Sinfonía De Dos Almas

Ante las palabras de Clara me dieron unas insoportables ganas de reír porque si comprendo lo que hablan, pero es este cuerpo tierno que todavía no manejo bien sin embargo si me pude reír a gusto, aunque termino con un gorjeo y una enorme burbuja que explotó en la cara de Evan y me devolvió a una larga explosión de risas que al final se detuvo cuando Clara me tomó de los brazos de Evan.

-Parece que le caes bien al pequeño Cian, ven a verlo, pero solo si terminas las tareas.

-Noooo y si vengo a hacer las tareas aquí.

-No, el bebé puede romper tus cosas y es peligroso si se traga alguno de tus materiales escolares.

-Bien

Es así como una personita más se sumó a mis visitantes y del cual podría burlarme cuanto quisiera, entonces en mi entrenamiento por pescar uno de mis pies con una mano aprovechaba si él estaba para hacer que lloraba para que se asomara por encima de la cuna pensando que me herí por no controlar mi fuerza y estrujar mis deditos del pie y corría a buscar a Clara para ayudarme con eso, sin embargo para cuando ella llegaba yo me partía de risa y lo hice varias veces hasta que en una ocasión Clara se escondió fuera de mi campo visual y me vio hacer mi jugada, así fue como me estere que ella estaba allí, porque comenzó a reírse y le dijo a su hijo con la voz empañada de risa.

-Evan, te tiene conseguido, esta jugando contigo, este pequeño es malicioso desde pequeño, te está molestando.

-¡Oh, vamos!, Cian no sabes el cuento del pastorcito de las ovejas que gritaba “vienen los lobos” para burlarse de los campesinos, pues cuando en verdad te duela no iré a buscar a mamá y estarás con dolor.

Eso mató mi juego de burlarme de Evan, que alguien se compadezca de mí que estoy muy aburrido, pero hubo un momento en que Clara me colocaba un almohadón especial que me permitía estar sentado en la cuna y así podía practicar tomar diferentes juguetes de peluche que había en la cuna.

Un día mientras estaba en mi sesión de estrujar a muerte al señor león de peluche entró un hombre a la habitación en dirección a la cuna y pude ver su cabello negro liso, de rostro algo redondo, pero hermoso y de ojos azules, que alargó la mano para sacarme de la cuna, sin embargo, el instinto de mi cuerpo accionó la “alarma”, es decir, un llanto desesperado porque no reconocía del todo a esa persona.

En ese momento se asomó Clara y cuando vio el conflicto se apresuró a ayudar al hombre.

-Señor Ronan lo está sosteniendo un poco fuerte déjeme ayudarle.

Vaya manera más profesional de desviar la atención del hecho de que su propio hijo lloraba porque no podía reconocerlo.

-Bien, coloque la mano aquí y la otra dé pequeñas palmaditas en la espalda, si, así.

En el instante que la ama de llaves terminó las instrucciones el bebé dejó de llorar, pero no fue por una postura más cómoda era más bien porque podía reconocer a esa persona que ya no se sintió tan asustado, que impresionante es la respuesta de bebé, del cuerpo de Cian.

Después de esa visita repentina Ronan o papá ha venido más seguido a mi habitación y gracias al cielo por el desarrollo rápido de los bebés porque al fin puedo decir palabras simples como no, si, adiós, incluso nombres cortos con “Evan” y el día que lo llamé por su nombre creí que moriría por aplastamiento a una edad temprana por el abrazo super fuerte de un adolescente.

Cierto día papá se le ocurrió leerme un cuento y en el venían los términos que no comprendía, pero gracias a contexto de la historia y otros libros que vienen después pude comprender que existía un subgénero como Delta, Alfa, Beta, Omega y gamma, pero los cuentos para niños no entran en muchos detalles de la biología pude notar que había hombres que podían tener bebés y mujeres que podían dejar embarazadas a otras mujeres.

No obstante, las visitas comenzaron a espaciarse hasta llegar a ser nulas y un día mientras jugaba con Evan a construir torres con cubos de peluche el adolescente le preguntó a su madre.

-¿Por qué ya no viene el señor Ronan, mamá?

-Ah… el señor entró en celo hace una semana y ahora están esperando que sea el momento para realizarle pruebas y así confirmarlo, además algunas personas tienen supersticiones de que si estas cerca de un bebé omega, tu bebé será otro omega, así que el señor evita el contacto con el joven maestro.

Una vez aclarado ese punto continúo doblando la ropa de bebé en su cómoda, pero su hijo no había terminado su conversación.

-Es una tontería, todo el mundo sabe que el subgénero de alguien es como jugar a la ruleta rusa, es verdad que el subgénero es más probable que suceda cómo en mi caso ambos, mamá y papá son betas, así que era muy probable que fuera beta.

-Es verdad querido, pero no podemos decirle eso.

Es mi momento más feliz cuando puede gatear y pararme un poco, aunque caía sobre mi trasero tiempo después, esa independencia era maravillosa y mis palabras eran mucho más claras, solo era cuestión de tiempo para que lograra caminar por mi cuenta y llegó la “maravillosa” noticia de que sería hermano mayor, pero tenía el presentimiento de que sería criado únicamente por William y Clara cosa que confirmaré con el tiempo.

-Cian, serás hermano mayor en unos meses. Explicaba Clara mientras bañaba al bebé.

-¿Evan, viene?. Dijo Cian para desviar la atención porque sabía lo que significaba, pero no afectaba su vida, ya que era ignorado por sus padres biológicos.

Además, al mismísimo Cian no le interesó que hicieran o dejaran de hacer esa pareja, pues ya consideraba como sus padres y familia a Clara, William y Evan.