MI AMAZONA

Santiago no se sentía bien sabiendo que Natalia podría estar incómoda, daba vueltas en la cama, pero el dolor en su abdomen y la conciencia no se lo permitía, se levantó muy suave, acercándose a Natalia, se inclinó y tomó suavemente la manta y cubrió los hombros de Natalia, acarició su cabello discretamente, pero Natalia despertó y se sorprendió, al ver a Santiago inclinado tan cerca de ella, el reflejo de la luna se asomaba por el gran ventanal quien siempre mantenía las cortinas de recogidas.

___ ¿Qué sucede, te duele?___ preguntó Natalia, inclinándose para quedar sentada.

___ Un poco, pero, no me siento tranquilo de que estés aquí, vuelve a la cama, Natalia___

___ No insistas, no me moveré de aquí, así qué vuelve a dormir __ contestó Natalia, volviendo a acomodarse en el sillón.

___ La cama tiene mucho espacio, podemos compartirla___ propuso Santiago.

Natalia miró con desconfianza a Santiago, no aceptaría de ninguna manera, menos al imaginar tenerlo tan cerca, no correría el riesgo.

___ muy bien, entonces me sentaré aquí, no pienso dormir tranquilo y cómodo, mientras mi esposa duerme aquí ___

___ ¿Quieres obligarme sicologicamente?, pensé que eras diferente __ dice Natalia murmurando, no se dejaría llevar.

Santiago recostó su cuerpo lentamente al sillón donde se encontraba Natalia ___ Nunca te voy a obligar a nada, siempre pediré tu consentimiento.

Natalia guardó silencio, sentía muy nerviosa con cada palabra de Santiago, no entendía por qué permitía, su cercanía después de ser tan esquiva respecto al contacto con un hombre.

___ No pensarás quedarte aquí, no tengo espacio para moverme___ dice Natalia, volteando su cuerpo con la intención de sacar a Santiago del sillón. Santiago hizo un movimiento falso para fingir que el movimiento lo había lastimado.

___ ¡Perdón!, ¿te duele? ___ dice Natalia, inclinándose y acercándose a Santiago.

Un gritó suave salió de Natalia, Sin darse cuenta Santiago la tomó en sus brazos, levantándola del sillón, para llevarla a la cama.

__ ¡Suéltame!, bájame ahora mismo Santiago___ protesta Natalia, forcejeando para qué la liberará.

___ ¿No crees que la cama es un espacio más grande que el sillón?___ preguntó Santiago, acomodando a Natalia en un borde de la cama, pero de inmediato se inclinó hasta quedar muy cerca de su rostro.

____No pienso compartir la cama contigo __

___No pasará nada, a menos que tú lo querías, ¿o tienes miedo de no poder resistir mi cercanía?___ bromea Santiago, mientras recibe un indefenso golpe de Natalia en uno de sus brazos.

___ No te hagas el chistoso, quítate, estás invadiendo mi espacio vital, y quien dijo miedo, no pienso discutir contigo, si me tocas te dejaré peor de lo que estás ___ dice Natalia, acomodándose en la cama, marcando y separando la mitad de la cama con el edredón.

Santiago se divirtió mucho mirando la actualidad de Natalia, le causaba tanta ternura, al punto de querer abrazarla besarle... cada día era más difícil contenerse.

La tranquilidad de la mañana llegaba con el despertar de Natalia, no se dio cuenta en que momento logró conciliar el sueño, después de una pelea interna con sus pensamientos, abrió sus ojos para encontrarse con el rostro de Santiago a escasos centímetros del suyo, tenía su mano unida, entrelazada a la de él, la herida de su labio inferior se miraba con claridad. Dormía con mucha tranquilidad, Natalia, observó con mucha curiosidad las facciones del rostro de Santiago, sus marcadas cejas negras, pestañas curvas y labios suaves sonrosados.

Por varios minutos se quedó solo observándolo, tratando de entender la tranquilidad que sentía su corazón y por más que quería rechazarlo algo en lo profundo se lo impedía.

Se levantó muy despacio sin ir a despertarlo, salió de la casa, buscando el aire libre de la mañana, necesitaba despejar los pensamientos. Caminó por los alrededores y un extraño murmullo llamó su atención.

En el corral se encontraban varios de los trabajadores, ayudando a una vaca a dar a luz una cría, pero el parto se había complicado debido a que el ternero traía una de sus manos dobladas, lo que le impedía nacer

Natalia se hizo camino en medios de las personas y logró llegar hasta el animal quien daba muestras de cansancio, y sobre todo, no podría hacerlo sola .

___¿ Qué sucede?___ preguntó Natalia, al reconocer a Dionisio.

___ Señorita, la cría biene en la posición incorrecta__

___ déjame ver__ Natalia se inclinó colocando sus rodillas en el suelo tomó unos guantes y revisó la vaca___ Si no lo sacamos ahora mismo morirá, lleva mucho tiempo intentando salir, sus pulmones ya tienen líquido, es ahora o lo perderá

___ Pero, el veterinario aún no llega ___ contestó Dionisio.

___ Lo haré yo misma ___ dice Natalia, ante la protesta de los presentes, quienes se oponían a que Natalia ayudará la vaca.

Natalia volvió su mirada a Dionisio, buscando su aprobación. Dionisio sabía que lo que Natalia decía era cierto ___ Adelante Señorita, asumiré la responsabilidad.

Natalia tomó la cabeza del becerro y lo volvió a introducir en el vientre de la madre, metió una de sus manos en el cuerpo de la vaca, giró y acomodó las dos manos del becerro hacía a fuera y luego esperó la nueva contracción de la madre desesperada, para ayudarle a sacarlo con éxito, pero no se miraban signos vitales. Natalia succionó las fosas nasales del becerro y le daba reanimación con ambas manos en la parte de los pulmones haciendo de poco a poco volviera en sí .

___ El patrón ya está aquí con el veterinario___grita uno de los trabajadores.

___ ¿ Qué sucede aquí?__ preguntó Rodolfo con la ceja marcada, mientras Natalia se inclinaba, con las manos manchadas de sangre.

____ Señor Rodolfo, la ayude para que no perdiera la cría ___

___ ¿Quién te dio la facultad para tocar mi vaca?, eres una mujer atrevida, fuera de lugar, porque no vas a hacer cosas de mujeres, maldito el día en que mi hijo se dejó mirarla bolas de esta mujer ____ reaccionó molestó Rodolfo

___ Esta mujer atrevida, como usted me llama, acaba de salvar las vidas de sus dos sementales, pero no se preocupe, no volveré a tocar sus propiedades___ dice Natalia defendiendo su trabajo.

___ ¿Quién permitió que esta mujer metiera mano a mi vaca __ preguntó Rodolfo, con mirada fulminante.

___ No pedí permiso de nadie __ respondió Natalia, al mismo tiempo que Dionisio respondía ___ yo lo autorice, señor, la señorita hizo un excelente trabajo___

___ Pues ahora verás las consecuencias de tu atrevimiento, estas despedido ___ agregó Rodolfo

Natalia sentía que se le congelaba la sangre, sentía rabia, frustración y culpabilidad __ porque se va en su contra, no se lo merece, no porque sea el señor de todo esto le da derecho a pasar por encima de los derechos de las personas ___ dice Natalia, apretando su puño.

___ Es eso lo que me da derecho, soy el señor de esta tierra, y si me da la gana también a ti te saco de mi casa y de la vida de mi hijo ___ respondió Rodolfo, desafiando a Natalia.

___ Jumm, no pienses estoy a gusto en un lugar que toman la autoridad para pasar por encima de los demás, no se preocupe, no necesitas echarme, me voy por mi propia cuenta diciendo esto Natalia salió corriendo, seguida por Dionisio.

Todos guardaron silencio, mientras que Rodolfo se mordía la lengua de la ira .

Santiago, ajeno a lo que sucedió, no fue a la oficina ese día, despertó muy tarde, salió en busca de Natalia, pero uno de los trabajadores le comentó lo sucedido. Santiago no sabía cómo reaccionar, si era necesario, se enfrentaría a su autoritario padre, pero por ahora lo que más le importaba era encontrar a Natalia antes de fuera demasiado tarde.