Todos dicen que ella es la villana, que su pobre hermana, la heroína, es una victima de sus maldades y envidias, así que ella les demostrará lo que en verdad es ser villana y les arrebatará todo, a los que se atrevieron a menospreciarla. Layla Amary, los hará desear haberla tratado mejor...
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capítulo 24...
Ya que se están asegurando de tener aliados, llego el momento de dar los primeros pasos de su plan, lo cual es desestabilizar el poder del emperador y la forma más viable, es quitarle a sus aliados. Así que Hades consiguió la orden del emperador para movilizar a sus caballeros y arrestar a todos los miembros de un club de citas, un lugar que se sabe prostituye chicas que son secuestradas de sus pueblos o compradas a sus padres con problemas económicos. Pero al entrar a ese lugar, no encontraron a ningún hombre que era parte de la facción del emperador y tampoco estaban las chicas, lo cual sin duda deja en claro que el emperador les hizo saber sobre esa redada. Claro, todo era parte del plan, porque, lo que el emperador no sabe, es que la orden que firmo, le da acceso total a Hades de investigar esa casa hasta encontrar a las chicas. Y así, dos noches después, Hades y sus caballeros regresaron, arrestaron el dueño y sus empleados, se llevaron a las jóvenes, y quedaron bajo arresto, seis nobles aliados del emperador. Entonces cuando presento el informe ante el emperador y la corte, les hizo saber que el día fijado para redada, no había nada, ni nadie en el lugar, algo bastante sospechoso, en especial porque los nobles arrestados, eran aliados del emperador.
— ¿que estás insinuando?— pregunta molesto el emperador.
— nada, majestad, tal vez a usted se le escapo y dijo sobre la redada a uno de estos.— señala a los nobles.
Estos estaban de rodillas, con la cabeza baja, aunque se veían calmados, porque saben que el emperador no los castigara. Y justamente al momento de dar su declaración, ellos dicen haber sido invitados a una fiesta, pero que no sabían que llevarían a esas chicas, ante esto, el emperador dice que ellos pueden quedar libres y los que será ejecutados son el dueño y sus cómplices.
— que curioso que no sepan que había en ese lugar, si lo visitan siempre.— resuena la voz de Layla en el salón.
La chica camina hacía los ministros y les da un par de registros, son anotaciones de los clientes y que chicas les gustan, así como los pagaré con sus firmas. Los hombres se encogen de hombros y miran al emperador, sus miradas eran de miedo.
— entonces majestad, ¿aún cree que son inocentes?— pregunta Layla con una sonrisa.
El emperador traga en seco, mirando a la corte que estaban consternados por la información entregada, además de que se sabe bien que esos nobles son aliados del emperador.
— que el duque proceda según la leyes.— termina por decir agachando la cabeza.
Los nobles le piden al emperador ayudarlos, mientras que este se veía frustrado por esa situación, incluso mira a Layla, porque ella trajo esas pruebas, Layla lo observa fijamente y ve una sonrisa burlona en ella justo después se da la vuelta para seguir a Hades, quien se iba con los caballeros que se llevan a esos nobles.
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Más tarde, el emperador estaba furioso, porque sabe que lo sucedido, por muy pequeño que sea, puede causarle problemas. Pero si algo le llamo la atención fue la expresión de Layla y era clara su intención de dejar en evidencia lo sucedido y si lo piensa, Hades nunca antes hizo nada en su contra, pero justo ahora que se caso con Layla, pasa eso.
— esa maldita chiquilla...—
El emperador no duda en pensar que todo se debe a que Denis no fue capaz siquiera de mantener en secreto su amorío con Felicia, lo cual causo su ruptura de compromiso y con ello, que ahora esa chica quiera vengarse, y por lo que parece, no es una venganza cualquiera ya que la chica se nota es bastante astuta. El emperador llama a su secretario, pidiendo que envíe a alguien para entregarle una carga a su madre, es decir la concubina. El emperador escribe una breve carta para decirle lo que ha pasado y lo que cree que podría querer Hades al haber causado aquel alboroto. Pues quizás bajo la influencia de esa chiquilla, este deseando tomar el trono.
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Otro día más ha llegado, la emperatriz organiza una fiesta de té, por supuesto, Layla fue invitada, la emperatriz ya sabe lo que ha pasado y organizó todo por petición de la concubina, quien desea conocer a Layla. Las mujeres que fueron invitadas habían llegado, pero de Layla no había rastro de su presencia y lo que le enoja a la emperatriz, es que Layla haya salido ilesa de sus ataques.
La concubina no demoró en llegar, la emperatriz la recibe de manera muy cordial e incluso es ella quien le hace reverencia primero, siendo notado por las mujeres del lugar, ya que, siendo la emperatriz no debe ser de ese modo y siendo la concubina del emperador anterior, es ella quien debería mostrar respeto, ya que su estatus es mucho más bajo. La concubina no demora en preguntar por Layla, pero ella seguía sin llegar.
— que falta de respeto.— menciona molesta la concubina.
Ella toma asiento y en ese momento, Layla va entrando al lugar, era un salón amplio con enormes ventanas, ante su llegada todas fijan su mirada en chica, pues aunque es más joven que ellas, Layla luce más imponente que la emperatriz, su presencia da un aura de mujer peligrosa.
Layla camina hacía la emperatriz y saluda con una reverencia, de la misma manera hace una reverencia ante las demás mujeres, mientras se presenta. La concubina que estaba en la misma mesa que la emperatriz, se muestra furiosa, porque el saludo que Layla dio fue dirigido a todas, no saludandola de manera individual.
— las jovencitas de hoy en día, tienen una falta de educación que ofende.— crítica la concubina.
— me disculpo madame, si la he ofendido de alguna manera, puede decirme y podría corregirlo.— expresa una calmada Layla.
— por supuesto, soy la concubina del anterior emperador y no me diste un saludo apropiado.— se queja.
— ¡oh! Me disculpo, no sabía que usted era la madre del emperador, en clase, solo me mostraron el retrato de los anteriores emperadores.— sonríe ladina.
El silencio se hizo presente ante el comentario de Layla, pues solo hizo resaltar, que una concubina no es tan importante en el palacio, porque nisiquiera hablan de ella durante una clase de historia y no existe un retrato de ella en los libros. La mujer aprieta las manos molesta, pero Layla se veía tranquila.
— señorita Layla, solo sea más cuidadosa la próxima vez.— agrega la emperatriz.
— por supuesto majestad, ahora que la he conocido ya no habrá un malentendido.— sonríe de manera amable.
Y así, la fiesta da inicio. Todas hablan tranquilamente, Layla fácilmente se adapta para hablar con aquellas mujeres, pero puede notar que la concubina no dejaba de vigilarla, lo cual le hace saber que seguramente la emperatriz ya sospecha de sus intenciones y por eso llamo a esa mujer.
— señorita Amary, lo que me sorprendió es que usted haya sido capaz de sacrificarse casándose con un hombre infertil.— menciona con malicia la concubina.
— ¿por qué todas siempre sacan ese tema?, pero lo dire de nuevo, ¿en verdad el estéril era él?, ¿por qué su esposa no lo dejo y se caso con uno de sus muchos amantes?, bien pudo embarazarse de uno de ellos, pero no paso.— responde Layla con tranquilidad.
Escuchar aquello por supuesto que hizo que las mujeres presentes comenzarán a cuestionar todo, ya que la difunta duquesa nunca se divorcio sabiendo que no podría tener hijos con ese hombre. Algunas de esas mujeres eran las que habían estado en la fiesta de Celestine y concuerda con Layla.
—¿esta insinuando que la difunta duquesa era la del problema?— pregunta la emperatriz molesta.
— saque sus conclusiones, majestad. Tal vez dentro de poco le demos una sorpresa.—
La emperatriz solo finge una sonrisa, pero escuchar las palabras de Layla solo la ponen más furiosa.
— si es así, todos sabrán que le ha sido infiel a su esposo.— menciona la concubina.
— que directa, madame. Pero no puede haber infidelidad si primero se hace la prueba de fertilidad, ¿cierto?, no sería tan ingenua de embarazarme sin antes hacer esa prueba.— sonríe ladina.
— señorita Amary, ¿sabe la clase de problemas que se dirían si usted queda embarazada?, la nobleza creerá que el duque intenta tomar el trono.—
Layla deja salir una risa por el comentario de la concubina.
— lo sé, pero si antes mi esposo no hizo nada, ¿por qué lo haría ahora?, bien pudo tomar de esposa a otra y luchar por el trono.— responde Layla.
— es verdad, si el duque sabía que no era estéril, pudo casarse antes y tomar el trono.— menciona otra mujer.
— es verdad, el duque jamás se quejo al ceder el trono.— opina otra.
La concubina se queda callada y la emperatriz rápidamente cambia la conversación para no haya más incomodidad, pero la concubina no está satisfecha, esta segura que algo deben de estar planeando debido a todo lo que su hijo le contó.
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