No siempre lo que crees que fue verdad lo era
No siempre la mujer que creíste amar te amaría
No siempre lo que tú creíste que eran leales a ti lo fueron
regrese a mi primer vida después de experimentar otra vida en otro mundo
Quieres conocer más de mi historia la del principe heredero Alexander D Angello del imperio Zafiro quédate y te contaré mi dolor y vivencias y por lo que en está vida lucharé por ser mejor y proteger a mi familia de la traición de los que nos rodean.....
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Reconocimiento a un guerrero
Después de más de dos horas, por fin hay un ganador, el que venció a sus compañeros, y no es nada menos que un ex esclavo. Sonrió porque sabía que era el mejor, aunque todavía no está al 100% como lo estuvo en mi vida pasada; no está nada mal para ser solo un joven de 13 años. Estaba tan concentrado que no me percaté de que mi padre, el emperador, cuando siento que todos a mi alrededor se inclinan, llama mi atención. Hago lo mismo y me reprendo mentalmente por ser tan descuidado, ya que fue obvio que estaba distraído.
- Saludos al Sol del Imperio. El emperador Fausto D'Angelo lo saluda su guardia imperial. Que la gracia de los dioses bendiga su vida y guíe su camino. -
" General, buen día para ustedes y sus tropas. Levántense, solo he venido por la prueba que hizo el joven príncipe heredero a sus futuros escoltas. "
- Mi señor, todos los que están a mi lado izquierdo fueron los que se presentaron a la prueba, y este joven que está aquí fue el gran ganador -
Le contesta el general, inclinándose un poco nervioso, ya que sabe que es muy difícil que ese joven pueda ser aceptado por haber sido esclavo.
Con un rostro estoico, una mirada fría y un aura que te hace sentir que vas a morir, el emperador se acerca al joven soldado, se queda mirándolo de arriba abajo y le dice:
- 'Estás muy delgado y joven, pero tienes agallas. Aún sabiendo que te podían rechazar, has hecho la prueba. Dime tu nombre.' -
Aquel muchacho, con el miedo a flor de piel, respondía al hombre que lo intimida de una manera aterradora:
—Su Alteza Emperador, usted me liberó de la esclavitud. Mi nombre es Mirto. -
—Te pregunté tu nombre, no si fuiste esclavo, plebeyo o noble. -
- Príncipe heredero, ¿qué opinas de tener entre tus escoltas a estos hombres sin título, que no tienen nada que ofrecerte más que su vida? -
Miré a mi padre. En estos momentos, entiendo por qué es un emperador tan temido, si es que de verdad da miedo. Pero no me voy a dejar intimidar; sé que lo está haciendo para probarme.
" Su Alteza, Emperador, estos hombres merecen la oportunidad de estar a mi lado. Además, no veo por qué no merecen formar parte de mi escolta solo por no tener un título. En nuestras tropas hay muchos sin títulos y son grandes guerreros. Por lo tanto, ruego a Su Alteza que me conceda que estos hombres sean parte de la guardia imperial del Príncipe Heredero, ya que han superado las pruebas. "
Mi padre se queda mirándome fijamente a los ojos y se acerca diciéndome...
- Eso era lo que quería escuchar de ti, querido hijo. Estás creciendo y madurando. Estos hombres que están aquí son valiosos, cada uno de ellos, ya que forman parte de nuestro ejército. Son quienes nos brindan la seguridad y la fuerza de lucha contra nuestros enemigos. Por lo tanto, todos tienen derecho a ascender en nuestro ejército, sin importar su condición. Me alegra que los hayas aceptado, porque has dado un ejemplo a aquellos que se niegan a dejar que se reconozcan los méritos de estos hombres y mujeres. Así que, general, organizaré la ceremonia para dentro de tres días, donde serán nombrados oficialmente los caballeros de la guardia del príncipe heredero, como mi hijo lo desea. Además, el día de hoy concederé a aquellos que no pasaron la prueba, pero que se presentaron para ser parte de la guardia del príncipe heredero.Como mi hijo lo desea, además, el día de hoy concedo a aquellos que no pasaron la prueba, pero que se presentaron para ser parte de la guardia del príncipe heredero, el pase para convertirse directamente en miembros oficiales de la guardia imperial, si así lo desean, para no ser más soldados rasos o llamados principiantes... -
Veo la alegría en los rostros de todos estos hombres y mujeres que han sido marginados por no tener un título o por no pertenecer a una familia adecuada. Mi padre, aun sabiendo que esto le traerá problemas con la corte, me apoyó para aceptarlos. Sabía que no sería fácil, pero nunca esperé que él me diera su aprobación. Cada día me siento orgulloso del hombre que es mi padre.
- Gracias al Sol del Imperio y al príncipe heredero, agradezco en nombre de nuestros soldados que sede el reconocimiento a un guerrero, sin importar su condición. Por eso, yo, José Vásquez, general de las Siete Estrellas de las Tropas Imperiales, reafirmo mi juramento de lealtad al Sol del Imperio, al emperador Fausto D'Angelo y al joven príncipe heredero Alexander D'Angelo. -
Al mirar a mi alrededor, puedo observar a nuestro ejército imperial arrodillado, diciendo las palabras más hermosas que puede escuchar un guerrero. Un solo coro son las voces de nuestros hombres, de nuestro ejército imperial...
- Nosotros, el ejército imperial del Imperio Zafiro, juramos lealtad a nuestro emperador Sol del Imperio Zafiro, Fausto D'Angelo, y a su alteza, el príncipe heredero Alexander D'Angelo. Como nuestros líderes de guerra, daremos nuestra vida por nuestro imperio y por nuestros soberanos. -
- ¡Levántense, tropas del Imperio Zafiro! Yo, su emperador, les prometo que este es el comienzo de grandes cambios para todos. General, por el día de hoy no habrá más entrenamientos, así que pueden retirarse a descansar, soldados.-
Los soldados se levantan, siguen las órdenes de mi padre y se dirigen a descansar, ya que se lo merecen. Ha sido una mañana bastante agitada para todos. Solamente quedamos mi padre, lord Daniel, los catorce soldados, el general y el capitán.
- Mi señor, cumpliré al pie de la letra con su pedido. Dentro de tres días estará organizada la ceremonia de nombramiento de la guardia del príncipe heredero. Me retiro si no hay más. -
—Está bien, general. Ya puede retirarse. Cualquier inconveniente que suceda, me informa. Le contesta mi padre, ya que sabe que la corte no se lo tomará nada bien.... -
- General, antes de que se retire, quiero que los 14 que quedaron formen parte de mi escolta y el capitán sea Mirto. -
Escucho la voz de Mirto: - 'Gracias, Príncipe, por la oportunidad. Le juro lealtad; daré lo mejor de mí para que usted se sienta orgulloso. - ' Veo cómo se arrodillan mis nuevos escoltas, jurando lealtad a mí, el Príncipe heredero de Zafiro.
- No siendo más, nos retiramos, mi señor, joven príncipe; a lo que solo damos un asentimiento con la cabeza, nos dice el general...
- Padre, ya podemos retirarnos. Tengo ganas de almorzar con mi hermana y contigo, si tienes tiempo, claro está. -
—Lord, Daniel, por favor avisa a la cocina para que tengan todo preparado. Hoy almorzaré con mis hijos. —
- Su Alteza desea que llame a la princesa al comedor. -
— Lord, Daniel, no se preocupe. Yo quiero ir personalmente por mi hermana. Padre, ¿te importa si me adelanto? Quiero ir a cambiarme de ropa e ir a recoger a mi hermana.
— Está bien, hijo. Ve. Mientras tanto, yo hablaré de algunas cosas con lord Daniel. Los veré en el comedor en un rato. -
Me voy alejando cuando me doy cuenta de que detrás de mí viene el capitán Salvatierra. Me detengo y lo miro.
—¿Por qué me sigues? -
—Príncipe, hasta el día de su nombramiento seré su escolta. Después de la ceremonia, su guardia imperial se hará cargo oficialmente de usted. -
—Está bien, entonces, sé mi sombra hasta ese día. Vamos a ver a lo más hermoso que tiene este castillo: mi hermosa hermana Alina... -