Catalina

Enzo aún estaba devastado por lo que había descubierto, estaba recordando aquella funesta noche.

POV

— Vamos amigo busquemos unas hermosas mujeres en la disco. — insistió uno de sus amigos.

— Claro que sí, quiero acción está noche. — respondió Enzo animado.

Esa noche los tres amigos salieron de fiesta, esa era la misma discoteca donde Catalina asistiría con su hermana.

— Te lo dije aquí lo que hay es puras hermosuras. — comento Ignacio moviéndose al ritmo de la música.

— Ustedes dos no tienen arreglo, por otro lado, yo espero a mi novia, está por llegar. — comento Francisco esperando a su novia.

Francisco era un hombre muy reservado, el sí tenía una novia, pero no había tenido intimidad con ella, pues creía que algo ocultaba, pero la terquedad de estar al lado de la mujer más hermosa de la ciudad no lo dejaba ver claramente las cosas, al rato llego la novia de Francisco, está no era otra que Laura quien tenía muchos planes para esa noche, ella pensaba drogar a su novio y hacer que él abusara de ella y así obligarlo a casarse.

— Amor al fin te veo. — dijo Laura besando a Francisco.

— Vamos llegando. — respondió Francisco señalando a sus amigos.

Obviamente, Laura se fijó en Enzo quien la ignoro completamente, él siempre se había sentido superior a todos y Laura le parecía insignificante para estar con su amigo, Laura se dio cuenta de lo que pasaba, así que le dijo a Francisco que iría por algunas bebidas, y así fue, ella primero le llevo la bebida a Francisco y se la entrego en las manos, claro está ya iba adulterada, solo que no contaba con que ese día Francisco estaba bajo tratamiento y no podía tomar una gota de alcohol, entonces Enzo para no desperdiciar agarró el vaso y se lo tomó a fondo burlándose de Laura, cosa que a la muchacha la llenó más de ira, se despidió de Francisco y fue con su hermana a la que también le había adulterado la bebida, así que cuando Catalina se empezó a sentir mal la llevo a una habitación privada, donde supuestamente un hombre la esperaría, por otro lado, los amigos de Enzo también lo llevaron a una habitación privada, pues este se puso como loco, lo dejaron en ese sitio y le enviaron una mujer cualquiera para que satisficiera sus instintos lo único que no previeron fue que Laura ya los había visto así que prefiero dejar a su hermana con Enzo March y así se vengaría de los dos al mismo tiempo, una por estúpida y sabelotodo y el otro por sus aires de superioridad.

Enzo no sabía lo que le estaba pasando, él solo estaba esperando a la mujer que sus amigos le iban a enviar, cuando la puerta se abrió la habitación estaba completamente a oscuras así que no vio quien entró, solo escucho unos pasos que se acercaban a él, está otra persona se acostó a su lado y cuando Enzo sintió que era una mujer no pudo contener las gana y empezó a besarla, ella estaba correspondiendo a aquellos besos, pero de un momento a otro él perdió el control de sí y empezó a portarse salvajemente con ella, la mujer quiso defenderse, pero él la superaba en fuerza, cuando despertó de aquel terrible momento vio a una chica vistiéndose, tambaleando se veía bastante mal, no alcanzo a verle la cara, ya que solo había una pequeña luz que iluminaba su espalda, él recordó como se sentía la cicatriz que se ocultaba debajo de aquel tatuaje, cuando reunió la fuerza para hablarle ella salió corriendo de aquel lugar, se sintió un verdadero monstruo, pero lo peor estaba por descubrirlo, porque cuando recobro sus fuerzas y vio el desastre que había en la cama sintió asco de él mismo, aquella joven era virgen hasta esa noche, él juro encontrarla y de alguna manera resarcir el daño causado.

Desde ese entonces se dedicó a la búsqueda de aquella muchacha, solo que parecía se la había tragado la tierra, nadie sabía nada de ella y nunca nadie supo lo que pasó en aquella habitación, Enzo guardo su oscuro secreto, ese secreto que no dejaba vivir en paz.

Fin del recuerdo.

Enzo estaba perdiendo en sus pensamientos cuando recordó a Isabel, Isabel podía ser su hija, él tenía una hija, en ese momento entro en razón y entendió que lo mejor era contarle la verdad a Catalina.

Salió en busca de la mujer que amaba, no podía perderla, no podía dejar que ella pensara que él solo la engaño, llegó a la casa donde vivía Catalina y empezó a llamar a la puerta, solo que nadie contestaba, marco varias veces al teléfono de Catalina, al principio sonaba, pero después la llamada se iba a buzón, siguió insistiendo en la casa, sin obtener ninguna respuesta.

En su desesperación empezó a ver por la ventana, pero en la casa parecía no vivir nadie, un vigilante al verlo desesperado llamando a la puerta se le acercó.

— Disculpe señor, las señoras que vivían en esta casa se mudaron. — informo el vigilante.

— Cómo se mudaron?, a que hora fue eso?. — pregunto Enzo desesperado.

— Casi estaba amaneciendo, señor, según me enteré venderán la propiedad. — respondió el hombre.

— Dejaron alguna ubicación o algún teléfono para ponerse en contacto con ella en caso de vender la casa?. — pregunto Enzo aún con la esperanza de encontrar a Catalina.

— No señor, la señora Catalina dijo que ella se encargaría de todo. — respondió el vigilante.

Enzo le dio las gracias por la información y volvió a su auto, le dio de golpes al votante y se ponía las manos en la cabeza en símbolo de desesperación.

— Catalina mi amor dónde estás?, soy un mxxxxxx cobarde por dejarte ir. — grito Enzo en la soledad de su auto.