Agostina Fernández es una hermosa e inocente adolescente que lleva meses esperando con mucha ilusión su cumpleaños número quince, pero lo que tenía que ser su noche soñada se termina convirtiendose en su peor pesadilla, después de esa noche su vida cambiara para siempre, deberá de afrontarse a muchas dificultades ella sola, pero con un solo objetivo en mente, vengarse de todas las personas que le hicieron tanto daño, podrá llevar a cabo su venganza?
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CAPÍTULO 1
...AGOSTINA...
Sentada frente al gran espejo que se encuentra sobre mi cómoda me observo en silencio, llevo tiempo aquí sentada sin lograr entender por qué soy tan distinta a mis padres y a mi hermana, a veces me siento tan fuera de lugar, es como si no perteneciera a este hogar ni a esta familia, no solo que soy tan distinta a mi hermana y madre en la personalidad que tienen ellas tan similares entre sí, sino también en lo físico, mamá es muy esbelta, alta, cabello castaño, ojos color café, tan delgada que la puede llevar el viento, aunque no puedo negar que es muy elegante y hermosa a sus treinta y seis años, mi padre es blanco, ojos negros y su cabello ya a comenzado a teñirse de blanco, según el porque reniega mucho con sus clientes, papá también aún es joven tiene cuarenta años recién cumplidos y mi hermana con dieciséis años es tan elegante como mi madre cabello largo negro y ojos tan oscuros como la noche, pero de piel blanca aunque es fanática de tomar sol, por lo que siempre está luciendo un perfecto bronceado...
Y yo? Bueno yo soy todo lo contrario a mi familia, soy bajita, aunque tengo buena figura gracias a las excesivas dietas que mamá nos obliga a ser, lo más curioso es que tengo ojos azules y soy pelirroja...
Definitivamente soy la oveja negra de está familia no tengo dudas
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Cuando baje a la sala me encontré a papá sentado en el sillón mientras bebía una copa de vino, mi madre se encontraba dándole decenas de órdenes a las pobres empleadas, no se cómo hacen para soportarla, le di una mirada a la mesa, la cuál estaba preparada como para recibir al rey de España, mantel blanco, copas del mas fino cristal, la vajilla de la abuela, una reliquia familiar, cubiertos de plata, un enorme candelabro en medio de la mesa y las empleadas vestían pantalón y chaqueta negro con zapatos de tacón, cabello recogido y los labios bien pintados de rojo, me sorprendió mamá nunca hacía vestir a las empleadas de esa manera, pero siempre hay una primera vez para todo
De pronto se escucharon unos fuertes pasos en la escalera, levanté mi vista y mi hermana venía bajando, no pude dejar escapar una pequeña sonrisa al verla llegar a nosotros, mi padre por su parte escupió el vino al verla, Aldana se había puesto un vestido tan corto y tan escotado que mi madre se puso pálida de sólo verla, además se habia hecho un maquillaje demasiado cargado, la verdad se veía horrible, pero ella estaba toda chocha pensando que se veía preciosa, pobre...
- Que demonios te has puesto Aldana!!- la regaño mi padre
- Por Dios hija ve a quitarte ese vestido ahora mismo, no serás bien vista frente al amigo de tu abuelo
- Pero mami a mi me gusta como veo - dijo haciendo puchero
- Pareces una mujerzuela, ve a ponerte algo más decente ahora mismo!! - grito mi padre súper enojado era la primera vez que regañaba a mi hermana por lo que intento ponerse a llorar cuando justo llegó la ama de llaves a decirnos que el señor Guzmán había llegado
- Quítate del medio estúpida ya verás como Luciano se enamora de mi - dijo mi hermana empujándome
Me dió risa por mi se lo regaló con moño y todo lo que menos me interesa es que ese tal Luciano se fije en mi, lo único que me importa es terminar mis estudios e irme lejos
Observé al señor Guzmán mirar con desagrado a mi hermana quien no paraba de inclinarse para mostrar sus pequeños senos, no se de dónde saco ese vestido pero estoy segura que para mañana ya no va a quedar nada de él, mamá cuando no les gusta como nos queda una ropa nos la agarra con la tijera y se que se vestido va a tener ese mismo fin, yo por lo tanto había decidido usar un vestido sencillo color rosa con un delicado bordado que tenía en mi armario con unos zapatos bajos color negro, me había colocado una vincha con pequeños diamantes, un regalo de mi abuela antes de morir y nada más no me gusta usar maquillaje
- Luciano recuerdas a mis hijas? ella es Aldana - dijo mi padre y mi hermana lo abrazo con toda la confianza del mundo para luego darle un ruidoso beso en la mejilla, el cuál el no correspondió y por su expresión puedo decir que no le gusto
- Abuelo Carlos tu nieto está guapísimo!! - exclamó mi hermana
- Dime Señor Carlos que yo abuelo tuyo no soy!! - respondió molesto y las mejillas de mi hermana se volvieron de color tomate, eso sí que fue gracioso
- Luciano ella es Agostina mi otra hija
- Hola Agostina un gusto volver a verte!! - dijo tomando mi mano con cuidado y depositando un fino beso en la misma
No debo de decirles a todos esto como estaba mi hermana porque ya sen lo imaginarán, le salía humo por la nariz y orejas
Cenamos mientras mis padres conversaban con el señor Guzmán y mi hermana trataba de sacar conversación con Luciano, pero el la ignoraba todo el tiempo mientras que no me quitaba la mirada de encima y eso me hacía poner muy nerviosa
Pasada la media noche se retiraron no sin antes invitarnos a pasar el día en su hacienda, en dónde Luciano comunicara su decisión, voy a prenderle una docena de velas a todos los santos para que la elegida sea mi hermana o me matará ella misma y en segundo lugar no quiero tener ningúna relación con el sexo masculino, aún soy muy joven
Me di una ducha y al salir del baño me encontré a mi hermanita mirándome con toda la furia que pueda entrar en una persona
- Te dije que te mantuvieras alejada de el, el es mío entiéndelo, yo lo ví primero
- Primero muéstrame los papeles que dicen que es tuyo y en segundo lugar no es mi culpa que ni vistiendo te como prostituta logres que un chico te mire a no ser para llevarte a la cama
- Cállate yo soy virgen
- Si claro y yo soy Taylor Swift
- Me estás llamando mentirosa?
- No hermanita como crees? Te estoy llamando zorra - le grite la última palabra en la cara y que bien se sintió
- Como te atreves? - mi hermana levanto la mano para golpearme pero fui más rápida y le eche perfume en la cara, comenzó e gritar como loca cuando le entró a los ojos aproveche a empujarla fuera de mi habitación y cerrar la puerta con llave
¿Que culpa tengo yo que Luciano no le hiciera caso? Pobre ilusa.
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...Vestido de Agostina...
...Vestido de Aldana...
