Perdón, Ya No Espero Amor

Una maquilladora bastante famosa. Un vestido negro con motivos dorados, complementado con algunos accesorios. No da la impresión de una belleza angelical, sino una belleza fuerte, en el sentido de que, si una villana pasara, tendrían que apartarse. Se podría decir así.

Martin, aún sentado en su silla de ruedas, se quedó atónito. Lentamente, una sonrisa apareció en su rostro. El joven vestía ropa a juego con Tiffany.

"Te ves hermosa..." La elogió.

"Siempre lo soy". Tiffany entrecerró los ojos y luego arregló la corbata de Martin que parecía un poco torcida. Con los rostros tan cerca, Martin tragó saliva varias veces.

La chica, realmente traviesa, palpó los labios de Martin con sus dedos. El nuez de Adán del joven subía y bajaba.

"Tan guapo..." Lo elogió Tiffany.

Martin solo sonrió, atrayendo a Tiffany hasta que cayó en su regazo. No piensen en esta como una pareja tierna, sino como una pareja peligrosa.

"Tiffany, cariño... no debes seducir a un hombre así. Si no quieres arrepentirte..." Susurró Martin, acariciando suavemente el cuello de Tiffany.

Cuando los labios de ambos se acercaron naturalmente, Tiffany tragó saliva confundida sobre qué hacer, cerrando lentamente los ojos.

Pero, de repente, una voz familiar resonó: "¡Deténganse!" Gritó Arelia. "¿Qué pasaría si se arruina el lápiz labial de Tiffany?"

Rápidamente, Tiffany se bajó del regazo de Martin. Suspirando, la chica tomó su mochila. Luego sacó una pequeña bolsa de papel de ella. "Un regalo de mi parte".

Martin sonrió, tomando la bolsa de papel que le dio Tiffany. Al final, el objeto quedó a la vista.

"¿Bóxers?" Arelia frunció los labios conteniendo la risa.

"Para que, cada vez que mi querido Martin se baje los pantalones, se acuerde de mí". Una explicación razonable, que realmente hizo reír a Arelia. En realidad, esta chica es bastante buena, solo que parece traviesa.

"Incluso sin tus bóxers, siempre me acuerdo de ti cuando me bajo los pantalones". Una respuesta también razonable de Martin.

Pero tuvo éxito en hacer reír a Arelia aún más fuerte. ¿Cómo puede su hijo, que es súper educado y frío, ser tan vulgar?

Arelia suspiró, ¿será posible que esta sea realmente la pareja de su hijo?

La pulsera de jade y el collar que llevaba Tiffany llamaron su atención. Realmente combinaban con la apariencia de Tiffany.

***

Una fiesta para celebrar la inauguración de una nueva sucursal de una empresa, propiedad de uno de los empresarios influyentes.

Los ojos de Meira escudriñaban, esta es una fiesta bastante grande. Incluso algunas celebridades asistieron. Arreglando un poco su apariencia, que es hermosa como un ángel. Llevando un vestido color melocotón, combinado con un maquillaje que da una impresión de belleza natural. El pelo largo es tan hermoso.

"¿Puedo presentarme?" Preguntó un joven que se acercó de repente.

"Yo... yo..." Meira bajó la cabeza torpemente, mantener la imagen es lo principal. No debe ser agresiva en absoluto.

"No seas tímida, mi nombre es Yudha. Podemos ser amigos cercanos". Dijo el joven apuesto.

Meira solo asintió. "Mi nombre es Meira Wiratmaja".

"¿Meira Wiratmaja? ¿Eres la única hija de la familia Wiratmaja?" Preguntó Yudha, a lo que Meira respondió con un movimiento de cabeza. Sin explicar nada.

Un camarero pasó llevando bebidas. Fue entonces cuando Yudha tomó dos copas de champán, una para él y otra para Meira. "Celebrando nuestra presentación", dijo el joven.

"Celebrando nuestra presentación... salud..." Meira sonrió, las dos copas chocaron suavemente. Disfrutando de su bebida, de hecho esta es una fiesta de clase alta. Meira ya está acostumbrada a ella.

Safira estaba hablando con algunos conocidos de la alta sociedad. Mientras que Roy y Yahya, también estaban charlando en otra esquina, con quién sabe quién.

Lo que está claro es que esta noche se verá un espectáculo sorprendente. Cómo un collar de diamantes rosas puede romperse tan fácilmente.

Frunció los labios conteniendo la risa. Tiffany será odiada por Arelia y Martin por cambiar el collar. Después de eso, solo queda dirigir la opinión de que Tiffany vendió el collar.

"¿Qué tal si después del evento salimos solos?" Preguntó Yudha, quien es el hijo de un empresario del carbón.

"¿A dónde?" Preguntó Meira.

"Habrá una sorpresa para ti". Susurró Yudha, que solo es el quinto hijo de cinco hermanos. Casarse con la hija de la familia Wiratmaja haría que se le tuviera en cuenta para dirigir la empresa de su padre más adelante. Además, ¿tal vez si algún día Meira Wiratmaja obtuviera apoyo financiero de su familia?

Quién sabe... pero acercarse a las mujeres con cálculos, eso es Yudha.

La puerta se abrió de repente, revelando la llegada de Martin, alguien que tiene una mala reputación entre los empresarios. Aunque solo lleva un año en el poder en la empresa de su difunto padre, puede resolver fácilmente todos los problemas. Regeneración de trabajadores y expansión de la red de negocios.

Esta vez se movía en una silla de ruedas empujada por una mujer desconocida. Una mujer que ni siquiera ha aparecido en ninguna fiesta de clase alta. Pero no se puede negar, esta mujer es tan hermosa, parece desafiante y peligrosa a la vez.

"Sr. Martin". Saludó un viejo empresario. "¿Cómo está? Por cierto, ¿quién es esta mujer?"

"Ella es mi novia". Respondió Martin con frialdad.

"Sofian..." Dijo el viejo empresario queriendo saludar a Tiffany.

"Tiffany..." Tiffany respondió a su mano extendida. Solo por cortesía, tal vez este hombre sea un socio comercial de su amado Martin. Pero este hombre no quería soltar la mano de Tiffany. Acariciándola con los dedos, dando una impresión de coqueteo.

Tiffany apretó la mano de este anciano lo más fuerte posible. Hasta que Sofian hizo una mueca, retirando su mano.

"¡Qué grosera!" Se quejó Sofian.

"Mi carácter es grosero. Por eso solo Martin, que es tierno, puede soportarme. Siempre me deja estar arriba". Una frase llena de sonrisas. Haciendo que Sofia se enfade de verdad.

Lo que piensa es que esta mujer no es realmente la amante de Martin. Tal vez solo una mujer hermosa contratada, o tal vez una amante mantenida no para casarse. Es imposible que a Martin le guste una mujer así.

"Sr. Sofian, parece que está siendo un poco grosero con mi novia, ¿verdad?" Martin sonrió fríamente, haciendo que a Sofian se le pusiera la piel de gallina en todo el cuerpo. "Soy el tipo de persona celosa. Así que me guardaré esto como rencor. Cómo coquetea con mi futura esposa".

Sofian abrió mucho los ojos. Resulta que novia no significa amante mantenida de Martin. Sino novia en el sentido de su futura esposa.

"¡Lo siento! La... la próxima vez no lo haré---" La frase de Sofian se detuvo cuando Tiffany le sirvió una bebida a Martin.

"Martin, cariño, controla tus emociones. Ese viejo no es mi tipo, no me gustan los hombres groseros. Prefiero a los hombres tiernos que solo se rinden, cuando me divierto con ellos". Una sonrisa coqueta de una mujer malvada.

¡Loco! Realmente caliente. ¿Cómo puede Martin soportar a una mujer así?

"¡Claro! La próxima vez, si alguien te coquetea. Puedes romperle los huevos. Yo me haré responsable". La frase de Martin hizo que Sofian sintiera un poco de dolor solo de imaginarlo.

Pero, ¿cómo es posible que Martin, que normalmente es frío, ahora diga algo vulgar?

Quién sabe, pero lo más importante en este momento es huir. Antes de que Martin vuelva a hablar de lo que hizo antes.

"¿Así que esta es una fiesta de clase alta?" Se quejó Tiffany.

"¿No te gusta?" Preguntó Martin.

"Aburrido, abrir problemas de práctica de olimpiadas es más interesante. Que estar en un lugar como este". Murmuró Tiffany.

Pero solo por un momento, cuando Meira se acercó a ella, junto con un joven.

"Martin, cariño, creo que voy a retirar lo que dije. Esta fiesta será muy interesante. Incluso muy, muy..." Tiffany se rió entre dientes, disfrutando de un vaso de zumo de naranja. Recordando que casi nunca consume alcohol.