Sarah es una bailarina de ballet que, por primera vez, logró firmar con una compañía. Durante uno de sus tours, conoce a un hombre que está completamente enamorado de ella. Él amenaza con arruinar su carrera si ella no firma un contrato con él. ¿FIRMÓ ELLA EL CONTRATO? ¿QUE QUIERE EL DE ELLA?
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Capitulo 23
El Contraataque
Mientras el auto se alejaba, la desesperación se apoderó de mí. Creí que por fin había logrado escapar de las garras de Volkov, pero ahora me encontraba de vuelta en su poder, mientras Lena y Lukas yacían heridos. No podía dejarlos atrás.
Miré a Volkov, quien conducía con una expresión de triunfo en su rostro. Tenía que hacer algo, no podía rendirme. Entonces, una idea cruzó mi mente.
"Volkov, por favor, déjame ir", supliqué, con lágrimas en los ojos. "Lena y Lukas necesitan ayuda médica, van a morir si no los socorren."
Él soltó una carcajada despectiva.
"¿Crees que me importa lo que les pase a esos dos?" respondió, con crueldad. "Ellos se metieron donde no los llamaban y ahora pagarán las consecuencias."
Sentí que la rabia y la impotencia me invadían.
"¡Eres un monstruo!" grité, con desesperación. "¿Cómo puedes ser tan cruel?"
Volkov me miró con una sonrisa siniestra.
"Soy así porque puedo serlo, querida", dijo, con arrogancia. "Nada ni nadie puede detenerme."
En ese momento, noté que el auto comenzaba a perder velocidad. Volkov pareció darse cuenta también, porque frunció el ceño con preocupación.
"¿Qué demonios...?" murmuró, mientras pisaba el acelerador sin éxito.
Fue entonces cuando comprendí que algo iba mal. Aproveché ese breve momento de distracción para actuar.
Rápidamente, me deslicé hacia el asiento del conductor y golpeé con fuerza el volante, haciendo que el auto se saliera del camino y se estrellara contra un árbol.
El impacto fue fuerte, y tanto Volkov como yo golpeamos nuestras cabezas contra el tablero. Aturdida, miré a mi alrededor y vi que el auto estaba lleno de humo. Tenía que salir de allí antes de que explotara.
Con dificultad, logré abrir la puerta y salir del vehículo. Volkov también se estaba moviendo, pero parecía herido y desorientado.
Sin perder un segundo, eché a correr hacia la cabaña, rogando por encontrar a Lena y Lukas con vida. Tenía que volver y ayudarlos, no podía dejarlos a merced de Volkov.
Cuando llegué a la cabaña, la escena que me encontré me dejó helada. Lena y Lukas yacían en el suelo, rodeados de un charco de sangre. Sentí que el corazón se me partía al verlos.
Me arrodillé junto a ellos, desesperada por encontrar algún signo de vida.
"¡Lena! ¡Lukas!" grité, con la voz quebrada. "¡Por favor, resistan!"
Para mi alivio, Lena abrió los ojos y me miró con dificultad.
"Sa... rah", murmuró, con esfuerzo. "Tienes... que huir... Volkov..."
Negué con la cabeza, sintiendo que las lágrimas caían por mis mejillas.
"No, no los voy a dejar. Voy a ayudarlos", respondí, con determinación.
Pero en ese momento, escuché un ruido a mis espaldas. Volkov se acercaba, con una expresión de furia en su rostro.
"¡Sarah!" gritó, apuntándome con su arma. "¡Maldita sea, no vas a escapar de mí!"
Sin pensarlo, me puse de pie y me coloqué frente a Lena y Lukas, protegiéndolos con mi propio cuerpo.
"¡No te acerques, Volkov!" grité, con valentía. "¡Esto se acabó!"
Él me miró con desprecio y apretó el gatillo. Cerré los ojos, esperando el impacto del disparo.
Pero el disparo nunca llegó. Cuando abrí los ojos, me encontré con una escena inesperada.
Aurora, que yo creía inconsciente, se había levantado y se había lanzado contra Volkov, forcejeando con él por el arma. Ambos luchaban con fiereza, hasta que Natalia logró quitarle el arma y lo golpeó con ella.
Volkov cayó al suelo, aturdido, y Natalia se apresuró a esposarlo.
"¡Maldita, ya verás lo que te haré cuando me suelte!" gritaba Volkov, retorciéndose.
Aurora lo ignoró y se acercó a nosotros, con una expresión de alivio.
"¡Sarah! ¿Estás bien?" preguntó, examinándome rápidamente.
Asentí, aún en estado de shock.
"Sí, pero Lena y Lukas... Están heridos", respondí, con urgencia.
Aurora se apresuró a atenderlos, aplicando presión a sus heridas.
"Resistan, por favor", suplicó, con desesperación.
Mientras tanto, Volkov seguía forcejeando, intentando liberarse de sus esposas.
"¡Malditos! ¡Me las pagarán!" gritaba, con furia.
Pero en ese momento, se escucharon las sirenas de la policía acercándose. Volkov palideció al darse cuenta de que había sido atrapado.
Aurora me miró con alivio.
"La ayuda está en camino, Sarah. Todo va a estar bien", dijo, con una leve sonrisa.
Asentí, sintiendo que un poco de esperanza volvía a mí. Quizás, después de todo, Volkov había sido derrotado.
Ahora solo quedaba esperar que Lena y Lukas lograran sobrevivir. No podía perder a más personas importantes en mi vida.