Para los que les gusta leer novelas de mucho erotismo, s*xo liberal.
Todo empieza cuando en un día con lluvia un rayo le quita la vida a la madre de Paola, desde ese día comienza su miedo a la lluvia.
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FINAL
Al llegar la mañana, sería la propia Paola quien llevaría el desayuno a la cama, desayunaron y tomaron un refrescante bañó, sobraría decir como continuó el resto del día.
Ambos querían recuperar cada segundo que estuvieron lejos, y sus cuerpos no parecían quedar satisfechos a pesar de lo mucho que habían disfrutado continuamente, experimentaron algo diferente, ellos disfrutaban de su reencuentro al máximo, sabían y tenían completamente claro que desde ese momento eran una familia, el también disfrutaba acariciando el vientre de Paola para consentir a su hijo.
Ellos se daban caricias afectuosas, los abrazos y caricias eran fundamentales a la hora de expresar afecto y mas si era una relación sana y feliz, durante todo el tiempo que estubieton acostados, relación era muy afectuosa, ellos se hacian sentir confianza, esa tranquilidad y ese amor que no sabían como explicarse con palabras. La cercanía y la complicidad favorecían los vínculos más fuertes y alimentan el amor y, por lo tanto, también la relación de pareja, ambos sabian que un solo gesto de cariño podia solventar cualquier situación porque los hacia sentir en calma y amados.
Después de estar satisfechos Paola le contó lo sucedido con Enrique, le dijo que eran buenos amigos y la había apoyado mucho, Daniel no vio el problema porque ella tenia derecho a sus amistades y le dijo que iba a comprar la clínica donde trabajaban, y todo seguiría igual con su amigo,
Pasaron los meses y Paola ya había terminado sus prácticas, ya la clínica pertenecía a Daniel, ella ya estaba en casa esperando la llegada de su hijo, Daniel disfrutó mucho de las pataditas de su hijo por las noches, las citas y la ecografía donde le dijeron que era un niño.
Daniel estaba feliz con su hijo, dormía con él en su pecho, lo bañaba y lo cambiaba, Paola veía a su marido e hijo, estaba feliz por la familia que tenía con Daniel, Loli también ayudaba con el niño, era como la abuelita.
Un mes después de Paola haber tenido a su hijo, la tía la llamó porque su marido la había hechado de su casa porque no iba a vivir más con ella, Paola la llevó a vivir con ella, su prima se habia ido a vivir con su novio, era de gran ayuda para ella tenet a su tia junto a Loli.
Paola aprovechó que las inscripciones en la universidad más prestigiosa estaban abiertas y se inscribió para estudiar medicina, ella fue motivada por Daniel, ya que quería estudiar, pero en una universidad pública.
El le dejó claro que no tenía nada contra las universidades públicas, pero que ella no tenía porqué estudiar en una de ellas si el podía pagar una privada y por eso aceptó.
Cuando el niño cumplió los 6 meses se casaron, los invitados eran los empleados de la finca, el empresario de la empresa en Rusia, la tía de Paola y su prima, Seida y Enrique, que ese mismo día fueron presentados y todos se la llevaban bien, Daniel y Paola se hicieron muy amigos de los dos.
Daniel estaba en la oficina de su casa pensando, escogió la palabra bellísima para calificar a la mujer que hacía meses inflaba su corazón.
Paola comenzó sus estudios y su tía cuidaba de su hijo, como tenían ayuda con el niño, la pareja de esposos cada vez que podían tenian sus encuentros s*xuales, lo hacían sin sin parar.
A los tres meses de haberse casado, Paola comenzó a sentirse mal, se imaginó lo que tenía y fue a una cita, allí le confirmaron lo que ella sospechaba, llegó a su casa y le dio la sorpresa a su esposo.
Daniel no lo podía creer, nunca pasó por su mente tener hijos, pero con la mujer de su vida ya iba por el segundo, él la miró y sonrió con su cara de enamorado, se acercó a ella abrazándola y le dijo.
DANIEL: Gracias amor, esta noticia no la esperaba, pero me hace inmensamente feliz, gracias por todos los momentos inolvidables, por los momentos felices y hasta por los que no son tan felices, pero igualmente verdaderos; por las confidencias, la complicidad, por las risas, por las caricias y por los besos; por haber despertado mi piel a las sensaciones más pl*centeras.
PAOLA: también tengo que agradecerte, porque gracias a ti mi vida entera ha cambiado, porque desde el primer momento noté sensaciones extrañas dentro de mí, reconocí las famosas mariposas en el estómago, esas de las que habla tanto la gente. También empecé a acostumbrarme a llevar una sonrisa amplia y constante, a ver las cosas desde un prisma más optimista y creer en el futuro, gracias por confiar en mí, por hacerme disfrutar de los pl*ceres.
La feliz pareja se sumergieron en su burbuja de l*juria, Daniel lo hizo con cuidado, después le dieron la noticia a los empleados, así como también se la dieron a Seida y Enrique que eran sus amigos y se emocionaron con la noticia y se ofrecieron como padrinos, ellos estaban en una videollamada.
Los cuatro amigos se despidieron de la llamada, los esposo reían de las locuras de sus amigos, Paola como todo fin de semana visitaba la tumba de su madre, le contaba todo lo que sucedía en su vida, le dijo que nunca la iba a olvidar y le iba a contar a sus hijo lo buena que era su abuela.
Paso el tiempo y Paola tuvo una hermosa niña, el llamaron Gael, y la niña, Gabriela Seida y Enrique la bautizaron a los 6 meses, aprovecharon y bautizaron a Gael, el padrino fue Carlos y su prometida.
En medio de la celebración de los bautizo en la finca, Seida y Enrique dieron la noticia que había empezado una relación, trabajaban juntos en la clínica, Paola y Daniel los felicitaron, ellos se convirtieron en los mejores amigos de la pareja.
Pasaron los años y Paola terminó su carrera de medicina, un año después lo hizo su compadre Enrique y trabajaban juntos en la clínica que era de Daniel, administrada por Seida.
FIN.