El Día Que Todo Cambió

🤎Leonardo🤎

Me encontré con Karina ayer en el ascensor y estuve tratando de averiguar si Alex es mi hijo o no, y como sospechaba sus fechas coinciden bastante exacto, eso me ilusionó mucho… Creo que le haré un examen de paternidad rápido porque ya me estoy encariñando con él, aunque si no es mi hijo es un niño bastante tierno, quisiera acercarme a él.

El punto es que intente acercarme a Karina pero ella es reservada y algo tímida. Estaba camino a la impresora ya que mi asistente no estaba y la vi sonreírle a un empleado, y lo más es que después lo abrazo, sentí como la presión en mi pecho anterior nunca antes había sentido una sensación asi de miedo e impotencia. Pensé que era su novio, pero ella dijo que eran solo mejores amigos.

Pero ese cuento no se lo cree nadie, él tal Thomás me desafiaba con la mirada una y otra vez, y tubo el descaro de decirme que Karina era totalmente su tipo de mujer y la estaba conquistando. Para colmo nos interrumpió en el ascensor como si nada y le propuso una pijamada ¿A quién se le ocurre hacer pijamadas a esta edad? Y más si son hombre y mujer

No pude aguanta y le dije a Karina que llegará una hora antes, pero el tonto se le ocurrió decir que entonces salieran el fin de semana. Es un descarado, y lo más es que es evidente que Karina confía en él.

—Señor Harper ya estoy aquí- Me dice Karina entrando, agitada y con su cabello desordenado

—Señorita Spencer ¿se encuentra bien?—Se ve cómo si hubiera corrido una maratón

—Sí señor, es que se me hizo algo tarde, me quede dormida y Salí corriendo, le pido disculpas por llegar tarde

—No se preocupe por eso, pero no debería correr con esos zapatos, venga siéntese—Le digo y ella me mira extrañada

—No señor tranquilo yo—Siéntese, insisto

Ella se sentó y le pregunte si podía quitarle los tacones

—Se va a lastimar si corre asi, no vuelva a hacerlo, no importa si llega tarde a cualquiera la puede pasar— Le dije y ella me vio como si yo fuera un bicho raro

—¿Ocurre algo?—Le pregunté

—No señor, es solo que… Usted no es como dicen los rumores—Me dice y entro en razón, es verdad que los rumores sobre mi son una verdadera novela, aunque no son del todo falsos

—No se guíe por los rumores, tal vez es mejor que se tome el tiempo y me conozca, tal vez le termine gustando— Le dije y vi como sus mejillas coloradas se sonrojaron aún más, se veía tan tierna

—Ah, yo ¿quiere un café? Voy a ir por uno? Dice cambiando de tema

—Claro, se lo agradezco

—¿Con azúcar o sin azúcar?

—Con azúcar, no soy amargado—Le digo y ella se ríe, después sale y a los minutos vuelve con dos tazas de café

—Que eficiente

—Muchas gracias

—Delicioso— le digo mientras lamo mis labios y noto como su mirada baja a mis labios, es tan inocente y

tierna.

—Señorita Spencer disculpe mi intromisión, pero es que estuve pensando en el pequeño Alex

—¿En mi hijo? ¿Por qué?— Pregunto extrañada

—Bueno verá, es un niño muy tierno y por lo que pude apreciar él quiere un padre —No es asi?— Le pregunté y ella bajo su mirada

—No debe avergonzarse con eso, solo pregunto porque quiero pedirle su permiso para acercarme a Alex

—¿Pero, porque? Eso le traerá rumores señor

—Los rumores siempre existirán, la verdad es que es un niño muy tierno y por lo que veo usted trabaja mucho, seguramente lo ve solo en la noche, ¿Qué tal si al salir de la escuela lo trae a la empresa? Acá tenemos una sala de juegos para niños

—¿En serio? ¿Puedo hacerlo?

—Por supuesto, hay muchos padre o madres cabezas de hogar en la empresa, es una buena iniciativa tener un lugar para niños y asi poderles brindar empleo—Le digo y ella me sonríe mirándome de una manera que no entiendo

—¿Sucede algo malo? – Le pregunto

—No señor, por el contrario… Es solo que no pensé que fuera tan amable como para pensar en todo eso. La verdad es cierto que muchas personas sufren buscando empleo porque tienen hijos, y no solo eso sino que es el hecho de que esta compañía es de las más grandes del país, y exigentes… Pero tener algo asi es...especial señor Leonardo— Me dice sonriendo, no logro descifrar lo que siento, puedo sentir la sinceridad en sus labios. No pude resistir más y me acerque a ella, su rostro estaba tan hermoso y sus labios me atraían, su mirada se perdió a la mía y tuve el impulso de besarla, pero sé que es muy precipitado, asi que solo le moví un mechón de cabello, lo que la dejo desconcertada

—Tenía un mechón en la cara, disculpe

—No, no se preocupe—Dice tartamudeando

—Bien, comencemos con el trabajo

—Si señor

Continuamos trabajando en el anuncio de la nueva empresa que no me di cuenta y ya casi iba a ser medio día, no había desayunado por salir de la carrera, por lo que escuche mi estómago rugir y solo deseaba que la tierra me tragara y me escupiera en júpiter.

Vi a Karina avergonzado y ella solo se rio, pero su estómago también rugió y se colocó rosada como un tomate

—Jajajaja al parecer necesitamos un descanso para comer— Le dije y ella sonrió

—Vamos a comer—Le propuse

—¿Disculpe? ¿No es inapropiado?

—¿Por qué? Somos adultos y solteros.

Además solo vamos a comer, Vamos—Le digo y ella me sigue y la lleve a un restaurante que me gusta mucho

—Mi niño Leo— Me dice la señora Carmen al verme. La señora Carmen es la dueña de una cadena de restaurantes en los que trabajo toda su vida, y desde niño solía venir con mis padres a comer a sus restaurantes, que nos volvimos cercanos, es como una nana para mí

—Nana Carmen, ¿Como esta?— Digo y me acerco a abrazarla

—Bien mi niño, como siempre llenando barrigas para que estos hombres amargados de negocios tengan un corazón más contento— Me dice y dirige la mirada a Karina

—Nana Carmen, te presento a Karina, una amiga – Le explico pero ella me ve pícaramente y yo le guiñe un ojo

—Hola señora Carmen, es un placer

—Oh el placer es mío querida, por fin este solterón trajo a una mujer con él. Pensé que moriría solo—Le dijo mi nana burlándose de mi

Nos acomodamos y pedimos algo de comer, luego mi nana se fue pero no sin antes sonreír juguetonamente lo que me causo algo de vergüenza.

—¿Te gusta el restaurante Karina?—Le pregunté

—Sí señor, es muy elegante, pero el también es bastante agradable

—Nada de "señor", si estamos en el trabajo por favor. ¿O quiere que le siga diciendo señorita Spencer? Ya le dije a Carmen que eras mi amiga ¿Me vas a hacer quedar mal?

—Está bien, entonces Leonardo… ¿Por qué vienes a este restaurante?

—Me tomaste desprevenido

—Me dijiste que no fuera formal,yo solo seguí las órdenes

—Inteligente y astuta… Aquí suelo venir solo siempre que puedo, antes venía con mis padres, pero después de;la muerte de mi padre a mi madre no le gustaba venir, asi que yo seguí viniendo solo o a veces con mi hermano

—Comprendo y lo lamento, no debí preguntar.

—No, no se preocupe, me agrada hablar de mi padre, era un buen hombre, amoroso con mi madre.

—Parece que le tiene mucho aprecio, la verdad no creí que fueras este tipo de persona

— ¿y cual tipo de persona creíste que era?

—Bueno, es que los rumores dicen que eres frio, demandante, incluso que eres Gay y por eso te obligaron a comprometerte con Sara y… Lo siento, lo  siento no debí mencionar nada de eso—Dice avergonzada al ver mi confusión

—Jajaja se los rumores sobre mí, por eso te dije que te tomaras el tiempo de conocerme. A ver ¿Por dónde inicio?...No soy Gay, puedo asegurarte que soy cien por ciento heterosexual, es verdad que soy exigente y demandante ya que desde la muerte de mi padre me hice cargo de la empresa y los inversionistas junto con los accionistas quería agarrar la mejor parte para disolver la empresa, asi que tuve que darlo todo por meses para ganarme sus respeto, e hice crecer la empresa en menos de un año, desde ahí el trabajo ha sido un poco demandante y entendí que algo que no puedes hacer en este negocio es mostrar tus debilidades porque siempre lo usaran en tu  contra

—Parece que tiene un gran peso sobre sus hombros, pero he visto la empresa, y cuando voy a comprar a los centros comerciales veo como buscan su marca, porque el producto es el mejor… Asi que sé que ha hecho un buen trabajo, sé que su padre estaría orgulloso— Dice sonriéndome, ella no sabe todas las sensaciones que causa en mi

—Muchas gracias… en cuánto a mi compromiso… la verdad es que Sara es como una hermana para mí, me comprometí con ella porque mi madre siempre la ha querido como mi esposa por lo similares que somos y porque prácticamente crecimos juntos y la madre de Sara es su mejor amiga… Pero sinceramente nunca la he amado, en realidad creo que apenas estoy empezando a descubrir el significado de esa palabra—Dije mirándola intensamente y note como su mirada se fijó en mí, sus labios se curvaron muy sutilmente pero su expresión era de confusión

—¿Por qué hasta ahora?— Me preguntó

—Porque hay alguien que me llama mucho la atención… Es una mujer muy hermosa que me cautivó con su llanto, y su mirada… ella dejo una marca profunda en mí, pero desapareció por años, la volví a ver hace poco y cada día me llama más la atención— Le dije y su mirada se perdió por un momento

—Comprendo… ella es afortunada. Comamos—Dijo mirando los platos en la mesa y comenzó a comer

—Mi niño Leo, toma este vino, es cortesía de la casa—Dijo mi nana acercándose a nosotros

—Pero nana ¿Por qué? No es necesario

—Acéptalo, asi lo bebes con tu hermosa novia— Dijo mirando a Karen y ella agito las manos avergonzada

—Doña Carmen, yo no soy su novia, soy su empleada—Se excusó Karina nerviosa

—O ¿Su empleada?... Pero ¿si eres solo su empleada porque te trajo con él, si jamás vino incluso con su prometida?— Dijo mi nana, y se rio… mi nana es muy astuta por ratos

—Gracias nana, lo beberemos después— Le dije sonriendo y se fue

—Am yo, disculpe no quería crea confusiones

—Te dije que nada de formalidades Karina y no te preocupes, ella lo dijo porque eres la primer mujer que traigo

—¿En serio soy la única?— Dijo mirándome

—Sí, lo eres—Le respondí mirándola intensamente. Luego me dirigí al auto y ella me siguió, cuando llegamos le abrí la puerta y nos dirigimos a la empresa en completo silencio… Ella miraba por la ventana y de vez en cuando me veía, podía sentir su mirada pensativa pero no sabía que decirle. Al final coloque música y ella se soltó, tanto que empezó a cantar, que por cierto lo hace hermoso.

Llegamos a la empresa, y las personas nos miraron extrañados pero no me importó, después de todo creo que si es con Karina, no me importan los rumores.

Seguí trabajando y ya iban a ser las 4 de la tarde cuando mi asistente me dijo que Karina quería hablar conmigo,

asi que la deje entrar

—Disculpe señor Harper, le quería pedir permiso para ir por mi hijo y traerlo ¿Puedo?

—Por supuesto, pero quiero ir ¿Puedo?

—¿E-e-está seguro? Estamos en la empresa

—Sí, estoy seguro, pero claro si me deja. Además, sé que le agrade a Alex, ¿vamos?— Le dije y al final fuimos juntos al recogerlo