Sólo En Tu Mirada

Daniela.

Ya instalados en casa de mi tía, todo era habladurías entre mi madre y ella, estaban todos allí esperando, los tres hijos de ella y sus cuatro nietos, situación que emocionó a Joshua, ya que tendría con quién jugar y por supuesto me serviría, así podría acompañar a mi madre y sé que el estaría bien.

La casa es muy grande, posee varias habitaciones y un pasillo largo en forma de L que termina con la cocina y una especie de lavandero y garage todo cerrado con un enrejado metálico.

Por supuesto que conozco la casa, he estado aquí muchas veces con mis abuelos y mi madre, cada quien se concentró en un espacio, todas las mujeres caminamos hasta la cocina, mi madre sostenía un bolso que colocó sobre una especie de isla, yo sostenía la cava y el morral, los niños pasaron rápidamente al patio, estaban examinando, las jaulas con los Pericos.

hay morrocoyo también. Escucho que grita Joshua. Y lo veo correr de un sitio a otro.

Me siento en una silla alta en la isla y estoy de frente al pasillo donde se encuentran sentado todos los hombres, mis dos primos, mi tío y Enrique, el cual se cambia de puesto y queda de frente al lugar donde juegan los niños y por supuesto a mí, están teniendo una charla muy amena se puede notar.

Mi tía es un mar de preguntas, que mi madre va respondiendo mientras saca las cosas del bolso, en donde le llevaba miel pura, aceite de coco, de almendras, galletas horneadas por ella, dulce de leche de cabra, y así muchas cosas que no son comunes aquí y son propias de la zona costera,

Voy a hacer café. - dice mi tía.

Abro el morral y comienzo a sacar la comida que llevamos y no se tocó en el camino, los sandwiches, una bandeja con pollo frito, unos plátanos horneados y ensalada. Pregunto: -Mamá, que hacemos con esto.

- Ella revisa y dice:

- solo desecharemos la ensalada, todo lo demás está bueno.

Mi prima dice: - Si quiere calientan en el micro, aunque mamá les guardo comida. Concluyó.

Escucho mi teléfono sonar y es un mensaje de WhatsApp. Abro la aplicación y no lo puedo creer, es Enrique, veo hacia donde está sentado, no lo reviso y guardo nuevamente el celular, continúa llegando las notificaciones y yo no prestó atención hasta que mi madre me pregunta:

-¿Qué sucede?. No vas a responder.

- y respondo:- Mamá, yo no soy doctora para tener una emergencia.

Suelta una carcajada y dice: - Daniela tú y tus frases.

- ¿Agarro el teléfono y lo activó y quien más puede ser?

Enrique Olivera

- Mi bella para cuando mi beso 😘✓✓

Primer mensaje

- Te estoy viendo desde aquí 😎 respóndeme ✓✓

Segundo mensaje.

-Danielaaaaaaaa???😘😘😘😘✓✓

Tercer mensaje

Voy leyendo y sonriendo, luego muchos stickers y emojis.

Respondo:

-¿Estás loco? Y envío ✓✓

Enseguida suena.

-🙃 por ti...😘✓✓.

Veo que se levanta y digo:

- Mamá, Enrique se va.

-¿Qué?. Responde mi tía.

Y caminó hacia allá con mi madre siguiéndola.

Conversaron con él y se rieron todos con la respuesta que ofreció, pensé listo se va, mi felicidad se esfumó cuando todos vienen hasta la cocina, mi madre lo trae enganchado por el brazo y afirma que se quedará a tomar un café y vendrá a cenar con nosotros, luego de llegar a su casa; levanté la mirada y no supe qué decir.

Mientras mi primo está diciendo:- Y le rinde cuentas a esa mujer del teléfono, porque esa sonrisa en el rostro no es cualquier cosa. Gracias a Dios estoy sentada, porque si no desfallezco y caigo.

Todos ríen y yo entre dientes también lo hago con mis mejillas coloradas supongo, ya que sentía mi rostro caliente, me levanto y el me arrima y se sienta en la silla de junto, no tuve otra opción que volver a sentarme.

En los espacios vacíos se fueron sentando mis primos y mi tío, se sentía el olor a café recién colado y el sonar de las tazas mientras lo servían todos parloteaba a la vez, solo yo estaba muda, sentía esa presencia masculina tan atractiva a mi lado, sentí un ligero golpecito en mi hombro y el me está mirando al igual que todos, se sonríe:

- tus primos quieren saber si tienes novio.

No supe que decir por un instante luego dije:

- No. Más alto de lo normal.

A lo que el replicó:- Creo que pronto tendrá. Yo enloquecí interiormente, me subieron y bajaron en un instante, la sensación para ser exacta es como cuando vas en una montaña rusa y empiezas a bajar rápidamente sientes un vacío, pero es de felicidad. Miré a todos con asombro y el muy atrevido me dio un pequeño toque en la punta de mi nariz con su dedo.

Fuimos interrumpidos cuando mi tía, quien se llama Bárbara coloca las tazas con café frente a nosotros y mi madre sirve en un plato una cantidad considerable de galletas, a lo que mi tía advierte:

-Solo pueden comer una o dos, esas la trajeron para mí.

Mi madre ríe a carcajadas y la abraza.

- Estoy aquí y puedo hornear miles para ti, además la experta vino conmigo, superó al maestro afirmó.

Y me señaló. Digo:

Madre por favor.

Continúa ella:- Tiene una mente brillante y unas manos prodigiosas.

Estoy tan avergonzada que creó "me sudan los dientes"

-Tienes cinco días para demostrarlo. Dice mi primo.

- Lo tendré en cuenta. Respondo. tratando de salir al paso.

Enrique interrumpe levantándose y dice: - Ahora si me voy, nos vemos más tarde.

Mi madre le dice:

-gracias hijo por todo, te esperamos a las siete.

Y continuó caminando hacia la salida y se marchó.

Cuando viene Joshua corriendo,

- Mami, la tablet la dejé en el coche. Dice.

Contesto. - ya Enrique se marchó, el viene más tarde.

- El niño insiste -abuela llámalo, tengo que mostrarle algo a mis primitos. Continúa diciendo.

le envío un mensaje y le digo que la traiga. Le respondo para tranquilizarlo.

Camino hacia el pasillo para llevar las maletas a la habitación. Siento que tocan la puerta y voy a abrir y allí está él con la tablet en la mano y una sonrisa matadora, estoy sorprendida, es" Telegram Mental" pienso y me estampa un beso, con todo lo de la ley, lengua, saliva y todo, por último muerde suavemente mi labio inferior, y yo me sostengo de la puerta, porque creo que voy a desmayarme. Se aleja poco a poco y escucho:

- te dije que me debías un beso...