Cuando la desesperanza te invade pueden soplar vientos de paz si encuentras el verdadero amor, esta verdad la comprobaron Estrella y Samuel, dos jóvenes que tienen un huracán de problemas pasados y presentes encima, pero con ayuda mutua logran salir adelante, aunque no se sabe si esten destinados a ser más que amigos.
Pese a que su padre ha sido acusado de un delito muy grave, entre ambos lucharán no solo para revelar la verdad, sino para curar todo el dolor que el mal tiempo dejó.
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Una sólida amistad
En la empresa SISTEC los empleados se ven impecables con sus uniformes a la medida, antes de iniciar sus jornadas se reúnen en la sala de descanso para tomar sus desayunos. Cuando ven llegar al gerente general todas las secretarias jóvenes contienen los suspiros y quedan embriagadas por su colonia almizclada y por su presencia imponente y varonil, algunas se atreven a ruborizarse, pero nada más pues la mayoría sabe que no tienen oportunidad alguna con él, pero aun así no dejan de admirarlo. Él siempre ha sido un hombre frío, no muestra ningún interés por coquetear con alguna mujer y las que son más valientes y han buscado oportunidad para seducirlo han sido despedidas de forma inmediata de la empresa.
Don Luis contempla esta escena muy seguido y siempre se pregunta hasta cuándo su hijo se dará una oportunidad, a él no le importa el estatus social de su futura nuera solo le interesa que sea una mujer noble y que ame y respete a su hijo lo demás será ganancia.
Don Luis: Hijo ¿si ves las miradas de todas esas jovencitas, verdad? La mayoría son jóvenes, bellas y solteras.
Samuel: Sí, papá pobrecitas con tanta belleza no han encontrado un chico que les proponga, haremos un evento en la empresa para que los jóvenes socialicen y así darles oportunidad.
Don Luis: Eres un completo idiota, Samuel Varela.
Samuel: ¿por qué, viejo?, soy práctico y busco soluciones a las problemáticas de la empresa.
Don Carlos: Me voy no perderé tiempo contigo, estoy ansioso por escuchar el informe que nuestro gerente general presente sobre el Foro Internacional de Tecnología, la reunión será a las 9:00.
Samuel: Ahí estaré, yo no pierdo mi tiempo en tontear, lo empleo en asuntos importantes. (mostrando una sonrisa burlona)
En el salón de reuniones Samuel muestra una vez más su eficiencia y capacidad como gerente de la empresa es polifacético, con las características de un excelente líder y sobre todo capaz de enfrentarse a retos difíciles.
Mientras la reunión de los directivos de la empresa se desarrolla Estrella llega a la misma y solicita a la recepcionista una cita con el ingeniero Luis Varela.
Estrella; Buenos días, señorita. ¿Puedo ver al ingeniero Luis Varela, por favor? Dígale que es de parte de Estrella Vans hija de Carlos Vans.
Recepcionista: Señorita, disculpe ¿usted tiene una cita programada con el ingeniero?
Estrella: No, no tengo, si no lo puede ver hoy me gustaría programar una cita con él, por favor, pero si le dice quién soy creo que él me recibirá.
Recepcionista: Está bien señorita Vans, le pasaré su mensaje al ingeniero si no está muy de prisa porque él se encuentra en una reunión en estos momentos.
Estrella: Perfecto, yo esperaré el tiempo que sea necesario.
Recepcionista: En ese caso, tome asiento en la sala de espera que queda al lado izquierdo.
Por otro lado, la reunión de ejecutivos está por concluir.
Samuel: En conclusión nuestra presentación en el Foro Internacional de Tecnología fue todo un éxito. El programa de nuestra computadora fue aceptada con mucha expectativa, el siguiente paso será iniciar la elaboración de los primeros prototipos.
Don Luis: Excelente, Samuel, tú y todos los ingenieros que han trabajado arduamente durante el año que ha durado este proyecto han hecho un magnífico trabajo. Todos y cada uno recibirán una gratificación muy generosa de parte de la empresa.
Todo el personal aplaude con emoción y se felicitan unos a otros.
Así concluye la reunión y cada uno se dirige a su oficina.
Al llegar a la suya la secretaria de don Luis le informa que hay una joven en recepción que solicita verlo
Don Luís: Clara, si no hay una cita agendada no puedo recibirla.
Secretaria: No tiene cita; sin embargo, pidió que le dijera que su nombre es Estrella Vans hija de Carlos Vans.
Don Luis: ¿Qué? ¿Dónde está ella? Hazla pasa a mi oficina de inmediato.
La secretaria un poco extrañada por la actitud de don Luis llama a la recepción y transmite el mensaje.
Estrella: (entra a la oficina siguiendo a la secretaria) Con permiso ingeniero Varela, buenos días.
Don Luis: Pase, señorita, Vans, qué sorpresa tenerla por acá, pero siéntese. (Dirigiéndose a la secretaria) ¿Le ofrecieron algo de tomar a la señorita?)
Secretaria: Lo siento ingeniero, aún no.
Don Luis: (molesto) Qué incompetencia y falta de educación. ¿Señorita Vans me permite ofrecerle un jugo natural con unos bocadillos?
Estrella: No quiero incomodar, ingeniero, así estoy bien
Don Luis: para nada me incomoda, señorita. (dirigiéndose a la secretaria) Traiga jugos y bocadillos, Clara, y que nadie nos interrumpa.
Secretaria: Sí, señor, con permiso.
Don Luis: Lo siento, señorita, a veces el personal es muy lento. Pero sí, que es una sorpresa tu visita. Quiero que me cuentes todo lo que está pasando con tu padre.
Estrella: ¿Ya lo sabe, ingeniero?
Don Luis: No, pero he escuchado algunos rumores.
Estrella se preocupa porque piensa que el ingeniero Varela le dará la espalda tal y como lo hizo su tío José, y se pone un poco nerviosa.
Estrella: Ingeniero, yo, yo, bueno mi padre y mi familia no hemos hecho nada malo, no sé por qué mi padre está siendo acusado de estos delitos, pero yo le aseguro que todo es falso, él es inocente.
Don Luis: (Viendo a Estrella nerviosa, ansiosa y con los ojos rojos, le da mucha pena por ella) Tranquila, hija, no te preocupes conozco a tu padre desde que éramos muy pequeños y sé muy bien que él nunca haría nada malo, siempre ha sido un hombre íntegro.
Estrella: (un poco más tranquila) Gracias, ingeniero Varela, por confiar en mi padre.
Don Luis: No tienes por qué agradecer, pero no me digas ingeniero, puedes llamarme don Luis. Me siento más a gusto.
La secretaria entra con los jugos y bocadillos y entre bebidas y pláticas Estrella le cuenta toda la situación a don Luis, quien está sumamente sorprendido y preocupado por su amigo.