Viviana Smith, ha estado enamorada de Tomás Jhonson desde su primer año en la universidad, fue para ella amor a primera vista, lastimosamente el solo tiene ojos para su novia Kendall, vivían se ha resignado, está segura que nunca va a tener una oportunidad con él, pero debido a una trampa puesta por Jeimy su mejor amiga y hermana de Tomás, ellos terminan casados, durante varios meses Vivían sufre por los desplantes y desprecios de Tomás, pero un día, después de un fatal accidente, ella decide olvidarse de él marcharse lejos, pero jura vengarse de las personas que le hicieron daño y acabaron con lo más preciado para ella.
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Capítulo 17
Más vale que cambies de opinión.
Vivian
Me levanto de la cama con pesadez y me doy una ducha larga, para ayudarme a relajarme, después de salir de esta me colocó mi ropa interior y me miro frente al espejo, supiro y llevo mi mano derecha a mi vientre. Aún me parece que esto es mentira, aunque la idea de estar esperando un bebé me hace feliz; es algo que definitivamente no esperaba y si me lo preguntan, hubiera preferido que esto ocurriera en otro momento y sobre todo en circunstancias muy distintas. Pero aún así, voy a amar a este pequeño con todo mi corazón, le daré todo el amor que una madre puede dar, seré muy distinta a como fue mi madre, el sabrá cada día de su vida que su madre lo ama. Sonrió y suspiro. Seremos felices bebé.
— Será mejor que continúe alistandome.
Tomo la ropa que Carmen planchó anoche y comienzo a vestirme, hoy mi atuendo consiste en un pantalón blanco de tiro alto, una blusa a rayas negras y blancas, diagonales, de escote en V, mangas largas boladas, con un amarre delantero, por la cintura y cae en pliegues, bolados, unas zandalias negras, accesorios plateados y cartera negra, maquillo mi rostro como siempre, nada cargado.
Bajo las escaleras y le sonrió a Carmen quien espera para despedirme.
— El taxi ya está esperándola señorita. — me informa, le sonrió.
— Gracias Carmen, nos vemos a la hora del almuerzo.
— Si señora, le prepare su plato favorito, ahora tiene que comer por dos asi que me encargaré de consentirla.
— ¡Ay Carmen eres tan linda gracias!
— No hay nada que agradecer señorita, vaya con cuidado, será mejor que deje de usar esos zapatos altos pronto
— Sí, entiendo ya los iré dejando.
Salgo de la casa y entro al taxi.
— Buenos días, a Industria Salvatierra, por favor. — le indico, el hombre asiente y enciende el auto. Escucho mi teléfono sonar y lo saco del bolso, al ver quién es, me sorprendo.
— ¡Wao mamá! Me sorprende que me estés llamando. — digo sarcástica, mamá nunca llama yo soy siempre la que la llamo.
— No empieces. — dice y puedo jurar verla virar los ojos. — Hija dime, ¿En qué estás pensado? — indaga.
— ¿De que hablas?
— Jeimy me llamo anoche, muy preocupada, me contó lo que está pasando. ¡Estás embarazada y aún así te querés divorciar! ¿Acaso te volviste loca niña? — en su tono de voz noto lo melesta y fastidiada que está.
¡No puedo creer que Jeimy le haya contado! ¿Qué es lo que le pasa? No tenía ningún derecho.
— Mamá, te diré lo mismo que le dije a Jeimy, eso es una decisión que ya tomé, ni tú, ni ella, ni nadie me hará cambiar de opinión.
— ¡Niña ilusa y tonta! ¿Crees que criar a un niño sola es fácil? — me grita.
— No, pero tú lo hiciste, ¿ Por qué yo no podría? No necesito a Tomás para criar a mi bebé, el ni siquiera quiere a este bebé, ¿ Por qué condenar a mi hijo a estar junto a alguien que no lo ama?
— No seas estúpida, de amor no se vive Vivian. Sí, yo te crié sola, pero no imaginas las cosas que tuve que sacrificar para eso,
— Y estare eternamente agradecida contigo por eso,ahora entiende, no puedo quedarme con Tomás mamá, nuestro matrimonio es un caos.
— Por los hijos se soportan muchas cosas Vivian, eso también es amarlos además ¿Crees que los matrimonio son color de rosa? . — me dice y trago en seco.
— No mamá, pero estoy segura que ningún matrimonio es como el mío, con respecto a lo otro. Eso era antes mamá, que las mujeres se quedaban con los hombres aguantando y sufriendo, yo soy una mujer profesional, tengo un buen trabajo, ganó bien, no necesito a un hombre para sacar a mi hijo adelante, ahora te voy a colgar, hablamos después, pero que no sea de este tema, ya esa decisión está tomada y no hay vuelta atrás.
Cuelgo el teléfono y Suspiro, lo guardo en mi bolso y limpio las lágrimas que han salido de mis ojos.
Minutos después llegó a la empresa, saludo a Pamela y entro a la oficina del señor Salvatierra, quién me recibe con un buenos días y una sonrisa amable y debo decir un poco coqueta, hasta ahora no sé si siempre sonríe así o solo lo hace conmigo. En fin eso no importa ahora, debo dejar todos mis problemas atrás y concentrarme en mi trabajo.
Al finalizar la mañana de trabajo llegué a la casa, cuando abro la puerta me encuentro con Carmen, que tiene un semblante preocupado.
— ¿Qué pasa Carmen? ¿ Por qué esa cara? — le pregunto con una ceja encarnada.
— La señora Caroll la espera en la sala. — me informa, frunzo el entrecejo. Seguramente Jeimy le contó todo y viene a pedirme que no siga con el divorcio.
— Hazme el favor de llevarme el bolso a mi habitación. — le pido, ella siente y toma el bolso, suspiro y voy hacia la sala.
— Buenas tardes señora Caroll.
— Buenas tardes Vivían, espero no ser inoportuna. — me dice mientras se acerca a mí y me da un beso en la mejilla.
— Para nada, tome asiento nuevamente, ¿Dígame a qué debo su visita? Aunque ya me lo imagino. — comento y tomo asiento, ella sonríe.
— Que bueno, iré directo al grano. — dice y sonríe. — No puedes divorciarte de Tomás. — la miro por varios segundos en silencio y luego suspiro. .
— No veo porque no.
— El bebé que llevas en el vientre es un Jhonson, no permitiré que Nazca fuera del matrimonio. — dice con su mirada agudizada.
— Señora Caroll, entinedo su preocupación, pero entiéndame a mí, yo he tenido que soportar durante todos estos meses Los desprecios humillaciones y constantes engaños de su nieto, no me respeta le importa un comino presentarse en eventos y en lugares públicos con su noviecita, sin temor en que en cualquier momento la información de que él y yo estamos casados se filtre ¿ Por qué debí de seguir soportando eso?
— Tú aceptaste casarte con él.
— Sí, y fue el peor error de mi vida, creí que con el paso de los días él iba a amarme, algo fantasioso y estúpido lo acepto, Pero no por ese error me voy a condenar a vivir infelizmente y tampoco a mi bebé, así que me voy a divorciar de Tomás, este usted o no de acuerdo.
La señora Caroll sonrie irónica y mueve la cabeza de un lado a otro. — Ay niña, no sabes con quién estás hablando. — comenta y ahora me mira amenazante. — Mi familia hace lo que yo diga y desde el momento en que te casaste con Tomás te convertiste en parte de mi familia, aunque esa idea no me agrade mucho. — comenta y la miro confundida. — No, me miras así, Eres una chica decente lo admito pero, no eres digna de mi nieto, no eres más que la hija de una mujer que no fue capaz de mantener a su marido a su lado, y al parecer heredaste su mismo carácter, ni siquiera eres de el mismo estrato que nosotros, ¿ Lo entiendes? Sí hice que mi nieto se cansara contigo es porque prefiero eso al verlo casado con la zorra esa que tiene por novia o mejor dicho amante. Ahora en visto de que no quieres razonar me va a tocar ser dura contigo querida, si te divorcias ahora de mi nieto y haces qué mi bisnieto nazca siendo un ilegítimo bastardo, me voy a encargar que ni siquiera alcances a conocerlo, porque lo voy a arrebatar de tus brazos en el mismo instante que nazca y jamás en la vida lo vas a ver.
La miro aterrorizada y muevo mi cabeza de un lado a otro.
— Usted no puede hacer eso, si lo hace cometería un delito.— ella sonríe.
— ¿Y? Conozco a la gente más influyente y poderosa de esta ciudad, puedo decir incluso que la cuarta parte de ella me pertenece, ¿Así que, crees que no puedo cometer un delito y hacer como si nada?
A su palabras guardo silencio, sabiendo que tiene razón.
Sonríe triunfante y se levanta del sofá. — Fue un gusto hablar contigo querida. — dice y camina hacia afuera. ,— Por cierto, está de más decir que mi nieto no puede enterarse de esto. — escucho sus pasos alejarse y entonces me permito derramar lágrimas de angustia y rabia. Subo a mi habitación y me tiero en la cama.
¿Por qué fui tan estúpida? Yo misma me metí en este callejón sin salida y ahora nos he condenado a una vida de amargura.
¿Qué puedo hacer para salir de esta encrucijada?