todo el día te he visto sonrojarte. ¿Qué te hizo mi cuñado?

LEONORA: Cómo te digo que no es tu cuñado. Está bien, te contaré.

LEONORA: Él me llevó... Y después me besó... Y así sucesivamente, le contó todo.

YAKIER: (sonriendo) Jajajaja, jajajaja. Yo sabía que las vírgenes son muy tímidas, especialmente como tú, rostro inexpresivo, callada y tímida. Todos los defectos juntos.

LEONORA: Por eso no quería contarte. ¿Y de qué hablas si no has tenido una novia? Jajaja, o sea, estás igual que yo. Jajaja.

YAKIER: Te estás metiendo con el orgullo de un hombre.

LEONORA: Ya sonó el timbre. Te quedarás parado hablando.

YAKIER: Espérame.

Más tarde, terminaron las clases y, como de costumbre, estaba el auto al frente del colegio. LEONORA y YAKIER se dirigieron al auto y tocaron la ventana del auto.

LEONORA: Ya llegué. Ves, no me arrastrarás hacia el auto. Iré con mi mejor amigo.

YAKIER: (interrumpiendo) LEONORA, cuñado, no puedo soportar tanto romance.

LEONORA: No es tu cuñado. Y te montas o te monto, tirando una gran mirada. ¡Si las miradas mataran, ya lo habría matado!

ROWAN: Cuñado, en algo estamos de acuerdo.

YAKIER: (confundido) ¿En qué?

ROWAN: En nuestro romance.

Ambos se suben al carro, estando en un ambiente incómodo. Pero de pronto llega un mensaje al teléfono de YAKIER.

YAKIER: (sorprendido) Wow, LEONORA. Tú harías cualquier cosa por mí, incluso si me estoy muriendo.

LEONORA: Sí, ¿por qué?

YAKIER: Incluso si es para que la chica que me gusta me haga serías la carnada.

LEONORA: No crees que exageras, pero sí.

YAKIER: Paren el auto. Chao, te dejo con mi cuñado.

LEONORA: ¿Con qué te soborno?

YAKIER: No es un soborno, es un sacrificio. Al dejarte sola, me ofreció dos entradas al concierto de mi cantante favorito, con un viaje con todo pagado. Voy a llorar mientras esté en el concierto. Ah, y por cierto, no me llames este fin de semana. Chao.

ROWAN: Ahora nos quedamos tú y yo. Y por cierto, le pedí permiso a tu mamá para llevarte de viaje, pero como tu mejor amigo, mi esposa.

LEONORA: (pensando) Ayuda, me secuestraron. Un fin de semana con este maniático que sólo piensa en perversión. No lo acepto.

Y así emprendieron el viaje. Al llegar al aeropuerto, buscan un lugar para comer.

LEONORA: (piensa) Mi equipaje no lo traigo, y tal vez pueda escaparme. No traigo equipaje, tengo que ir a mi casa por él.

ROWAN: Tranquila, eso ya lo tengo resuelto, cariño.

LEONORA: (piensa) ¿Qué? Tengo una pregunta para ti. ¿Quién cambió mi pijama esa noche?

ROWAN: (sonriendo) ¿Quién crees que fue? No hay que esperar por el matrimonio. Jajaja.