¡Dos Corazones y una Historia!

Lívia

Recojo a Ryan en la escuela y al llegar a la empresa, me encuentro con Camila, ella es secretaria de Bruno y de sus padres, trabaja en la misma sala que Constança y Ayla.

Camila se ofrece a acompañar a Ryan, pues estaba subiendo. Ryan la conoce y dijo que estaba bien, que iría con ella. Aviso a Ayla, me despido de Ryan y de Camila y me voy.

Camila

Adoro a Ryan y a Ayla, a veces ella me invita a almorzar con ella, Ryan y Livia, me cae muy bien. No me cuesta nada acompañar a Ryan. Sin contar que es un amor de niño.

Yuri

Estoy entrando en la empresa y veo a una chica saliendo muy apresurada, tuve la impresión de que era Lívia, ¿será? Puede ser, ya que Ayla está trabajando aquí.

Cuando entro en el ascensor hay un niño y la chica que estaba en la sala con Ayla y la señora ayer. Los saludo.

El niño apenas me mira, ni siquiera levanta la vista. ¡Cómo está de frío! Está con gorro, sólo dice hola, y vuelve a jugar en el móvil concentrado.

Creo que no me reconoció, porque estoy vestido de forma formal y los chicos me ven de jugador, aunque es pequeño, tal vez ni siquiera sepa que yo jugaba para el equipo que él lleva en el móvil.

En cambio la chica, me saluda, me mira y se queda roja, me dieron ganas de reír, es una niña, debe tener unos 18 años.

Cuando el ascensor estaba a punto de cerrarse, viene una chica corriendo, deteniéndolo y llama a Camila, creo que es la chica o mejor dicho es la chica.

- Ven Ryan, necesito coger más carpetas y enseguida subimos- dice Camila.

- ¿Puedo subir solo Camila? Sé ir - dice Ryan.

- ¿Y si te bajas antes del piso correcto? ¿O peor, si te pierdes? ¡No, tu madre me mata! - dice Camila.

- ¿A qué piso va? - pregunta Yuri.

Camila dice que va al piso de la presidencia.

- Lo acompaño, no te preocupes, voy a hablar con Bruno - dice Yuri.

- Está bien, pero por favor señor, su madre me mata si se pierde - dice Camila.

- Tranquila, yo lo acompaño - dice Yuri.

El ascensor se cierra.

Yuri

El chico ni me mira, vi que está jugando a un juego de fútbol. Me río, es del Real Madrid, yo era adicto a esos juegos. Me doy cuenta de que no le pregunté el nombre de su madre a la chica.

¡Mierda! Voy a tener que preguntarle al niño, ella lo llamó Ryan.

- ¿Tu nombre es Ryan? - pregunta Yuri.

- Sí. - responde Ryan sin mirarlo.

- A mí también me gustaba jugar a esos juegos, cuando tenía tu edad, un poco más - dice Yuri.

- ¡Me encantan! pero a mi madre no le gusta que use el teléfono para jugar (piensa) y para nada. Pero a veces me deja y la tía Livi me dejó usarlo, así que ella no puede regañarme - dice Ryan sonriendo.

Yuri

Joder, cuando sonrió, ¡vi la sonrisa de Ayla! Esto es una locura, ¿tendrá ella un hijo?

- ¿Cómo se llama tu madre? - pregunta Yuri.

En eso el ascensor se abre y Ryan ve a Ayla.

- Es Ayla - Ryan sonríe y sale corriendo hacia ella.

Yuri

¡Cuando el niño dijo Ayla! ¡Me llevé un susto! ¿Habrá tenido un hijo con ese desgraciado de Pietro?

Miro y ella parece blanca, cuando me acerco para hablar con ella, Ayla sale con el niño, claramente me está evitando.

Ayla

¡Casi me muero! ¡Cuando vi a Ryan salir del ascensor con Yuri! Di gracias a Dios porque llevaba el gorro puesto y estaba con el móvil, porque cuando está con esa porquería (el móvil) ni se da cuenta de quién está con él, aparte de que ni levanta la cabeza.

Por eso estoy segura de que no reconoció a Yuri, él es ex jugador y admirado por Ryan, ¡que ni se imagina que el famoso crack que adora es su padre!

Menos mal que Yuri, iba vestido de forma formal, nada deportivo. No quiero ni imaginar si hubiera llevado algo de fútbol.

Veo que Yuri viene hacia mí ¡y huyo! No quiero hablar con él, ¡no!

Yuri

Tardé un poco en llegar a donde estaba la señora, parecía que mis pies no quisieran despegarse del suelo...

- ¡Buenas tardes! Ryan tenía prisa por ir al baño..... ¿En qué puedo ayudarle? - dice Constança.

- ¡Buenas tardes! Bruno me espera - dice Yuri.

- Claro, discúlpeme, es que la secretaria ha bajado a buscar unas carpetas del archivo y no lo sabía, esa parte la lleva ella. - dice Constança.

- Imagínese, no hay problema. No quiero molestar, puedo esperar a que regrese - dice Yuri con simpatía.

- Le acompaño a la sala de Bruno - dice Constança.

- No me llame señor, puede llamarme Yuri - dice Yuri sonriendo.

- Puede ser chico, suelo llamar así a los amigos de Bruno - dice Constança sonriendo.

- Por supuesto - dice Yuri sonriendo.

Ella lo acompaña y regresa a la sala.