YO FUÍ TU PRIMER AMOR

Al llegar Dante al departamento de Mina su madre lo recibió con una bofetada pues Rita ya le había contado todo lo sucedido hacia unas horas y no era que está fuera una chismosa ni nada por el estilo, ya que ella le era leal a Dante, pero su madre tenía una manera muy sutil de sacarle información a una piedra.

¡Eres un estúpido Dante, ya estarás contento, Mina se ha ido y todo es por culpa de esa mujerzuela mira que atreverse a venir a la casa de tu esposa para gritarle en la cara que te revuelcas con ella todas las noches, no cabe duda que es una callejera sin clase ni vergüenza.

Madre bien sabes que nada de esto debió pasar.

Pero paso y no hay vuelta atrás Dante, tú mejor que nadie sabe que esa niña no tiene ni un solo centavo en la bolsa y mucho menos cuenta con el apoyo de nadie!

Exclamó furiosa Ilda mientras golpeaba el pecho de Dante.

Este se limitó a guardar silencio pues amaba tanto a su madre y la respetaba de igual manera.

No se cómo le vas a hacer, pero quiero que muevas tus malditas influencias y traigas de regreso a casa a Mina sana y salva.

¿Me escuchaste?.

Solo a ti se te ocurre darle el lugar a esa mujerzuela en lugar de dárselo a tu esposa, aquí y en China esa niña es tu esposa y le mereces respeto o me vas a decir que te vas a comportar igual que el mezquino de su padre?.

Madre sabes perfectamente por qué se dio ese matrimonio, tú mejor que nadie sabia que a la mujer que amo es...

Una bofetada se impacto nuevamente en la mejilla de Dante impidiendole terminar aquella frace.

—¿Y dime dónde es que está esa mujerzuela ahora?, porque me imagino que ya te habrás enterado de que en estos momentos está revolcándose con ese hombre como suele hacerlo cuando no está contigo.

¿De qué estás hablando, cómo es que tú sabes dónde se encuentra Célin?

No te atrevas a insultar mi inteligencia Dante, acaso pensaste que sería tan estúpida como tú para no mandar a investigar a esa clase de mujeres, que brillan por sus deseos de riqueza y poder, solo un ingenuo como tú pasaría por alto ese pequeño detalle, pero yo no, me imagino cómo te habrá engatusado y es por supuesto que no estabas utilizando esa cabeza tuya para pensar con raciocinio no es así?.

No se que hecho yo en esta vida que Dios me castiga poniéndome está prueba tan grande!.

Dramatizo un poco Ilda pues le apenaba mucho el tener que ser tan dura con su único hijo, pero sabía muy bien que era necesario o de lo contrario jamás abriría los ojos.

Dante apretó los puños mientras volteaba a ver a Emilio el cual aseguraba era el informante de su madre y no estaba dispuesto a pasar por alto esa traición, saco su celular e hizo unas cuantas llamadas y después de unos minutos en silencio recibió un mensaje con una ubicación.

¿Es de Mina?

Preguntó Ilda muy afligida por no saber nada de aquella niña pues sentía que le había fallado, ya que ella le había dado su palabra de protegerla.

No madre no es ella, pero ya tengo la ubicación de dónde se encuentra.

Ilda tomó su bolso y se alistó para ir en busca de Mina.

¿A dónde crees que vas madre?

Preguntó Dante con una mueca de enojo en su rostro.

—¡Por supuesto que pienso acompañarte Dante!

Acaso crees tú que te daré la oportunidad de que vuelvas a echarlo todo a perder una vez más, no mi amor está vez se harán las cosas como yo digo no pienso permitir que pongas en riesgo la vida de esa niña una vez más.

Ilda salió refunfuñando de aquella suite y detrás de ella salió Dante no sin antes dejar muy claro a sus empleados, que después hablaría con ellos.

Emilio caminó detrás de él pues le había compartido la ubicación de Mina y por la zona en la que se encontraban no sabían a lo que se enfrentarían.

Dante sacó de su guantera una pistola de alto calibre pues temía lo peor, Emilio puso sobre aviso a los guardias de seguridad para que se reunieran en dicha dirección.

Dante estaba nervioso por la compañía de su madre pues no quería ponerla en riesgo, ya que no sabía si sus enemigos tenían algo que ver con la desaparición de Mina o era solo un capricho suyo.

Mil cosas pasaban por la mente de Dante pues el hacia todo lo posible por salir de aquel mundo, pero no era nada fácil pues su pasado se aferraba a su presente.

¡Maldita sea!

Dijo entre dientes, de solo pensar que la hayan lastimado, le carcomía por dentro pues sabía que era por su culpa.

Mientras tanto en el departamento de Marcus aquellos dos jóvenes disfrutaban de aquella deliciosa cena mientras platicaba uno del otro tratando de conocer un poco más de ellos mismos y aunque la historia de Mina es muy simple pues al haber estudiado toda su vida en internados de mujeres no tenía mucho que contar.

Eso se le hizo muy interesante a Marcus pues no podía creer que a su edad Mina no tuviera contacto físico con nadie más aparte de Cloé su mejor amiga, también se dio cuenta de lo penosa que es al estar frente a un hombre.

No te preocupes Mina, vamos a estar bien ya lo verás, dijo Marcus al ver que le costaba mucho trabajo el socializar con él, pero el sabía ser paciente y esperaría el tiempo que sea necesario para que ella le abra su corazón y le dé a conocer un poco más allá dé ese caparazón que la rodea y aunque él sabía que no estaba exento de guardar su pasado celosamente pensó que ya habría tiempo de hablar de ello con Mina.

Estaban haciendo la sobremesa cuando unos fuertes e insistentes golpes en la puerta llamaron su atención, Marcus se puso tenso al pensar que podía ser alguno de los investigadores de su tío, pero se había encargado de mantener un bajo perfil hasta ese momento para evitar ser descubierto al menos hasta que haya cumplido la edad necesaria para tomar posesión de toda la herencia familiar, ya que su tío se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte y se ha aferrado a la idea de quitarle lo que por derecho le pertenece, es por eso que tuvo que viajar a ese país para evitar ser asesinado por sus familiares.

Dominic se le adelantó y abrió la puerta y al ver de quién se trataba está quedó estupefacta al ver el rostro furioso de Dante!

¿Quién es Nana?

Se escuchó la dulce y despreocupada voz de Mina que preguntaba desde el interior de aquel departamento.

Soy yo, respondió Dante mientras entraba a dicho departamento haciendo a un lado a Dominic la cual parecía ser de piedra pues nunca pensó que él las encontraría tan pronto.