Una serie de desafortunados acontecimientos llevan a Marla a volverse más fuerte, luchando entre el amor , amistad y la supervivencia dando como resultado a una implacable guerrera lista para liderar el mundo oscuro del ampa..
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No me arrepiento..
La decoración del "Flame" era excelente, iluminado en tonos neón de manera intermitente, se posaba en diferentes ángulos.
La pista de baile abarrotada.
Una hermosa rubía platinada atravesaba el lugar a paso firme, decidida, sin vasilar un solo segundo.
El sonido de su corazón agitado, lo percibía más alto que la música a su alrededor. Un trago grande de saliva pasó en su garganta seca, sus manos sudorosas balanceaban a sus costados, con su elegante caminar.
El vestido ajustado a su curvilínea figura, brillaba en todas direcciones, refractando la luz .
Justin la descubrió entre la multitud dirigiendose a él.
Él, se perdió, preso de sus encantos, de momento pareciera que fuese en camara lenta. Intrigado la veía venir a su dirección.
Antes que pudiste reaccionar Marla llegó a él, lo jaló de las solapa de su chamarra de piel con una mano y con la otra lo tomo por la nuca planteándole un beso; Intenso, dulce, fiero y excitante, que lo reclamaba como suyo aunque sólo fuese en ese instante.
La calidez de los labios dio entender sus sentimientos.
Sin poderlo evitar se quedó inmóvil ante la electrizante sensación que lo invadió, cautivo de sus propias emociones cerró los ojos, correspondiendo a tan bello acto, la tomó por la cintura, alargo y disfruto tan linda caricia.
Todo se desvaneció alrededor: Personas, música, lugar, todo solo eran ellos dos.
Los sentimientos reprimidos, engañados, no pudieron ser más escondidos.
Lentamente, ambos abrieron los ojos, cayendo en cuenta de lo sucedido y volvieron a besarse como si no hubiera un mañana.
Sin esperarlo, fueron separados con rudeza, un grito estridente resonó en el lugar. El pelo de Marla estaba enrollado en la mano de Tatiana quién le gritaba eufórica, con la otra empujó a Justin cayendo de trasero, su cabeza choco con el borde metálico de la silla que había tirado a su paso, golpeándose fuertemente y noqueandolo levemente.
El chico en disputa intentaba enfocar a las chicas, se le dificultaba levantarse. Entre movimientos fragmentados, vio cómo Tatiana intentaba golpear a Marla. No pudo levantarse.
Más de la mitad de los impactos fueron evadidos por la rubia. En dónde si lo recibía, dejaban un fuerte dolor. Como instinto de supervivencia, Marla respondió golpeando con rudeza, dañaba su adversaria, con fuerza, muy contundentes, eran pocos, pero bien dados.
La experiencia de Tatiana la sobrepasó.
Evitando que la lastimara más, Sharon y Sheila le ayudaron sutilmente. Entre el calor de la pelea y la multitud que la rodeaba le hacían imposible golpear mas, la jalaban la de vez en cuando, acomodandola sin que ella cayera.
El grito de Sheila resonó: -- ¡Es suficiente,e vámonos!
Ambas chicas la tomaron de la mano, esquivando la multitud, salieron con ella de prisa.
En el estacionamiento Sharon la subió a su moto y las tres salieron a una alta velocidad riendo.
Íker se percató de la huida, colgó su llamada y las siguió. Estaba dentro de su lujoso y potente auto. Intento dar alcance, a esos transportes de dos ruedas sin éxito, perdiendolas en pocos minutos.
Tatiana intentaba seguirlas, Justin lo impidió, al girar para observarlo vio que un hilo de sangre caía por su frente. Se acercó a él y lo reviso, ayudándole a ponerse de pie.
Muy enojada a empujones lo sacó del lugar directo a la casa, a ese viejo sótano que Justin había convertido su hogar y ahora era tan frío sin Marla Perla y Aurelio.
Ese suceso según Tatiana no trascendió mucho, se empesino en hacerle ver que Marla solo jugaba con él. Lo empierno todo el tiempo para no darle tiempo a analizar la situación.
Justin aún en silencio recordaba con anhelo tan desconcertante beso, reviviendo la sensación que sintió.
Siguió con Tatiana y su trabajo como si nada hubiese sucedido. Mortalmente decidió hacerla a un lado.
Comenzó a vivir solo, ocasionalmente Tatiana dormía con él, pero en el día ella se iba a trabajar dejándolo solo, el hecho de que su trabajo era de turno nocturno complicaba más su soledad.
Regresando al día de la pelea en el antro.
Con la adrenalina a mil, Marla fue llevada a casa de las gemelas que solo reían por la situación.
Sentadas en el mullido sofá de su sala, con miles de preguntas.
-- ¿Cómo te sientes?
Preguntó Sheila. Revisaba con la mirada, descartando daños graves.
-- ¿Te lastimó mucho? ¡También se llevó muy buenos golpes!
Reían con complicidad fraternal.
Sharon se levanto del sillón, se encaminó a la nevera y regresó con una bolsa con hielos que sacó del congelador, acomodandolos en una bolsa, la cubrió con una toalla y se los puso en la boca, un moretón comenzaba a formarse.
-- ¡Feliz y triste! _Agradeció con la mano extendida_. ¡Fue una locura! Y no cambiaría por nada las cosas. ¡No me arrepiento!
Con las respuestas de Marla rieron como locas, chocaron los puños como cuando celebran en el voleibol.
Fueron interrumpidas por el timbre que sonaba eufórico.
Sharon al abrir descubrió que era Íker.
-- ¿Cómo sabías dónde estamos?
Contesta mostrando su teléfono móvil: -- Tengo su ubicación por su teléfono.
Con un paso, se hizo a un lado, le permitieron ingresar y él va directo a Marla.
-- ¿Qué sucedió?
¿Estás bien?
_Acaricia con el pulgar su boca_. Disculpa. No debí dejarte sola.
-- No te preocupes, no es nada. _Le guiño un ojo_. Chicas . ¿Hay algo para la sed?
Cuestiona para aliviar el momento.
Así, después de una tempestuosa noche Marla es llevada a su departamento.
Subió en silencio, directo a su habitación. No quería dar explicaciones a Perla y Aurelio.
Dejándose caer en su cama grita, y patalea revolviendo la colcha de su cama. Revivia una y otra vez el atrevido beso que robó, con esa sensación se quedó dormida un amplia sonrisa la cobijó en sus sueños.
Las explicaciones a Aurelio y Perla al día siguiente fueron bien estudiadas, aunque no los convenció mucho, decidieron dejarlo así, no querían parecer entrometidos.
Los siguientes días pasaron sin novedad.
Como siempre ella del trabajo a casa.
Su nueva familia se entre tenían cuidando las hermosas plantas que habían acomodado por todo el departamento. Salen a caminar por las tardes, demostrandose el amor que por tanto tiempo fue postergado.
En ocasiones se encontraban con Justin, no pasaban de un saludo y ya. Tatiana demandaba su atención, la pareja se despedía de inmediato no sin antes darle un fuerte abrazo y pedirle que se cuidara.
La nostalgia se percibiria en él, Tatiana se encargaba de hacerlo olvidar con sus ardientes caricias.
Por las tardes Íker acompañaba a Marla a dar un paseo. La invitaba a tomar un café, al cine. De a poco se estaba ganando su corazón, cuidado detalles, tan significativos que endulzaban cada vez más el corazón de Marla.
Sentado en la terraza que habían habilitado Perla y Roberto Marla veía el atardecer de la ciudad. Con brazos recargados en el barandal, observaba los autos iban y venían en la transitada avenida. Las pantallas de los espectaculares trasmitian varios spots: De ropa, perfumes, maquillajes, viajes, iluminando la ciudad.
Una voz le interrumpe de sus cavilaciones: -- ¿En qué piensas? Aurelio llama su atención, acomodandose a su lado.
-- Nada en especial.
Contesta con una sonrisa.
-- ¿Cómo estás con Íker ? Se nota que le interesas y mucho, esas salidas y regalos son sospechosos.
_Agregó mirándola de reojo_. ¿Ya son novios?
-- No.
Contesta con un suspiro.
El ruido de un potente motor se escucha.
Observan cómo se estacionan frente a su edificio pitando con insistencia.a
El sonido de su celular llama su atención viendo que es Íker el que la intenta contactar, ella contesta:
-- Hola
-- Hola. ¿Salimos a dar la vuelta?
-- Sí, en un momento bajo
Corta la llamada, despidiéndose de Aurelio, con un beso en la mejilla.
-- En un rato, regreso.
Va por un abrigo, al salir del edificio encuentra a Íker, recargado en su auto, lucia muy sexy en leggins, playera y tenis blancos. Su delineado cuerpo llamaba más la atención que su increíble auto.
La saluda de beso, abre la puerta y le ayuda a subir. Rodea el auto y sube de inmediato. El perfume invade de golpe a la chica.
Agradece sonriéndo con dulzura.
Se encaminan a la playa, la velocidad se incrementa a medida que avanza.
-- Gracias por salir conmigo. Te presumo este auto es de los primeros que ocuparon mi diseño. Alcanza velocidades muy altas el pocos segundos, más que cualquier auto convencional. Economiza combustible, sus cámaras te indican en pantalla si un auto se acerca más de la cuenta, tiene piloto automático. Enumera las cualidades con una enorme sonrisa de satisfacción y continúa:
-- Tiene un jefe GPS que sugiere rutas de acuerdo al flujo vial.
-- Felicidades, sabía que lo lograrías.
Da un beso en la mejilla.
Al llegar a la orilla del mar se estacionan.
Le ayuda a bajar se suben al cofre, muy cerca observan el atardecer, mezcla de colores; rojos, amarillos y rosas son armonizados por la susurrante melodía de las olas.